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J. C. García Fajardo

Clonaciones: Preparados ante las reacciones de los reaccionarios

Con dolor y pena asistimos a este enorme golpe a las investigaciones sobre las clonaciones con fines terapéuticos. Nadie podrá detenerlas pues es un paso esencial en el campo de la ciencia, a pesar de que sus detractores digan que podrán ser utilizadas con fines perversos. ¿Qué conquista de la ciencia no lo ha sido en su lucha por salir del oscurantismo, de la cerrazón y de la ignorancia? Pero ese peligro a demostrar, los de los dogmatismos religiosos y los de la ignorancia ya están comprobados ad nausem, no podrá impedir los trabajos en todos los campos del saber movidos por la necesidad de la búsqueda de la verdad para mejor trabajar por la justica y por el bienestar de la humanidad, del mundo animal y del medio ambiente.  Por eso, aprovechando este fraude científico, que Bernat Soria no vacila en colocar en el ámbito de la psiquiatría, en un científico coreano, el Dr. Hwang, que no tuvo la humildad de respetar los necesarios pasos de la ciencia los lobbies más reaccionarios aprovecharán para cargar con todos sus medios contra esta línea de investigación.  Por eso, sugiero seguir lo más de cerca que podamos los avatares de este escándalo, a pesar de no ser expertos en el tema. Eso nos ocurrirá a lo largo de nuestra carrera profesional, por eso, lo prudente es aprender de los que saben, huir de reduccionismos simplones y abstenernos de emitir juicos en un tema que nos sobrepasa. De ahí, que para nuestro blog haya tomado de los medios que me parecen más solventes estas informaciones. Seguiremos de cerca el tema, precisamente porque es difícil pero de trascendental importancia para la salud de los seres humanos, aunque sus logros puedan echar por tierra algunas creencias que se tenían por axiomáticas en un abuso de competencias que no tenían los detentadores de la ortodoxia en todos los campos, hasta en el de las ciencias experimentales. Nesemu

