Blogia
J. C. García Fajardo

Bitácora de un Jubilata: Recuperar sanas costumbres

Esta mañana temprano recuperé mi costumbre de pasear con mi perro Labrador (Raitán) a campo abierto. Después de las intervenciones quirúrgicas, había reducido esos paseos. Ya los he recuperado. Dos horas campo a través, con la hierba alta, las hojas de las encinas derramando agua, charcos enormes en los que se bañaba el perro, las liebres y los conejos acechando para echar a correr cuando se reponían del susto de vernos con estos días de lluvia. Fue algo hermoso. Como siempre, volvía a reconocer árboles, senderos, taludes, viejos búnkeres de la guerra, muy antiguos obstáculos de cemento o hechos con troncos de árboles de viejos circuitos de campo a través con los caballos de la yeguada militar. Hace muchos años, por estas tierras de La venta de La Rubia, con permiso de los militares, corríamos las liebres detrás de los galgos aprovechando sus competiciones. Éramos decenas de jinetes pero cada vez señalaban a dos para que guiasen cada suelta de dos galgos, y los demás seguíamos. Hace dos años, este año ya no pude, me despedí en los montes de Toledo de este inolvidable deporte. Ciento cinco kilos (ahora 90) eran demasiado para cuatro o cinco horas sobre un caballo ¡pobre! en silla portuguesa. Había que pensar que una caída tendría peores consecuencias que hacen 20 o 30 años. No pasó nada. Al año siguiente fui de mirón siguiendo desde las colinas la partida y sentándome junto a la gran fogata preparada para las brasas de la chuletad… pero ahí comprendí lo que me esperaba en el inmediato futuro: todos los mozos, perreros y jinetes se acercaban a saludar y a ofrecerme vino y tajadas sin que tuviera que moverme de mi silla. Miré a mi mujer y a mis hijos y dije: “Mala cosa”. Este año, ya no fui, con el pretexto de la hemicolectomía. Eran pequeñas señales de que pronto tendría que sentarme a escribir esta Bitácora de un jubilata. Los caballos han sido una de mis más grandes aficiones. En algún libro, creo que en Encenderé un fuego para ti les dedico un capítulo entero, y algo apasionado. Vale así. Lo mejor, y que me tranquiliza un poco, es que no los echo de menos. Recordad el cuento/retazo de Sergei en su conversación con el Maestro: “si me dan a elegir, prefiero un chuletón de Ávila a una hamburguesa, un vino de la Ribera del Duero a un Savin, una cerveza alemana a una Cruzcampo, y a la pareja Brad Pitti y Angelina Jor antes que a Angela Merk y a Bush”. “¡A mi también me pasa lo mismo, Maestro!”respondió el incauto. “Sí, pero yo cuando no lo tengo no lo echo de menos”.
Después, me fui a la feria del Libro. Por casualidad, la primera caseta que visité tenía tres de mis libros, era de editorial Ceiba de la que jamás había oído hablar. Alguien, una señora que había sido alumna hacía 10 años, me reconoció y me preguntó si quería firmar libros, que lo anunciarían por megafonía. Ni loco, estando en la Feria Manuel Rivas, Almudena Grandes, Rosa Montero, Álvaro Pombo, Juan Cruz y mi colega el historiador Fernando García de Cortázar que me firmó “Los perdedores de la Historia de España” con una cordial y generosa dedicatoria. Conocer los propios límites es prudencia. Compré, por enésima vez ya que “alguien” se lo debió llevar “prestado”,  Seda, de Alessandro Baricco cuyo último libro Esta historia, devoré porque me fascinó. También recuperé otro libro “falsamente prestado” El planeta negro, del gran africanista español, Ferrán Iniesta, autor del delicioso Kuma, que cuando salió en Anthropos mi libro, Encenderé un fuego para ti. Viaje a los pueblos de África, tuvo la generosidad inusitada entre escritores y entre profesores de escribirme una carta con este párrafo subrayado “mi mayor elogio: el capítulo 38 sobre Savorgnan de Brazza me hubiera encantado haberlo escrito yo”. Imaginaos, yo, aunque tenía 60 años, ante ese africanista de la universidad de Barcelona, era un diletante en ese maravilloso mundo africanista. Pero son cosas que suceden, si uno se atreve a echarse al camino. También compré el último de Eduardo Galeano Bocas del tiempo, pues tengo todos los suyos aunque éste me parece que es producto de las presiones de su editor que necesita aprovechar su merecido prestigio y da la sensación de haberle hecho hilvanar fugaces escritos suyos no publicados, o después desarrollados. Da igual, leer a Galeano siempre es ocasión de sorpresas y de satisfacciones. Compré Viajes con Heródoto, de Kapuscinski que no lo tenía y que me consta que está lleno de sugerencias periodísticas y humanas. Bueno, y alguno más. Confío que irán saliendo o alimentando otras ideas que aparecerán en esta Bitácora o en artículos y en conferencias.
Después de comer, le dije a mi mujer que había decidido hacerme a mí mismo un buen regalo. Me acompañó a una tienda de Tabacos con buenos humidors y reanudé una muy vieja y abandonada costumbre de fumar cigarros habanos o algunos palmeños para momentos menos relajados. Aprendí a fumar buenos tabacos en Cuba durante mis visitas a esa Isla adorada. Abandoné hace años los cigarrillos cuando vi morir a mi padre de cáncer de laringe, pero nunca había abandonado los cigarros hasta que pasé por el quirófano y quedé tan “escangallado” (argentinismo). Como escribió Merche con gracia: “ron, puro y toros”. Pues eso. Aunque a los toros ya no voy porque me agobia estar allí encajado, y he escogido Digital Plus que los retransmiten muy bien. (Por eso prefiero ver películas en Kinépolis) Sé que a algunos no les gustan las corridas de toros: a mi me encantan, como a Dani. También compré otros libros sobre un tema… sobre algo que estoy tramando, como ha intuido Mercedes.
Otra cosa, de vuestros post: mis dedicatorias son tan personales que a veces necesitan tiempo, como los koan, para ser comprendidas. Por eso, es difícil que haya escrito a alguien que tiene que “hacerse el camino” Será un lapsus calami, yo he querido escribir “hacerse camino”. O mejor, echarse al camino y caminar hasta saberse camino…y que no hay adónde ir, ni aquí ni allí, pero… si no te atreves a ponerte en marcha, correrás bien, pero extra viam (de ahí proviene extraviado)
Os dejo, pero contento. Ya me había puesto el pijama y me iba a la cama a leer un rato “convencido” de que “estaba cansado” para escribir en este Blog… y que no se me iba  a ocurrir nada. Si algo sobra, lo borraré mañana. Nesemu

