Sabia reflexión sobre el cambio climático del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz
El Gobierno británico ha publicado recientemente el estudio más exhaustivo hasta la fecha sobre los costes y riesgos económicos del calentamiento global y las medidas que podrían reducir las emisiones de gases invernadero, con la esperanza de prevenir en parte las peores consecuencias. El informe, redactado bajo la dirección de sir Nicholas Stern, de la London School of Economics -que fue mi sucesor como economista jefe del Banco Mundial-, expone con claridad que ya no se trata de si podemos permitirnos el lujo de hacer algo para remediar el calentamiento global, sino de si podemos permitirnos el lujo de no hacer nada.
El documento propone un orden de prioridades cuyo coste equivaldría al 1% del consumo anual y ahorraría al mundo unos costes de riesgo equivalentes a cinco veces más. Los costes que se atribuyen al calentamiento global son superiores a los de estudios anteriores porque el informe tiene en cuenta las pruebas, cada vez mayores, de que el proceso de calentamiento global es muy complejo y no lineal, y de que es verdaderamente posible que avance a mucha más velocidad y se extienda mucho más de lo que antes se pensaba.
En realidad, es muy posible que el cálculo de los costes que hace el estudio se quede muy corto: por ejemplo, el cambio climático puede provocar una mayor variabilidad del tiempo, la posible desaparición o transformación de la corriente del Golfo -que interesa especialmente a Europa- y el florecimiento de diversas enfermedades.
Cuando trabajé en el Equipo Intergubernamental sobre Cambio Climático, el grupo científico que evalúa de forma periódica las bases científicas del calentamiento global, existían pruebas aplastantes, ya en 1995, de que la concentración de gases invernadero en la atmósfera había aumentado notablemente desde los comienzos de la revolución industrial, de que la actividad humana había contribuido de forma significativa a dicho aumento y de que eso iba a tener profundas repercusiones en el clima y el nivel del mar. Pero pocos sabían, por ejemplo, que el casquete ártico iba a derretirse con tanta rapidez como se ve hoy.
Aun así, algunos sugieren que, dado que no sabemos hasta qué punto va a ser nocivo el calentamiento global, lo mejor sería que no hiciéramos nada o prácticamente nada. En mi opinión, la incertidumbre debería empujarnos a lo contrario, a actuar ya, no con menos decisión sino con más. Como dice un amigo mío científico: si estás conduciendo por una carretera de montaña, cerca de un precipicio, en un coche cuyos frenos pueden estar mal, y aparecen bancos de niebla, ¿conduces con más o con menos cuidado? El calentamiento global es uno de esos casos infrecuentes en los que la comunidad científica tiene más miedo que la población general de lo que puede ocurrir. Los científicos han vislumbrado lo que puede depararnos el futuro.
El informe Stern destaca que, como de costumbre, los pobres son los más vulnerables. La tercera parte de Bangladesh estará sumergida bajo el agua a finales de este siglo. Las Maldivas y un montón de Estados situados en islas del Pacífico desaparecerán: una Atlántida del siglo XXI.
Para un economista, el problema es evidente: los que contaminan no están pagando plenamente los daños que causan. La contaminación es un efecto externo de alcance mundial y de proporciones inmensas. Los países avanzados no querrán hacer daño a Bangladesh ni a las islas que van a desaparecer, pero ninguna guerra podría tener efectos más destructores.
La mejor manera de hacer frente a un efecto mundial es un impuesto acordado por todo el mundo. Esto no quiere decir aumentar la fiscalidad total, sino sustituir en cada país alguno de los impuestos actuales por un impuesto de contaminación (carbono). Es mucho más razonable gravar cosas que son nocivas, como la contaminación, que cosas que son positivas, como el ahorro y el trabajo.
Aunque el presidente George W. Bush dice que cree en los mercados, en este caso ha hecho un llamamiento a la acción voluntaria. Sin embargo, tiene mucho más sentido usar la fuerza de los mercados -el poder de los incentivos- que depender de la buena voluntad, sobre todo en el caso de las compañías petrolíferas, cuyo único objetivo es obtener los máximos beneficios, independientemente del coste para otros.
Al parecer, Exxon ha financiado supuestos grupos de estudios para minar la confianza en la ciencia que se ocupa del calentamiento global, del mismo modo que la industria del tabaco financió "investigaciones" para poner en duda los datos estadísticos que mostraban la relación entre tabaco y cáncer. Algunas empresas incluso parecen celebrar que el casquete polar se derrita, porque disminuirá los costes de extraer el petróleo existente bajo el océano Ártico.
