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J. C. García Fajardo

Todos estamos vigilados por la CIA, no sólo los sospechosos de terrorismo

EE UU espía millones de transferencias bancarias internacionales desde el 11-S 
El Gobierno de Bush valora el acceso a los datos como "vital en la guerra contra el terrorismo"
La controvertida guerra contra el terrorismo del presidente de EE UU, George W. Bush, cuenta desde ayer con un nuevo episodio al descubrirse que la CIA, bajo la supervisión del Departamento del Tesoro, espía desde poco después del 11-S miles de transferencias bancarias alrededor del mundo. El programa, declarado secreto por la Casa Blanca y amparado en los poderes extraordinarios con que el Congreso dotó a Bush en los días posteriores a los atentados de Nueva York y Washington, se basa en la colaboración de un consorcio bancario internacional con sede en Bruselas que registra millones de movimientos financieros al día. Los bancos centrales de los 10 países más industrializados conocían el plan.
El Gobierno de EE UU lleva más de cuatro años accediendo a bases de datos financieros para detectar transferencias nacionales e internacionales de dinero que pueden estar relacionadas con las redes terroristas. Aunque el propio Gobierno y el Departamento del Tesoro habían asumido públicamente este empeño -y ayer lo defendieron enérgicamente- no se conocían los detalles del programa ni el recurso legal empleado para obtener de forma masiva los datos del sistema bancario internacional.
Tras la revelación de The New York Times -y de Los Angeles Times y The Wall Street Journal- sobre el Programa de Rastreo de la Financiación del Terrorismo, queda al descubierto que el Tesoro "ha examinado miles de transacciones bancarias" para rastrear movimientos de dinero en lo que el diario llama "el sistema nervioso de la industria bancaria global": el consorcio de instituciones financieras SWIFT (Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales). A través de la red SWIFT se gestionan diariamente 11 millones de mensajes diarios de movimientos internacionales de dinero.
La vigilancia de estos movimientos no es nueva, pero sí lo es el trabajo conjunto entre la CIA y el Tesoro y el acceso al banco de datos. El programa se ampara en un razonamiento similar al de las escuchas electrónicas, basado en los poderes extraordinarios que el presidente asume después del 11-S para la lucha contra el terrorismo. El programa es "vital" en la guerra contra el terrorismo, aseguró John Snow, secretario del Tesoro. Es un mecanismo "que funciona, que ha marcado una diferencia con el pasado, y que tiene toda clase de controles y salvaguardias". El Gobierno usa "las herramientas que el Congreso nos ha dado para seguir el rastro del dinero de los terroristas, y ese rastro nos conduce a los propios terroristas". Lo tremendo es que ha controlado el dinero y operaciones bacnarias, mercantiles y financieras de millones de no estadounidenses con el pretexto de  la lucha antiterrorista. Como el vicdepresidente Cheney utiliza la invasión criminal de Iraq para el mayor beneficio de la empresa Halliburton. La información económica es poder y EEUU cree que tiene derecho al control y abuso de la información bancaria protegida por el secreto profesional, menos para la CIA. Es una barbaridad de alcances inconmensurables
La Sociedad de las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés) es la plataforma que utilizan 7.893 entidades financieras para realizar 11 millones de transferencias al día. SWIFT es la tubería que conecta a unos bancos con otros y por la que circulan millones de operaciones bancarias, es decir, la estructura informática que permite el traspaso de información de una manera segura y confidencial.
Es como un servicio de correos destinado a lo que llaman "mensajes financieros" u órdenes electrónicas, pero que no abre ni cierra cuentas bancarias y ni siquiera mueve dinero; sólo lleva y trae operaciones de un banco a otro. Las principales transmisiones de las que se ocupa son las transferencias, los valores, los bonos del tesoro y operaciones comerciales varias.
Hace 33 años, un puñado de profesionales se instalaron en un cubículo de 40 metros cuadrados en Bruselas con la misión de crear una red de comunicaciones bancarias y lenguaje común con el que las entidades se pudieran manejar. Y fueron los propios bancos (239 en aquel entonces) los que crearon SWIFT, deseosos de automatizar las operaciones interbancarias. Cuando las operaciones todavía se hacían por fax, SWIFT empezó a informatizar estos traspasos y a proporcionar canales uniformes para todas las operaciones. El éxito fue fulminante.
Es un servicio en entredicho
Las tecnologías avanzaron y los bancos se dotaron de sistemas informáticos que les permitieron relacionarse con el resto de las entidades sin problemas. Aun así, miles de entidades bancarias siguen recurriendo a los servicios de SWIFT, que vende rapidez y confidencialidad en las transmisiones. Una seguridad que ayer quedó en entredicho después de conocerse que la cooperativa financiera entregó al espionaje estadounidense tras los atentados del 11-S información sobre sus clientes.
Los 10 grandes bancos del mundo, incluido el Banco Central Europeo (BCE), controlan el funcionamiento de SWIFT.... ¡ si  esto  no  es  una  especie  de terrorismo  financiero...!

Nesemu

 

3 comentarios

Zola -

Europa está actuando con la irresponsabilidad propia de un niño al que sus padres (los EEUU) ordenan: "ver, oír y callar"

Jorge P. -

No entiendo de la legitimidad del Congreso de Estados Unidos para asuntos que atañen a todos.

mocito -

Da qué pensar el silencio de la UE sobre los vuelos secretos de la CIA en la reciente cumbre con Estados Unidos. También sabían esto, pero pesa demasiado y es útil para todos.