Blogia
J. C. García Fajardo

Por un auténtico desarrollo

Estamos acostumbrados a decir que hay que "ayudar" a los países del Tercer mundo. Entre otras cosas, para que no se subleven y podamos seguir explotando sus riquezas naturales, su mano de obra barata y su ausencia de legislación laboral. Como dato a tener en cuenta: en general, los países de la UE y Japón, necesitan importar, de muchos de esos países empobrecidos, hasta el 60% de las materias primas que necesitamos para mantener "nuestro" nivel de vida, de desarrollo y de despilfarro. No hablo sólo de petróleo y de gas, sino de col-tan, bauxita, madera, café, té, azúcar de caña, frutas, minerales, algas, y un sin fin de materias primas. Si pagáramos esos productos a un precio justo, no impusiéramos los transportes, los seguros, los monocultivos, y respetáramos y colaboráramos en un auténtico desarrollo endógeno, sostenible, equilibrado y global no necesitarían nuestra "ayuda". Si respetásemos la "cláusula social" que rige en nuestras relaciones laborales. Si ampliáramos la relación Norte-Sur a una más razonable horizontal respetando las áreas geográficas, sociales y afines. Si no les pagáramos, en tantísimos casos, con excedentes de nuestras producciones. Si no les creáramos necesidades absurdas. Si no les impusiéramos nuestro modelo de desarrollo, que ya vemos qué resultados está produciendo en el clima, en el hambre, en las guerras, en el blanqueo de capitales, en la oligarquía financiera y sin alma que impone sus intereses y lo denomina con cinismo y sarcasmo "leyes del mercado"... no reaccionaríamos con una mente un tanto colonialista, prepotente y propia de otros tiempos ante noticias con el planteamiento que hoy leemos en un editorial a propósito de la decisión del Gobierno de Argelia de controlar sus riquezas de gas y de petróleo. Cierto que había unos acuerdos por los que la mayoría en el accionariado quedaba para las Compañías Repsol (39%) y Gas Natural (26%) Argelia (35%)... pues pacta sunt servanda hasta que se puede recuperar la soberanía y el poder de decisión sobre los recursos nacionales. Parece duro, pero es la mentalidad que ha regido la revolución industrial y el auge del capitalismo, o de la barbarie estalinista o maoísta y que ahora están pasando factura. Es lo que les hemos enseñando. Están "liberando" al hombre blanco de la "pesada carga" que cantaba Kipling. El espanto de las guerras y crímenes en Oriente Medio no tiene otro motivo que el control de los recursos energéticos de esa región, como durante siglos hicimos en Africa, en Latinoamérica y en Asia, en Nueva Zelanda y en Australia. Con la boca sonriente decíamos "allá van leyes do quieren reyes"... Brasil, México, Chile, Argentina, India, China, Singapur, Sudáfrica... cometerán errores con populismos, corrupciones y demagogias pero ¿qué hemos hecho nosotros, los evangelizadores, los esclavistas, los conquistadores, los colonizadores durante siglos? Sólo pido un poco de cordura y de coherencia. Por un lado, somos muy progresistas, muy liberales, muy civilizados... y por otro hemos sostenido las repúblicas bananeras, las dictaduras militares y las oligarquías y los testaferros para seguir apoderándonos de sus riquezas... Si los pobres y los desheredados de la Tierra no tienen que perder más que sus cadenas... es comprensible que traten de romperlas por todos los medios a su alcance. Sí... Hasta por la fuerza, la rebelión o la astucia, pues no sólo es lícito resistir al tirano, sino que puede ser un deber cuando padecen los débiles. Si triunfan los "rebeldes" de hoy, ya nos apresurarémos a reconocerlos como "padres de la patria" etc. Acaso Mandela no pasó más de veinte años en prisión acusado de saboteador, rebelde, criminal etc. Releamos su Memorias. Sé que corro peligro de ser malinterpretado... Terroristas, revolucionarios, Irgún, Stern, Lumumba, Ferhat Abbas, Ben Bella, Nasser, Nehru, Sukarno, M. Keita, Bolívar, O'Higgins, Zapata, Sekou Touré (Conakry), Jomo Kenyatta (Kenia), N'Krumah (Ghana), T. Sankara (Burkina), K. Kaunda (Zambia), Samora Michel (Mozambique), Agostinho Neto (Angola), Amilcar Cabral (G. Bissau), Silvanus Olimpo (Togo), Julius Nyerere (Tanzania)  etc. Lo siento. Ya está bien. Cuando conviene a los intereses de las transnacionales bien que pactan con China, con la Rusia de Putin, con Egipto, o con el Lucero del alba, a pesar de que conculquen los Derechos Humanos por cuya defensa somos capaces de invadir y de bombardear poblaciones civiles o de sostener la tremenda injusticia del exterminio del pueblo palestino, o armenio, o kurdo, o checheno, o indígenas sin cuento y africanos sin número. Arrojar de una vez la cara importa que el espejo no hay porqué.

2 comentarios

Bealma -

Yo no creo que seas fustigarse, mas bien creo que es realista a mas no poder (eso si, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio de un articulo sobre un tema tan complejo). En el fondo creo que es la "salsilla" del asunto.

Con su permiso profesor, voy a reenviar el articulo a unas amigas... el otro dia discutiamos sobre el tema de las ongs, que si no sirven para nada, que si en vez de ayudar no tienen ni idea y la cagan imponiendo... basicamente la discusion fue sobre este ultimo tema, que es cierto que es un problema en muchas organizaciones, pero tambien hay excepciones de personas metidas en solidaridad que estan formadas y concienciadas de manera no paternalista. Ellas querian ejemplos, porque no se lo creian y las personas a las que ellas conocian eran los tipicos casos del que va a un sitio sin tener ni idea ni hacer un estudio de campo y plantan lo primero que pillan para sentirse bien consigo mismos. Yo les cité a usted por el hecho de conocerle en persona, pero no supe aportar datos ni convicciones tipicas de la experiencia (ahora, con los 21 solamente intuyo y sigo leyendo y observando...).

Y ahora me encuenctro con este articulo que ni "pintao".

Pau -

Tampoco debemos fustigarnos tanto, los occidentales no tienen la culpa de todo, de que en Marruecos exista una monarquía absoluta (cuidado con Marruecos, ya que es un polvorín social y la mecha ha sido encendida), como tampoco que en Argentina aun se muera de hambre o Brasil comience a ser una potencia colonialista económicamente y militarmente hablando, y un largo etcétera.
Somos nosotros, los habitantes terráqueos, los que hemos decidido llevar este sistema de vida, el de pan para hoy y hambre para mañana, el de vaya yo caliente... el del egoismo a ultranza.
Y cuando salimos de nuestro privilegiado mundo, el de la explotación de los recursos, nos damos cuenta que la mayoría quieren vivir como nosotros o, peor aun, quieren abandonarlo todo para participar de nuestro mundo.