12 comentarios

Santiago C. -

Gracias por abrirme un nuevo camino. Y recuerde, esto no ha hecho más que empezar.

Andrés (Óscar) -

En una conferencia, un periodista audaz le preguntó a Mario Benedetti: "¿Profesor, para que sirve la utopía si cuando damos un paso hacia ella, la utopía da un paso hacia atrás?" Mario sonrió y dijo:" Para caminar"
Seguimos caminando juntos, como desde hace un año. Nos desviaremos del camino las veces que queramos para detenernos en aquellos puntos que nadie más ha visto...

"...Y mientras tanto, estrépito de andamios, pateras y naufragios desvelan nuestro sueño. Y mientras tanto, si hoy se cae La Habana, el día de mañana, ¿quién será nuestro dueño? Y mientras tanto, si arde Lacandona, si Marcos abandona, ¿quién será nuestro dueño?... Así yo canto para recordar que sigues a mi lado, que aun sueñas despierta porque así vencemos el cansancio. así yo canto para recordar que aun seguimos vivos. Si no ves más allá del horizonte estaremos perdidos..." ismael Serrano.


Gracias profesor por mirar más allá del horizonte, por no quedarse inmóvil al borde del camino y, en estos tiempod difíciles, por enseñarnos a desviarnos de ese camino con usted.
Quizá no seamos héroes, pero aun seguimos vivos. No lo olvide, profesor.

sheila -

Buenas actividades se busca el profesor. Me parece muy bien que disfrute de la vida de esa manera. La feria del libro es lo mejor y pasas una buena y divertida tarde.
Respecto a los toros, a mi me gusta verlos y hace una semana fui a las ventas, pero tuve mala suerte porque fue desastrosa.
Espero que sigas disfrutando de tu vida. Saludos

María Vindel -

Llevo algunos años de mi vida en esta ciudad, Madrid, y me encanta por su vida, la cantidad de opurtinidades que ofrece, sus gentes... Pero si algo añoro de mi pueblo es poder pasear por el campo con mi perro. Ese olor que deja el campo tras una lluvia. Esos colores que ahora aparecen con la primavera. El cantar de los pájaros.
Disfrute, profesor, de su jubilación. Un saludo.

Clara -

A quién conmigo va...¡Qué pasada. La verdad es que me ha impresionado mucho el post del Profe. Cuántas
cosas he aprendido con él en la facul. Esa visión cosmoteándrica de la vida es algo que no se olvida, te impregna, deja una huella imborrable para siempre. (Lo dice una alumna). Todos somos uno. Qué bonito cuando alguien da forma con palabras a sentimientos del alma tan poderosos.
¡Cuántas experiencias inolvidables desde el primer año de carrera!, lo que aprendimos desde su asignatura de Pensamiento político. Imagino cuántas cosas se le tienen a uno que pasar por la mente después de
tantos años de experiencia.
Mucho ánimo, y un beso de mi parte.

senovilla -

No tiene tiempo para aburrirse..y muy a las malas seguro que la nueva legislatura popular nos trae obras para ir a verlas...En mi pueblo todos los jubilados lo hacen...aunque estoy seguro que se dedica a cosas bastante mejores.

Xochimilco -

Yo he saboreado la película mexicana "El violín". Es difíxil encontrar un foro en el que compartir la nostalgia de la tierra que me vio nacer. La película habla de los desposeídos de México, y del mundo.
Profe, siga disfrutando. Ayudaremos a Merche a Tramar.

Nesemu para Sergio -

Gracias por las Fresas salvajes. No sé cuántas veces la habré saboreado desde mis años universitarios. Es... salvaje.
¿Has visto "Teorema", de Pasolini? Vale la pena

Dos Santos -

La Feria, siempre hay que tener un dia libre paar disfrutarla

Diego López -

Yo no había tenido la fortuna de conocer la Feria del libro de Madrid y la verdad es que es una maravilla. Huele a libros, delicioso olor.

Salud.

sergio -

¿Me deja recomendarle una gran película de 1957?
"Fresas salvajes" de Ingmar Bergman, no sé si le gustará, pero ahí se la dejo.
Por otra parte, esta tarde yo también me asaré por la Feria del libro, es algo que hago todos los años, y ahora que ha mejorado el tiempo es lo que más apetece.
Un saludo.

a.olea -

Buena costumbre la de pasarse por la Feria. A nosotros aún nos quedan un par de semanas encadenados a la mesa de estudio.
Intuyo que visitar el Retiro, pasear entre casetas y buscar tesoros será un magnífico comienzo de verano.
Saludos.