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J. C. García Fajardo

Interesante y sensato Editorial de El País: La devaluación de las instituciones

   
El Partido Popular ha asumido una grave responsabilidad al convocar la manifestación de mañana, que significa sacar de las instituciones y llevar a la calle una de las controversias más emocionales y enconadas que ha vivido la democracia española en materia de lucha antiterrorista. Sus líderes se han colocado en una situación de esquizofrenia política en la que deben desautorizar el discurso y las actitudes de los mismos extremistas a los que, por otro lado, están facilitando un vistoso escaparate y una inmejorable rampa de lanzamiento.
Una fuerza política con representación parlamentaria y que controla una parte sustancial del poder municipal y autonómico no puede llamar a la rebelión callejera, ni aun calificándola de "cívica", porque es tanto como declarar que las instituciones democráticas en las que participa o en las que gobierna han dejado de servir.
Según algunos dirigentes populares, su decisión de salir a las calles responde al "cordón sanitario" al que el resto de las fuerzas políticas les ha sometido en las instituciones, y citan el ejemplo de la Cámara autonómica vasca. Condenar al PP a un ostracismo parlamentario es, sin duda, una iniciativa censurable. Pero el inusitado griterío contra el presidente del Gobierno cuando trataba de explicar en el Senado sus razones para atenuar la prisión del terrorista De Juana Chaos dejó en evidencia que, con cordón sanitario o sin él, hace tiempo que el partido de Rajoy ha optado por la estrategia de la confrontación total. Los senadores populares convirtieron una sesión de control al Ejecutivo en un instrumento de propaganda con la vista puesta en la marcha que recorrerá las calles de Madrid. Lo de menos era cumplir con su primer deber de parlamentarios: escuchar al adversario y, en su caso, rebatirlo con mejores argumentos.
Los principales líderes del PP han continuado esta labor de agitación desleal con las instituciones al recurrir a una mezcla de declaraciones fraudulentas y de gestos demagógicos dirigidos a confundir a los ciudadanos acerca de una concreta medida del Gobierno. El asesino De Juana ha saldado sus cuentas con la justicia por los crímenes que cometió; la decisión que adoptó el Ejecutivo, y que ha sido avalada por el juez de vigilancia penitenciaria, se refiere únicamente a la sentencia que cumple en estos momentos, y que le fue impuesta por un delito de amenazas y otro de enaltecimiento del terrorismo. Éstos son los hechos, y de estos hechos el PP tiene todo el derecho a disentir por los cauces institucionales y, a ser posible, con la mesura que exige la lucha antiterrorista. Pero en lugar de hacerlo así, ha preferido poner en marcha una excepcional maquinaria de intoxicación dando a entender que se ha liberado a un asesino antes de que finalizara su condena. De ahí esa ignominiosa iniciativa de presentarse en los lugares en los que De Juana asesinó, como simple reclamo publicitario para mañana. Entre otros dirigentes populares, el ex presidente del Gobierno José María Aznar se ha prestado, sin dignidad alguna ni respeto para la función que él mismo ha desempeñado, a esta utilización propagandística de la muerte y del dolor ajeno.
El PP se dispone a atravesar una línea que ningún demócrata ha franqueado desde el inicio de la tran
sición. Los ciudadanos saldrán más divididos frente al terrorismo, sin que la apropiación partidista de símbolos comunes o, incluso, del lazo azul que les unió en el pasado sirva para restañar las heridas que está abriendo este modo de hacer oposición. Sobre el paisaje de tierra quemada que se vislumbra al otro lado de la frontera que el PP cruzará mañana, Rajoy ha propuesto un "debate sosegado" sobre política antiterrorista. Puesto que él y su partido son quienes han perdido el sosiego, cabe suponer que es una forma de decir que la enajenación ha sido transitoria. Ojalá sea así, de manera que la política regrese a las instituciones y los ciudadanos puedan escuchar por fin razones y no desmesuras y exabruptos. Un debate que será más clarificador si el Gobierno se dedica a defender abiertamente sus propias decisiones, y no tanto a recordar las de sus adversarios en el pasado.
Al convocar la manifestación, Rajoy ha apelado a la gente sensata y de bien. Nosotros, como la inmensa mayoría de nuestros lectores, somos también gente sensata y de bien y no acudiremos ni hoy ni mañana a las manifestaciones convocadas por el PP.