El experimento coreano de clonación terapéutica publicado en junio pasado en la revista Science, que era considerado uno de los mayores avances en medicina regenerativa de los últimos años, es una "falsificación" fruto de una falta de "ética profesional" que mina los "fundamentos de la ciencia". Ésta es la principal conclusión del comité de la Universidad de Seúl, al que el Gobierno surcoreano encargó investigar el trabajo de Hwang Woo-suk, el científico que asombró al mundo al clonar los primeros embriones humanos y derivar las líneas de células madre de pacientes. Ayer, un tambaleante Hwang anunció su dimisión de la Universidad de Seúl, pero defendió su técnica, hasta hace poco considerada la mejor del mundo. Y que, modestamente, pienso que habrá de seguir estudiándose por los expertos más cualificados. Una cosa es un método o una técnica y otra el uso abusivo que se puede hacer de los mismos en un afán por quemar las necesarias etapas. No demonicemos un método con los abusos o errores en su uso, la historia de las ciencias está llena de casos semejantes. Las conclusiones de la comisión, cuyos trabajos aún no han terminado, han conmocionado a la comunidad científica y a la sociedad coreana, que había convertido a Hwang en un héroe, en el científico capaz de alumbrar la esperanza de miles de enfermos de diabetes, Parkinson o lesión medular.
El objetivo de la clonación terapéutica es obtener células madre clonadas de pacientes de tal forma que los tejidos que se desarrollen sean implantados sin que causen rechazo. El fiasco pone también en la picota a la prestigiosa revista Science y sus métodos de verificación, que no detectaron el fraude.
Hwang Woo-suk, el científico surcoreano que asombró al mundo al clonar los primeros embriones humanos, y al derivar de ellos las primeras líneas de células madre específicas de pacientes, dejó ayer su puesto en la Universidad de Seúl por uno de los fraudes científicos más escandalosos de la historia. Una investigación de su propia universidad ha concluido que 9 de las 11 líneas celulares que Hwang presentó en junio en la revista científica Science estaban falsificadas. Los investigadores del sector no llegan a entender lo que pretendía Hwang, y se preparan para una tormenta de ataques oportunistas. Pero subrayan que es la propia ciencia la que ha destapado el fraude. Y que seguirán adelante
Editorial de El País: En un campo científico incipiente como la clonación terapéutica puede haber fronteras éticas difusas. Ésa, al fin y al cabo, es la causa última de que los grandes centros públicos de investigación norteamericanos hayan tenido que permanecer al margen de esas líneas de trabajo mientras otros países, pese a su inferioridad de medios, aprovechaban un ambiente legal más propicio para ir saliendo adelante. El caso de Hwang Woo-Suk era hasta ayer el paradigma perfecto. Desde su modesto laboratorio de la Universidad Nacional de Seúl, Hwang había asombrado al mundo al anunciar la clonación de los primeros embriones humanos, y al derivar de ellos los primeros cultivos de células madre específicos de pacientes. Tal vez las costumbres surcoreanas fueran algo laxas en relación con la donación de óvulos, y seguro que Hwang se había beneficiado de ello en sus experimentos pioneros, pero el Gobierno de Seúl era consciente de esos problemas, y la compraventa de óvulos ya había sido prohibida por ley en enero.
Pero la frontera del fraude científico no es difusa, sino nítida y cortante. Hwang y su equipo publicaron en junio, en una de las dos revistas científicas más prestigiosas del mundo, que habían obtenido 11 líneas de células madre clonadas de pacientes, en lo que suponía un pilar esencial para la futura medicina regenerativa. Y, según las primeras conclusiones de la investigación a la que le está sometiendo su propia universidad, conocidas ayer, sólo dos de esas líneas existían cuando él envió su borrador a la revista; las otras nueve figuras no son un error o un descuido, sino una manipulación deliberada; y Hwang no ha sido burlado por un colaborador, sino que es responsable del engaño. Faltan muchos detalles por conocer, pero bastan los dos brochazos que ya se conocen para sospechar que nos encontramos ante uno de los mayores fraudes científicos de la historia reciente.
Entender tal comportamiento llevará tiempo. Quizá sea más fácil analizar los fallos del sistema de publicación científica. En una revista de calidad, los borradores son examinados por tres o cuatro investigadores de prestigio, pero su trabajo suele consistir en evaluar si las conclusiones se desprenden lógicamente de los datos que presentan los autores y si el trabajo tiene el suficiente interés como para merecer su publicación en un escaparate de tanto impacto, no en descubrir falsificaciones más o menos imaginativas ni trucos de tijera y pegamento. El sistema científico, como casi todo, se acaba basando en la confianza. Hwang la perdió ayer.
El director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, Bernat Soria, no salía ayer de su asombro.
Pregunta. Evaluación de daños.
Respuesta. Hemos viajado de 2005 a 2002. No hay atajos, y habrá que poner a punto la transferencia nuclear [la técnica usada para la clonación terapéutica] como hubiera sido lo normal de no existir Hwang, trabajando con calma en células de primates no humanos. En el fondo, ir paso a paso es lo normal en ciencia. No tiene demasiada importancia.
P. ¿Cómo se explica el comportamiento de Hwang?
R. Si es cierto que se trata de una manipulación deliberada, pertenece al ámbito de la psiquiatría. No estiendo cómo puedes andar mareando los datos de esa forma cuando sabes, con el 100% de certeza, que te van a descubrir. En un campo como éste, todo el mundo va a intentar reproducir tus resultados, va a utilizar tus líneas celulares y es absolutamente imposible que te escapes. De psiquiátrico, vaya.
P. ¿Deprime?
R. Igual que un buen experimento anima el campo, un fraude lo sume en la tristeza, qué duda cabe. Pero también hay una lectura positiva: que la ciencia dispone de los mecanismos para detectar el engaño. Si un ideólogo miente es más difícil que lo descubran. La ciencia siempre puede remitirse a fundamentos objetivos y cribar los artefactos y las manipulaciones.
P. ¿Pronostica borrascas?
R. Sin duda. Los enemigos de estas investigaciones aprovecharán para decir: ’¿Veis como todo era mentira? ¿Veis como no sirve para nada?’ Pero qué más da. No hay otro camino que seguir adelante, dentro de la ética y, por supuesto, dentro de la ciencia. La vía de Hwang no vale. Las soflamas tampoco.