Por fortuna, existen muchas maneras de que unos incentivos mejorados ayuden a reducir las emisiones. Eso puede conseguirse, en parte, eliminando todos los subsidios destinados a usos ineficaces.En el sistema impositivo de Estados Unidos se encuentran, ocultos, miles de millones de dólares en subsidios a las industrias del gas y el petróleo. Y en cambio, ese país impone aranceles al etanol obtenido del azúcar.
Lo más importante es que unos precios que muestren los auténticos costes sociales de la energía derivada de los combustibles fósiles fomentarán la innovación y la conservación. Alterar mínimamente las costumbres, cuando lo hacen cientos de millones de personas, puede suponer una tremenda diferencia. Por ejemplo, cambiar el color de los tejados en los climas cálidos para que reflejen la luz solar y plantar árboles alrededor de las casas son medidas que pueden permitir un gran ahorro de la energía que se dedica al aire acondicionado.
Tenemos un solo planeta, y debemos valorarlo como merece. El calentamiento global es un riesgo que ya no podemos permitirnos el lujo de ignorar.
Joseph E. Stiglitz es premio Nobel de Economía.
El documento propone un orden de prioridades cuyo coste equivaldría al 1% del consumo anual y ahorraría al mundo unos costes de riesgo equivalentes a cinco veces más. Los costes que se atribuyen al calentamiento global son superiores a los de estudios anteriores porque el informe tiene en cuenta las pruebas, cada vez mayores, de que el proceso de calentamiento global es muy complejo y no lineal, y de que es verdaderamente posible que avance a mucha más velocidad y se extienda mucho más de lo que antes se pensaba.
En realidad, es muy posible que el cálculo de los costes que hace el estudio se quede muy corto: por ejemplo, el cambio climático puede provocar una mayor variabilidad del tiempo, la posible desaparición o transformación de la corriente del Golfo -que interesa especialmente a Europa- y el florecimiento de diversas enfermedades.
Cuando trabajé en el Equipo Intergubernamental sobre Cambio Climático, el grupo científico que evalúa de forma periódica las bases científicas del calentamiento global, existían pruebas aplastantes, ya en 1995, de que la concentración de gases invernadero en la atmósfera había aumentado notablemente desde los comienzos de la revolución industrial, de que la actividad humana había contribuido de forma significativa a dicho aumento y de que eso iba a tener profundas repercusiones en el clima y el nivel del mar. Pero pocos sabían, por ejemplo, que el casquete ártico iba a derretirse con tanta rapidez como se ve hoy.
Aun así, algunos sugieren que, dado que no sabemos hasta qué punto va a ser nocivo el calentamiento global, lo mejor sería que no hiciéramos nada o prácticamente nada. En mi opinión, la incertidumbre debería empujarnos a lo contrario, a actuar ya, no con menos decisión sino con más. Como dice un amigo mío científico: si estás conduciendo por una carretera de montaña, cerca de un precipicio, en un coche cuyos frenos pueden estar mal, y aparecen bancos de niebla, ¿conduces con más o con menos cuidado? El calentamiento global es uno de esos casos infrecuentes en los que la comunidad científica tiene más miedo que la población general de lo que puede ocurrir. Los científicos han vislumbrado lo que puede depararnos el futuro.
El informe Stern destaca que, como de costumbre, los pobres son los más vulnerables. La tercera parte de Bangladesh estará sumergida bajo el agua a finales de este siglo. Las Maldivas y un montón de Estados situados en islas del Pacífico desaparecerán: una Atlántida del siglo XXI.
Para un economista, el problema es evidente: los que contaminan no están pagando plenamente los daños que causan. La contaminación es un efecto externo de alcance mundial y de proporciones inmensas. Los países avanzados no querrán hacer daño a Bangladesh ni a las islas que van a desaparecer, pero ninguna guerra podría tener efectos más destructores.
La mejor manera de hacer frente a un efecto mundial es un impuesto acordado por todo el mundo. Esto no quiere decir aumentar la fiscalidad total, sino sustituir en cada país alguno de los impuestos actuales por un impuesto de contaminación (carbono). Es mucho más razonable gravar cosas que son nocivas, como la contaminación, que cosas que son positivas, como el ahorro y el trabajo.
Aunque el presidente George W. Bush dice que cree en los mercados, en este caso ha hecho un llamamiento a la acción voluntaria. Sin embargo, tiene mucho más sentido usar la fuerza de los mercados -el poder de los incentivos- que depender de la buena voluntad, sobre todo en el caso de las compañías petrolíferas, cuyo único objetivo es obtener los máximos beneficios, independientemente del coste para otros.