12 comentarios

Sylvia -

Creo que cada vez se pone más de manifiesto que realmente importa muy poco cual sea el medio, lo importante es llegar al objetivo. Y es precisamente eso lo que persigue el Sr.Rayoy y su partido, ya que se está poniendo la lucha contra el terrorismo como arma de destrucción hacia el actual gobierno. Envez de buscar enfrentamientos, deberían buscar soluciones conjuntas frente a un problema que nos preocupa a todos..."la unión hace la fuerza" pero al parecer se les ha olvidado y no cabe duda de que nunca antes habían estado tan diferenciadas dos tipos de Españas, que por desgracia están a la orden del día.

Alberto Luque -

Demagogia. Que Rajoy llamase a la gente sensata y de bien no significa que los que no fueramos no seamos gente sensata. Y segundo, estoy de acuerdo con Raúl... ahora que no puede echársele la culpa del Prestige al PSOE o aliados, porque los incendios y demás son responsabilidad suya, no aceptan el mismo juego DEMOCRÁTICO.

jose navareño garrido -

Pienso que esta manifestación aunque tenia la escusa que era contra el terrorismo, pienso que ha sido convocada para hacer una lucha entre los gobiernos, ya que sino todos los partidos políticos deberian estar a la cabeza de la manifestacón, todos unidos sin tener en cuenta de que partido es la persona que tenemos al lado. Realmente una manifestación asi desde mi punto de vista no vale para nada, sino simplemente para abrir una brecha más grande entre los diferentes partidos.

Emma Bernardo -

Con su postura el PP está dividiendo la sociedad manejando las emociones y manipulando los sentimientos. Se apela a la gente sensata y de bien. El resto, que no caemos en su demagogia ¿no somos sensatos y hombres de bien? Su ideología está respaldada con “el fín justifica a los medios”. Un partido cuyo único interés es llegar al poder, tratando de crispar con su palabrería, descalificando, buscando conflicto. No se trata de acabar con el terrorismo, se trata de utilizar el terrorismo como excusa para intentar arañar votos de una forma mezquina.

Ignacio Álvarez Prieto -

¿Pretenden hacer una manifestación cada fin de semana? Cielo santo... Me pregunto cómo se sentirán ahora, si no consiguen lo que quieren en estas manifestaciones, como ocurrió con aquellos que se manifestaron contra la guerra de Irak, que Aznar pasó de la opinión pública como quien no quiere la cosa.

Vamos a hacer de la crispación el pan de cada día..

Teresa Montesinos -

Ahora va a resultar que los que no hemos acudido a la manifestación no somos gente "sensata y de bien" y no queremos terminar con el terrorismo y luchar por la paz.
Al final las manifestaciones convocadas por el PP tienen un único lema: Zapatero dimisión. Y para escuchar eso y no a gente luchando contra el terrorismo y a favor de la libertad me quedo en mi casa.

Belén -

Tratar de ridiculizar al que piensa distinto no da más razones a tu postura, aunque los políticos intenten inculcarnos que la descalificación es la mejor manera de defender las ideas.
Estamos en un estado democrático, afortunadamente, asi que cada cual se manifieste si así le viene en gana o lo considera necesario, pero es mejor dejar las actitudes infantiles y los insultos personales en casa.
Tenemos el derecho a manifestarnos, a alzar nuestras opiniones cuando creemos que hace falta y a votar al partido que mejor nos parezca, pero también tenemos la obligación de respetarnos y de actuar como adultos. Es lo mínimo.

raul -

La mayor lucha contra el pp que hizo zp fue el prestige, asi que no se a que viene tanto escándalo, por cierto que poco queda para coger mi bandera de España(la constitucional, no la de la republica que debes llevar tu Alicia) y ver que hay gente a la que no se le engaña, quedaros en casita si y escuchar la ser y poner la 4 jajaja , que infelices!!, a pasar buen día.

edu -

La lucha contra el terrorismo es el mayor argumento que el PP está utilizando para dañar la imagen del actual gobierno, puesto que sabe que ese es uno de los temas que más conmoción causa entre la sociedad española..
Se está llegando a unos extremos en los que se deja de lado la política y son otros los intereses que se buscan de una forma descarada.

edu -

Alvaro Marchante -

La política en España deja mucho que desear. Partidos políticos que se enfrentan mediante manifestaciones. Parecen niños jugando porque han perdido una pelota. Esta situación me recuerda a cuando le quitas a un niño una pelota que no está usando, y de pronto parece que no puede vivir sin ella.

Alicia Martín -

Esta manifestación mas que en contra del terrorismo va en contra del gobierno. Mañana se aprovechará para sacar las banderitas del águila. Como dije en otro comentario, el PP desde que perdió las elecciones siempre se ha enfrentado a la oposición sin educación alguna.