 

 

12 comentarios

Alba -

La clonación de células madre es el futuro para la medicina. Hay puntos a favor y en contra para este tipo de ciencia, como por ejemplo, la Iglesia y los más conservadores que no ven viable abusar así de la genética y del ser humano. Espero que ahora no utilicen este error por parte del coreano para tachar aún más esta revolución en la medicina genética. Ha sido algo grave, pero no quita que podamos seguir por esta vía para resolver las enfermedades.

Jonathan -

Estoy de acuerdo. La falta de ética de un científico no puede ser motivo para que ahora la investigación en clonación se vea (aún más) perjudicada. Aunque posiblemente pase eso. Todos sabemos que los reaccionarios gozan de muy buena salud. Por lo demás, los que confiamos en la clonación como solución a grandes problemas, la actitud de Hwang Woo-Suk es vergonzosa. Soria anteayer decía en el periódico: \"Volvemos a 2002\". Pues eso.

Silvia García Burguillo -

Las investigaciones científicas no deben ser frenadas porque un científico sin ética haya abusado de su posición y de la confianza del resto.
Jugar a ser dios sin serlo produce casos como éste, que lo único que va a conseguir es que a la larga lista de detractores con los que los avances científicos ya cuenta, se unan aun más. Logrando de éste modo que todos salgamos perjudicados. Aunque también es cierto que no somos perfectos y, que precisamente de los errores es de lo que más aprendemos.

Z -

Da igual cuál sea el avance científico. Prácticamente siempre es posible encontrar un uso negativo de ellos. Y una vez descubierto algo, es muy poco probable que no se utilice, legal o ilegalmente.

Escila -

Me indigna las trabas que le ponen a la ciencia con todo lo que tiene que ver con el ser humano y los pocos impediementos que se ponen para investigar con máquinas de guerra, productos tóxicos que exterminan poblaciones enteras... Me parece completamente absurdo buscar la ética en la clonación. El ser humano tiene miedo de sí mismo, por su naturaleza destructiva. Pero repito, no es lo único con lo que se experimenta. Poder salvar vidas de gente enferma, que ya tiene vida y no la quiere perder es mucho más importante que jugar a los salvadores de la integridad.

Diego Ochoa. -

Todo lo que sea para hacer un mundo mejor, para avanzar y desarrollarse está bien, pero hay que ser cautos y controlar ese avance para que no se nos vaya de las manos.

Jarkoe -

Cierto escepticismo en torno a las intenciones de los científicos es normal, sobre todo por usos y medios utilizados en más de una ocasión (la ciencia como forma de fabricar muerte, la ciencia como forma de enriquecimiento y el trato de animales e incluso seres humanos dentro de la ciencia son los más claros ejemplos de ello). No obstante, la ciencia ha llevado muchas veces también al progreso, a soluciones necesarias. Y por ello, no será nunca coherente el constante ataque por parte de la fuente de la reacción, el dogmatismo, que, una vez más, sobre este tema se posiciona sólo con el incauto bastón de la ignorancia. Esto ha sido un fraude científico, sí. Pero es obra del Dr.Hwang, no de toda la comunidad científica. Y siempre se puede volver atrás e ir, como afirma Soria que es normal, paso a paso. Independientemente de que pueda utilizarse, como muchos pueden creer, para fines perverso, lo cierto es que la clonación terapéutica podría servir, una vez investigada y conocida, para solucionar muchos problemas que hoy menguan el bienestar de mucha gente, un bienestar en el que la salúd juega uno de los papeles más importantes y en torno a la cual conseguir avanzar es una importante medida del progreso. La ciencia por el verdadero progreso, para el ser, nada más.

