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J. C. García Fajardo

Retazos de la Luna azul 029: A lomos de mula

El otoño había llegado a la región y el Maestro iba feliz sobre su mula contemplando los arces dorados, los estanques de lotos azules, las veredas en las que apuntaban los acebos que florecerían en rojo durante el invierno. El ritmo de su cabalgadura le hacía mover la cabeza y a sus acompañantes les parecía que iba saludando a las plantas y a las ardillas y a los cuervos y a todo lo que les salía al encuentro. Porque ésta era una de las claves de su enseñanza:
- La paz se manifiesta cuando no tienes que ir a por las cosas sino que estas salen al encuentro. A eso llaman en Occidente contemplación, dejarse impregnar, invadir, hasta saberse uno con todo lo que existe. No hay que “ir allí” ni “permanecer aquí”, sino simplemente respirar y hacer lo que tienes que hacer, esto es, lo que quieras.
- ¡Maestro! Dicho así parece muy fácil pero si no tenemos que ir a la montaña ni ésta va a bajar hasta nosotros, ¿cómo podríamos visitar a tu Maestro? -, preguntó Sergei que se agarraba con las dos manos al arzón de su cabalgadura -.
- La clave está en no “tener que”, sino en hacer lo que sea y donde sea porque sí. El que pretende hacer el bien, ya recibió su recompensa.
- Entonces, ¿no es lícito querer hacer el bien?
- Mejor es hacerlo. Eso es lo que respondió el primer patriarca al Emperador de China cuando éste le exponía las buenas obras que hacía. “¿No es esto virtuoso? ¿Acaso no tienen mérito mis acciones, Venerado Maestro? - le preguntó el Emperador” “¡No!, Hijo del Cielo, - respondió Bodidarma -, porque buscas el mérito en tus acciones”.
- ¿Pero no decías, Maestro, que la felicidad consiste en hacer lo que uno quiere?
- No dije tal cosa, sino en poder hacer lo que uno quiere. Y el único camino que conozco es querer lo que uno hace.
- ¡Cuánto hubiera dado Xavier por cabalgar por las montañas de estas tierras que sólo avizoró desde Japón! , - dijo alegre Ting Chan.
- ¿A qué viene ahora evocar a quien pretendía cambiar nuestro modo de vida? –preguntó Sergei.
- Eso es lo que pretendía desde su cosmovisión pero estoy seguro de que, en cuanto llegara aquí y descubriera el Camino del Tao, el Budismo y el Chan en el que ya por entonces había evolucionado, sin duda que lo hubiera abrazado.
- ¿Cómo estás tan seguro, Noble Ting Chang?
- Porque un hombre que afirmó que “la virtud más eminente es hacer sencillamente lo que tenemos que hacer”, ya vivía en el Tao,- respondió con una amplia sonrisa el médico mientras el Maestro los miraba con profunda complacencia.
 

José Carlos Gª Fajardo

9 comentarios

Mariola -

las cosas no se hacen para esperar una recompensa, sino para conseguir satisfacernos nosotros mismos, y sentirnos bien. Pues haciendo lo que quieres y porque te da la gana, podras alcanzar esa felicidad buscada, que creo que es nuestra meta, y es de las mejores satisfacciones que podríamos alcanzar. Porque es tanto el sabor que le da la felicidad a nuestra vida...

úrsula -

Es mejor hacer las cosas porque te salen y no porque detrás de ellas tienes una recompensa o algo por el estilo.
Así es como una persona podrá llegar a la felicidad, hsciendo el bien sin proponerselo nunca.

Media Veronika -

Las acciones nobles se corrompen cuando las empiezas a pensar.Hay que lanzarse a la piscina con los ojos cerrados y la mente en blanco.Igual no hay agua...pero igual te llevas un agradable remojón contigo...

Estrada -

Cada uno debería hacer lo que le diese la gana, respetando a los demás, sin importarle el qué dirán o si será recompensado por sus actos.
Solo así conseguirá un equilibrio con su cabeza y con los demás.

RöXyE -

Mientras Sergei se agarraba con las dos manos a la cabalgadura...el Maestro llevaba las dos manos extendidas...

Cristina -

No debemos hacer las cosas para esperar una recompensa de ellas, sino porque queremos hacerlas y nos sentimos bien. La felicidad llega cuando estamos en paz con nosotros mismos y eso solo lo podemos conseguir haciendo lo que más queremos y nos gusta y no lo que pensemos que estará mejor hecho y por lo que nos reconocerán más nuestras acciones."Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace"
Jean Paul Sartre

Anahi -

Pero hacemos lo que queremos dentro de unos límites, unas normas que nos han obligado a aceptar, sólo es válido lo políticamente correcto.
Los actos buenos se hacen porque uno quiere hacerlo, "porque así le sale", no esperando recompensa, esto es el altruísmo. La mejor recompensa es sentirse satisfecho y recompensado con una sonrisa.

Caridad -

La felicidad se construye dia a día. No hay que mirar en un mañana, ni en un pasado, sino en el momento en el que estás y hacer este que sea especial y feliz. Tenemos que ver la vida como una oportinidad y poder disfrutarla.

beatriz martinez -

La verdad es que muchas veces no hacemos cosas que queremos porque no nos lo proponemos, de verdad. Si viésemos la vida de otra manera seguro que seríamos más felices. Tendríamos que ver la vida como el maestro.