Blogia
J. C. García Fajardo

Nesemu: Los Ejercitos no sirven contra el terrorismo

No estoy de acuerdo con la presencia de tropas españolas en Afganistán ni en ningún otro país.
Estoy a favor de la abolición de los ejércitos. La seguridad nacional se afirma con justicia social y con las fuerzas del orden. El terrorismo no se puede combatir a cañonazos ni con esos gastos ingentes en helicópteros y demás zarandajas.
¿NO HAY OTRO DESTINO PARA 2500 MILLONES DE EUROS QUE COMPRAR HELICOPTEROS ARTILLADOS

Me sublevo
Nesemu

España tendrá 2500 soldados en Afganistán y tomará el mando de las tropas de la OTAN

''El Gobierno Zapatero, obsesionado por marcar distancias con la era Aznar, dibuja la presencia de tropas españolas en Afganistán como una "acción de solidaridaridad", pero se trata de una misión militar y en toda regla. Revela Miguel González en El País que el compromiso de España en Afganistán es a largo plazo. Aunque el batallón de 500 militares enviado para las elecciones legislativas del 18 de septiembre -al que pertenecían los 17 fallecidos el martes pasado- debe regresar en octubre, los 540 del equipo de reconstrucción provincial (PRT) de Qual-i-Naw y de la base de apoyo avanzado de Herat seguirán indefinidamente.

Además, España tiene previsto asumir, a finales de 2006 o principios de 2007, el mando rotativo de todas las tropas de la OTAN en Afganistán y aumentar hasta 2.500 sus efectivos durante seis meses.

El pasado 4 de agosto, el teniente general italiano Mauro del Vecchio tomó el mando sobre el terreno de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), formada por 10.500 soldados de 37 países, incluidos 850 españoles. El militar italiano recibió el mando de manos de su homólogo turco Ethem Erdagi, a quien se lo entregó el francés Jean Louis Py.

Cada seis meses cambia el comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán, aunque la dirección estratégica corresponde siempre al mando supremo de las fuerzas aliadas en Europa, el estadounidense James L. Jones, a través del cuartel general de la OTAN de Brunssum (Holanda). El general Jones asistió el sábado en Madrid al funeral por los 17 militares españoles muertos en accidente de helicóptero, mientras que Del Vecchio acudió a Herat inmediatamente después del accidente.

Obviamente, tomar el mando no es sólo enviar un teniente general. También supone asumir el grueso del cuartel general de la OTAN en Kabul. Por eso, los planes del Estado Mayor de la Defensa prevén que, en dicho semestre, los militares españoles en Afganistán aumenten hasta los 2.500.

Tras haberse extendido al norte y oeste, la OTAN tiene previsto acometer en 2006 su expansión al sur del país asiático, con capital en Kandahar, cuna de los talibanes, donde éstos conservan notable influencia.

Defensa invertirá 2.500 millones de euros para renovar sus helicópteros

La muerte de 17 militares en el accidente de un helicóptero Cougar en Afganistán ha vuelto a poner todas las miradas sobre las fuerzas armadas españolas y ha provocado que muchos se pregunten dónde está el moderno ejército profesional del que se habla desde hace ya tantos años.

El discurso de los sucesivos gobiernos que han puesto en marcha la profesionalización se centra en los planes de inversiones plurianuales previstos para la compra del mejor material disponible en el mercado. Y en este capítulo destacan, precisamente, los helicópteros. Defensa tiene ya comprometidas inversiones de unos 1.550 millones de euros - y prevé invertir otros mil más- en este tipo de transporte para los próximos años. Algunas de las unidades están destinadas a sustituir al Cougar.

Revela Luis Izquierdo en La Vanguardia que el proyecto estrella es la adquisición de 24 helicópteros de ataque tipo Tigre, a razón de más de 60 millones de euros la unidad. Los primeros están ya disponibles, aunque en periodo de aprendizaje y adaptación para los pilotos, mientras que el plazo de entrega para el total del pedido se prolonga hasta el 2011.

Además, hace sólo tres meses fue aprobada la compra de 45 unidades del helicóptero de transporte NH-90 - por un valor aproximado de 1.000 millones de euros-, que también fabrica el consorcio Eurocópter, y que está destinado a sustituir a los Superpuma y a los Cougar como el accidentado en Afganistán. Los planes de Defensa incluyen la adquisición de entre 35 y 55 aparatos de este tipo más para renovar todo el parque de helicópteros de las fuerzas armadas, muchas de cuyas unidades están del todo obsoletas. Los plazos están aún por determinar, pero este tipo de material no se entrega precisamente en los concesionarios de turismos.

Fuentes del Ejército de Tierra explican que, mientras se materializan los programas de inversiones multimillonarios, la realidad de hoy es que el material en condiciones, como los Cougar implicados en el siniestro, relativamente modernos y recientes, aunque con tecnologías sobrepasadas, son pocos y por eso están siendo sobreutilizados. Ello no significa que no se estén respetando escrupulosamente las revisiones y controles técnicos. Al contrario, se tratan con extremo cuidado porque son lo mejor que se tiene. "Están en todas las misiones porque es lo más decente con que contamos", señala un oficial que prefiere no exponer su nombre para no ser sometido al régimen disciplinario.

El paquete de inversiones que incluye la compra de los Tigre también integra la adquisición de 230 carros de combate Leopard y 212 vehículos blindados Pizarro. Todo ello supondrá un gasto de 4.700 millones de euros que no se terminarán de pagar hasta el 2021.

Las inversiones cuyo objetivo es la modernización de las fuerzas armadas también incluyen la compra de 87 cazas de combate Eurofighter. La nueva estrella del Ejército del Aire, cuyo coste por unidad es de unos 72 millones, hizo su presentación en sociedad el pasado 29 de mayo en la celebración del día de las Fuerzas Armadas en A Coruña. En un horizonte más lejano figura la adquisición de aviones de transporte A-400, mucho más modernos y de mayor capacidad que los veteranos Hércules C-130. Por su parte, la Armada tiene previsto incorporar a su flota cuatro nuevos submarinos y otras tantas fragatas F-100, así como un buque multipropósito de desplazamiento estratégico.

Pero mientras esa tecnología de última generación termina de llegar, el ejército tiene repartidos por el mundo a más de 2.000 soldados en diferentes misiones de paz con medios de la generación anterior. Un esfuerzo económico cuyo coste no afecta al presupuesto corriente de las fuerzas armadas pues el gasto para esta partida es ilimitado. Para hacerse una idea del coste de llevar militares tan lejos de la Península cabe señalar que el presupuesto estimado para enviar a los 500 soldados que pasarán tres meses en Herat para aportar seguridad a las elecciones afganas supone 26 millones.
Mientras tanto, los soldados españoles cobran unos 850 euros netos mensuales, lo que está dificultando notablemente que se cubran las plazas que cada año ofrece el ejército. No es extraño por eso que el ministro Bono haya comprometido su cargo recientemente en conseguir un incremento salarial del 20% en los próximos años. --

0 comentarios