Jarkoe -

Cieto escepticismo en torno a las intenciones de los científicos es normal, sobre todo por usos y medios utilizados en más de una ocasión (la ciencia como forma de fabricar muerte, la ciencia como forma de enriquecimiento y el trato de animales e incluso seres humanos dentro de la ciencia son los más claros ejemplos de ello). No obstante, la ciencia ha llevado muchas veces también al progreso, a soluciones necesarias. Y por ello, no será nunca coherente el constante ataque por parte de la fuente de la reacción, el dogmatismo, que, una vez más, sobre este tema se posiciona sólo con el incauto bastón de la ignorancia. Esto ha sido un fraude científico, sí. Pero es obra del Dr.Hwang, no de toda la comunidad científica. Y siempre se puede volver atrás e ir, como afirma Soria que es normal, paso a paso. Independientemente de que pueda utilizarse, como muchos pueden creer, para fines perverso, lo cierto es que la clonación terapéutica podría servir, una vez investigada y conocida, para solucionar muchos problemas que hoy menguan el bienestar de mucha gente, un bienestar en el que la salúd juega uno de los papeles más importantes y en torno a la cual conseguir avanzar es una importante medida del progreso. La ciencia por el verdadero progreso, para el ser, nada más.

Marcos -

Hace poco decían en el programa de La 2 Redes que el conocimiento científico se diferencia del resto por la atención que dedica al error. El error es algo normal y no se tiene que olvidar, es lo que permite avanzar. Por eso el caso Hwang ha causado tanto estupor. Sin embargo, los que critican a los genetistas (pobres científicos, que han pasado sin coomerlo ni beberlo de unos perfectos desconocidos pero respetados a poco menos que demonios) lo verán como la prueba "irrefutable" de esta farse, cuando realmente éste es otro de los errores sobre los que la ciencia avanzará.

Sin embargo, y pese a mi apoyo de las ideas científicas, tengo cierto temor por su avance (temor natural de un escéptico). Un profesor que tuve era amigo de los británicos que clonaron a la oveja Dolly: un día nos comentó que no quería decirnos la de cosas que habían tenido que hacer para llegar hasta ese resultado.

Alejandra Requena -

Creo que no tienen porque pagar justos por pecadores,¿no?
No hay que pensar que como Hwang ha mentido en su descubrimiento, todos los científicos son unos mentirosos. Hay que tener en cuenta que la gran mayoria son científicos serios que lo que pretenden es mejorar nuestras vidas!
Es cierto que es vergonzoso que se produzcan hechos de este calibre, pero no es nuevo el tema de la manipulación informativa, por lo que creo que se deberia investigar más este tipo de cosas antes de sacar las noticias a la luz.

Belén -

Un fraude o engaño de una sola persona no debe servir para condenar a toda una comunidad.
Es un hecho que los sectores más conservadores de la sociedad, la derecha y la iglesia, aprovecharán este fallo para criticar el duro trabajo que realizan los científicos.
No se puede meter a todos en el mismo saco, y como ha dicho el propio Bernat Soria, la comunidad científica ha sido la que ha sacado a la luz estas irregularidades, aún a riesgo de ser atacada. En ningún momento han ocultado nada, lo que, en mi opinión, es algo muy positivo.

Creo que muchos sectores que critican el uso de embriones no sabe realmente lo que la ciencia pretende. Mucha gente asocia clonación con las películas de ciencia ficción, donde un malvado científico crea un monstruo mediante este proceso. Aunque a muchos de los bloggers les parezca absurda esta afirmación, yo la he oído más de una vez.
La información sobre los propósitos de la ciencia en este campo deberían estudiarse con más profundidad, no sólo para evitar que la gente caiga en errores de este calibre, sino porque a todos nos deberían interesar los avances que pueden hacer que nuestra vida sea mejor.
Creo que tirar los embriones que no se utilizan en los procesos de reproducción asistida a la basura, (esto es verídico) es un desperdicio, porque son indispensables para el descubrimiento de soluciones para enfermedades que hasta ahora se consideraban incurables.

Rôvënty -

No podemos poner trabas a la ciencia, pero se debe tener cuidado con el uso que se le da. No vaya a ser que queramos construir la torre de Babel y querer equiparanos a los dioses