Al parecer, Exxon ha financiado supuestos grupos de estudios para minar la confianza en la ciencia que se ocupa del calentamiento global, del mismo modo que la industria del tabaco financió "investigaciones" para poner en duda los datos estadísticos que mostraban la relación entre tabaco y cáncer. Algunas empresas incluso parecen celebrar que el casquete polar se derrita, porque disminuirá los costes de extraer el petróleo existente bajo el océano Ártico.
Por fortuna, existen muchas maneras de que unos incentivos mejorados ayuden a reducir las emisiones. Eso puede conseguirse, en parte, eliminando todos los subsidios destinados a usos ineficaces.En el sistema impositivo de Estados Unidos se encuentran, ocultos, miles de millones de dólares en subsidios a las industrias del gas y el petróleo. Y en cambio, ese país impone aranceles al etanol obtenido del azúcar.
Lo más importante es que unos precios que muestren los auténticos costes sociales de la energía derivada de los combustibles fósiles fomentarán la innovación y la conservación. Alterar mínimamente las costumbres, cuando lo hacen cientos de millones de personas, puede suponer una tremenda diferencia. Por ejemplo, cambiar el color de los tejados en los climas cálidos para que reflejen la luz solar y plantar árboles alrededor de las casas son medidas que pueden permitir un gran ahorro de la energía que se dedica al aire acondicionado.
Tenemos un solo planeta, y debemos valorarlo como merece. El calentamiento global es un riesgo que ya no podemos permitirnos el lujo de ignorar.
Joseph E. Stiglitz es premio Nobel de Economía.
19 comentarios
jose arley -
delfino -
mi correoes dholpin_pino@hotmail.com , y soy un amante de la naturaleza.
Javier -
Sino frenamos la contaminación, y si no se hace nada pronto, va a ser demasiado tarde para tomar medidas para desacelerar el calentamiento global, porque va a llegar a tal grado el calentamiento que ya no va a ver punto de retorno y esto solo va a pasar en las próximas décadas. Se dice que en este siglo la temperatura global de la Tierra va a aumentar de 1 a 6 grados, quizás no parece nada a simple vista. Pero el aumento de grado por grado traerá consecuencias muy drásticas. Cuando la tierra alcance el 3er grado de aumento ya no se va a poder hacer nada, porque el calentamiento se va a tornar incontrolable y provocara la desaparición del Amazonas a causa de enormes incendios que van a ser imposibles de frenar, eso es muy grave porque automáticamente provocara que la temperatura suba 1 o 2 grados más. Y bueno al 4to grado, el nivel del mar subirá a causa del derretimiento de los polos de la Antártida, desapareciendo todos los países con costas, o sea que las costas sudamericanas serán las 1eras seriamente afectadas. Aparte el deshielo en la Antartida hoy ya es una realidad. Esta ocurriendo de una forma mas acelerada de lo que se pronosticaba. El volumen que contienen todas las masas de hielo existentes en el planeta, ¡podrían provocar que el nivel del mar subiera de 60 a 70 m! Va a ver supertormentas nunca antes vistas, enormes catástrofes y esto va a pasar mucho antes de lo que pensamos, quizás hasta lo vivamos nosotros, sino es así serán nuestros hijos. Estas son algunas de las innumerables consecuencias que traerá el cambio climático y de hecho quizás hay muchas otras cosas que ni sabemos, y que ni imaginamos que puedan llegar a suceder. El cambio climático ya lo estamos viviendo. Grandes desastres naturales que antes ocurrían cada décadas, ahora cada vez ocurren mas seguidos. Estos fenómenos cada vez ocurren con más frecuencia e intensidad. El desprendimiento de grandes bloques de hielo esta ocurriendo en los en los polos, masas de hielo gigantes de centenares de km. cuadrados. Si bien el desprendimiento de esos bloques que colapsaran no tendrán un efecto en la elevación del nivel del mar, significa una alerta que algo no anda bien, porque esos desprendimientos de esa naturaleza no son usuales, es a causa del calentamiento global según señalan los científicos. Y que es la zona más afectada por el calentamiento, y la Antartida es la zona que mas a sufrido el aumento de temperatura. Evidentemente el planeta nos esta diciendo que esta llegando a su limite, y nos esta advirtiendo. Estamos en la era en que tenemos que tener verdaderamente en cuenta el medio ambiente y aprender a sobrevivir a lo que nos vamos a enfrentar, que va a ser una batalla muy dura por la supervivencia, porque no nos vamos a engañar, poco se va a hacer por esta cuestión, o cuando realmente busquemos una solución ya va a ser demasiado tarde .Y los países subdesarrollados van a sufrir mayor impacto. Esto provocara enormes crisis mundiales por las consecuencias económicas y perdidas humanas. Guerras