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J. C. García Fajardo

No olvidemos las cuentas del CO2

La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado un 30% desde el inicio de la revolución industrial hasta ahora, un cambio sin precedentes en la historia. De esas emisiones extra de CO2 han sido responsables los países que más se han industrializado. Pero el panorama a principios del siglo XXI ha cambiado, y ya no son los países desarrollados los únicos que están inyectando al aire los compuestos que refuerzan el efecto invernadero natural provocando el cambio climático.
Los países desarrollados que han ratificado el Protocolo de Kioto (esencialmente los de la UE, Canadá, Japón, Rusia y Nueva Zelanda) emitían a la atmósfera en conjunto 8.131 millones de toneladas de carbono anuales en 2003. Los países desarrollados que no aceptan el Protocolo, es decir, EE UU y Australia, sumaban 7.409 millones toneladas en la misma fecha. Los grandes países en desarrollo (China, Brasil, India, México y Suráfrica) estaban ya en 6.594 millones de toneladas en 1994, último año para el que hay datos oficiales uniformes. Son las cifras barajadas por Josep Garriga, miembro de la delegación española en la cumbre de Montreal y técnico de la Generalitat de Cataluña.
Estas cuentas del CO2 ponen de manifiesto, explican los expertos, por qué el compromiso de los países desarrollados dispuestos a cumplir Kioto (reduciendo sus emisiones en una media del 5,2% en el periodo 2008-2012 respecto al nivel de 1990), no es suficiente. Tendrían que subir a bordo del esfuerzo los que ahora rechazan el Protocolo, sobre todo EE UU, para que el efecto fuera significativo. Y mejor aún si el tercer grupo de países considerados en estas cuentas asumen que algo van a tener que hacer en el futuro para ralentizar un problema, el cambio climático, que a ellos les afectará especialmente.
Lo ideal, por supuesto, sería que los tres grupos de países aunasen esfuerzos, pero al menos en Montreal las naciones en desarrollo no ha rechazado el considerar su colaboración, en alguna medida, en algún momento. Los científicos han advertido que para frenar el problema habría que reducir las emisiones globales un 50% hacia 2050.

 

6 comentarios

Marcos -

Ya no me acuerdo si fue un amigo el que me lo dijo o es que lo leí en algún lado: aunque Estados Unidos sea la gran potencia contaminadora, mucho más peligroso en poco tiempo serán países como China e India, porque éstos están empezando a industrializarse ahora, y con su gran población y su anticuada tecnología (mucho más contaminante) pueden hacer que esta industrialización tenga unas consencuencias catastróficas.

La única solución que sigo viendo a esto es el desarrollo de nuevas tecnologías menos contaminantes y más eficaces, a lo que habría que añadir que hay que facilitar a los países en desarrollo el acceso a estas tecnologías.

DANIEL -

Y aunque no nos lo digan los científicos. Es que no nos queda otra. O reducimos las emisiones de CO2 o nos destruímos. Como bien dice Leonardo ´hasta que no suceda algo grave, nadie hará nada´, como siempre. Cuando ocurre la desgracia es cuando entonces se toman medidas.

Gem -

Parece, como siempre, que hasta que ocurren las cosas no hacemos caso de lo que nos han advertido muchas veces antes. Estamos destruyendo nuestro mundo, y parece no importarnos. Seguimos nuestras vidas pensando que el cambio climático y otras consecuencias que conlleva la contaminación son simplemente producto de las películas de ciencia ficción producidas en Hollywood. Lo peor de todo es que vemos que cada vez nuestro mundo enferma cada vez más, y aún siguen algunos diciendo que no saben porqué, y otros que no podemos hacer nada al respecto. Si todos pensáramos así, si todos tomásemos actitudes tan cómodas, estoy segura de que nuestro planeta fallecería sin oponer resistencia, simplemente para no sufir más.

Andrés -

Destruímos aquello que tenemos que dejar a los que vienen, porque seguirán viniendo, hasta que consigamos lo contrario. Por lo visto todo da igual, ya no importa nada, ya nada es lo que era...

Almudena -

¡7.409 millones de toneladas! Y lo peor de todo es que Australia solo cuenta con 19.546.792 de habitantes, así que no cuesta mucho saber que las tres cuartas partes de esa desmesurada cifra es de EEUU. Y parece que, como, siempre no se puede hacer nada...

Leonardo -

hasta que no suceda algo grave parece no se mueva nadie,que desastre..