por la escasez de los recursos naturales, y una de los principales causas será por la escasez del agua. Es muy difícil, porque hay que cambiar la mentalidad de las personas, cambiar nuestras maneras de vivir, y eso no es de un día para el otro. Y hay otros intereses de por medio que juegan ,el afán de lucro y de expansión de los países de 1er mundo y los de en vías de desarrollo, que obstaculizan más aun buscar nuevas alternativas de desarrollo que sean ecológicas, una alternativa por ejemplo es la energía solar y la eólica pero también existe otras posibilidades. Por eso es muy difícil cambiar un sistema ya predominante a nivel global que rige nuestra sociedad. De otra manera se puede decir quizás que el gran culpable sea el sistema capitalista, pero hablando de la fase del desarrollo industrial. Las industrias son las que emanan el gran porcentaje de los gases de efecto invernadero que perjudican el medio ambiente. Pero tenemos que pensar que se va a hacer mucho mas por esta causa y que del hombre se convenza que no hay otra si es que queremos nuestra preservación. El hombre es un animal de costumbre por ese lado quizás surja algo de esperanza, pero no contamos con mucho tiempo. Hay que buscar soluciones para prevenir tales predicciones de catástrofes climáticas que no ocurran y no buscar soluciones para enfrentarlas en el día de mañana. Mas vale prevenir que curar encaja muy bien en este tema. Y creo que una cosa es cierta el costo económico sería enormemente mayor si seguimos en la misma rienda, lo que significa reconstruir ciudades desvastadas por desastres naturales que de hecho ocurre pero se convertirá en algo mas común y con mas poder destructivo, las posibles enfermedades nuevas que pueden aparecer, la escasez de ciertas recursos haría que estos fueron de altísimo costos para conseguirlos, y esto es muy claro, no todos podrán acceder a ellos, serán muy pocos, habrá guerras por los mismos, y bueno a causa del aumento del nivel del mar, los países de menos recursos no se podrán salvar. Y los países mas ricos buscaran soluciones para construir, barreras bloques especies de muros gigantes para evitar que queden bajo agua. Lo que es una injusticia porque quizás unos pocos se puedan salvar, los que tienen mas recursos y son mas poderosos, que a su vez son los que mas contaminan. ¿Sé imaginan lo que podría llegar a ser el costo económico? serian cifras astronómicas, pero lo mas importante
sin duda es el costo humano que esto provocara. Sin duda que en esto la educación va a ser clave, desde los institutos y los hogares. Es la hora de saber realmente y actuar. Ya no se puede seguir ignorando, detalles mas detalles menos, el cambio climático es una realidad y se debe en gran parte a la acción del hombre, de eso no tengo ninguna duda. Yo creo que el clima sufre cambios naturales pero pienso que el hombre ha acelerado ese proceso. Pero aparte pensemos esto, ¿qué es lo que les dejamos a los que vienen a las generaciones futuras y al resto de los seres vivos? Hay gente que piense que quizás esto pueda suceder, pero le restan importancia porque piensan que no les va a tocar en sus vidas o que va pasar en mucho tiempo, pero como dije antes ,con los que vendrán que? Sufrirán las consecuencias de lo que hicieron sus antecesores.
A continuación voy a decir mas en detalle lo que puede provocar el aumento de grado por grado según Mark Lynas en un libro que escribió titulado Six degrees (seis grados).
Un grado más: se acabaría el hielo del Ártico.
Lynas plantea la desaparición del hielo del Ártico durante medio año si la temperatura sube solo un grado centígrado más. Además, las mareas podrían sumergir todas las viviendas de la costa de la Bahía de Bengala, entre Birmania e India, donde habitan más de un millón de personas. Habría huracanes en el Atlántico Sur, sequías severas en el oeste de Estados Unidos donde se ubican ciudades como San Diego, San Francisco, Las Vegas y Los Ángeles y se verían cambios inesperados en la agricultura de Inglaterra, donde hay más de 400 viñedos.
Más 2 grados: se acabarían las barreras de coral.
Se aceleraría el derretimiento de los glaciares de Groenlandia. Del glaciar Jakobshavn se desprenderían porciones de hielo que si se derritieran serían suficientes para abastecer con agua potable a todos los habitantes de Nueva York por un año. La extinción de los osos polares no tendría vuelta atrás y los insectos podrían comenzar a migrar a muchas regiones que se han vuelto más templadas, un hecho que ya es evidente en regiones de Brasil, Venezuela y Colombia. La isla-nación de Tuvalu, en el Pacífico sur, podría quedar sumergida por las mareas y las barreras de coral desaparecerían, porque no resistirían el aumento de la temperatura del agua.
Más 3 grados: la amenaza caería sobre la selva del Amazonas
La nieve de los Alpes se acabaría y las olas de calor serían lo normal en el Mediterráneo y en la mitad de Europa central. Los huracanes de categoría 6, peores que Katrina, serían más frecuentes y la selva del Amazonas podría desaparecer por la proliferación de incendios.
Más 4 grados: desaparecerían Venecia y parte de Egipto. El derretimiento de los glaciares del Himalaya, que alimentan el río Ganges, se produciría antes del 2035. La inundaciones serían frecuentes. Además, sin nieve que produzca agua, habría hambrunas. El norte de Canadá se convertiría en la zona agrícola más prolífica del planeta y los hielos del oeste de la Antártida podrían colapsar elevando el nivel del mar hasta la destrucción de zonas costeras de América Latina. También se inundaría por completo Venecia (Italia) y zonas de Egipto y Bangladesh.
Más 5 grados: no habría agua para Los Ángeles, El Cairo, Lima o Bombay.
Ante un escenario de este tipo, la guerra por el líquido sería inminente, una situación que muchos de los expertos del mundo han anunciado.
Más 6 grados: nos devolveríamos al periodo Cretácico.
Por falta de nutrientes, y ante la extinción de más del 70 por ciento de las especies, el océano se vería azul brillante. Los desiertos avanzarían sobre los continentes. Los desastres serían asunto de todos los días y muchas de las principales ciudades del mundo, como Nueva York, estarían bajo el agua. El mundo podría parecerse al período Cretácico, 144 millones de años atrás, en el que solamente un 18 por ciento de la superficie de la Tierra estaba sobre el nivel de las aguas, cifra que hoy se acerca al 30 por ciento.
Yo estoy convencido y creo firmemente en esto. Además creo que este siglo va ser clave porque va a marcar el rumbo de la humanidad. Creo que estamos en el momento justo de cambiar o condenarnos a la extinción.
Aclaro que acepto y respeto a las personas que no estén de acuerdo, solamente expreso mi pensamiento.
Esto simplemente va dirigido para informar y concientizar.
Yo se que esto no hace mucho, que realmente lo que provocara cambios es la acción, pero la información es muy importante también, la concientización es el 1er paso.
Desde luego que quiero aportar con algo mas pero hasta el momento no se como.
Yo en este momento estoy terminando secundario. Después quiero hacer meteorología para luego hacer licenciatura en ciencias atmosféricas. Porque estoy interesado en estudiar el comportamiento y variabilidad del clima y por la tanto las consecuencias que trae y puede traer el cambio climático.
Si alguien quiere comunicarse conmigo , o si me pueden aconsejar todas las opciones que tengo para estudiar además de ciencias atmosféricas, mi correo es: locomotiv313@hotmail.com
Desde ya doy muchas gracias a este blog por darme la posibilidad de dejar este mensaje y a tantos otros.
Aprovecho a comunicarme a través de estos blogs que tratan sobre el tema del cambio climático o calentamiento global porque la gente que los visitan es mas probable que se interesen por este tema.
Muchísimas gracias.
Un gran saludo
karla _15 -
si desde hace mucho pudimos haber hecho algo por el
pero nadie lo toma en hasta que se ve afectado todos quieren hacer algo para salvarlo......... ps hasta q hora ojala todos pensaran lo mismo pro a todo mundo le vale
KIARA ZAMCO -
Marta -
Jorge Inarejos -
Sara Picapeo -
¿Que las islas del Pacifico van a quedar sumergidas a finales de siglo?Eso no lo podemos permitir,son una maravilla!!
Me he estremecido al leer el articulo.
Sopla levante -
Las empresas pagan, los informes callan, la tierra arde y los polos se derriten. El mundo va a durar, como dice Sabina lo que duran dos peces de hielo en un vaso de ron
Jorge P. -
Alberto Luque para Rubén -
Rubén -
Lo que si hay que controlar son las emisiones de las centrales térmicas sustituyendolas por energías renovables , ya que los planes de planificación de energía corresponden al Gobierno.
Noelia (Roja) -
Alberto Luque -
Larry -
Rocío Romero -
Saludos:Rocío
Emma Bernardo -
Marta Gálvez Z. -
Diego López -
Salud.