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J. C. García Fajardo

¿Más allá de Iraq? Sugerente artículo del Prof. de Georgetown, Norman Nirbaum

Sugiero a mis alumnos de 1º y de 3º/4º de este curso que lo lean con atención:

 Estados Unidos es una democracia muy imperfecta. La mitad de su ciudadanía no puede o no quiere votar en las elecciones presidenciales y menos de la mitad va a votar en las inminentes elecciones al Congreso. Los procesos de formación de opinión se han visto sustituidos, en gran medida, por la manipulación. La ciudadanía soberana de la filosofía liberal está más presente en los textos académicos que en la práctica política, sobre todo por lo que respecta a la política exterior y militar. En ese terreno lo que vemos es una usurpación presidencial del poder, una belicosidad popular y un chovinismo que anulan el debate, la creación deliberada de una atmósfera de miedo y una conciencia nacional tranquila y segura de estar cumpliendo la voluntad de Dios. Los intelectuales suministran figuras dispuestas a justificar y funcionarios dispuestos a administrar un imperio aparentemente democrático pero que, en realidad, se basa en el plebiscito. Los dirigentes empresariales y financieros del país son quienes tieen el dinero y, por consiguiente, el poder supremo.
La catástrofe de Irak recuerda a la de Vietnam por la peculiar fusión de ignorancia y fariseísmo del grupo partidario de la guerra. Como en Vietnam, las dudas y los enfrentamientos en los círculos dirigentes se han extendido a la población. Lyndon Johnson sabía que había estado muy mal asesorado en Vietnam, pero los custodios del poder de Estados Unidos, los sabios (un comité ejecutivo extraoficial), le insistieron en que siguiera adelante. Sus consejos sobre cómo terminar la guerra en 1968 desembocaron en la salida del secretario de Defensa McNamara, una oferta de negociaciones a los vietnamitas y la retirada del presidente de la vida pública. El presidente Bush puede alegar que cuenta con más legitimidad popular que Johnson (que ganó las elecciones en 1964 con la declaración de que los republicanos iban a ir a la guerra). Ahora que la guerra ha minado esa legitimidad, ¿ha pedido Bush ayuda a esas élites a las que su familia ha servido durante tres generaciones?
La Casa Blanca mostró una visible falta de entusiasmo cuando el Congreso pidió a un grupo de ciudadanos que constituyeran un "Grupo de Estudios sobre Irak". Sus presidentes son el antiguo secretario de Estado Baker y el ex congresista demócrata Lee Hamilton. Baker, claramente el hombre fuerte del grupo, es buen amigo de la familia Bush. El grupo incluye asimismo a su homólogo en el entorno de los Clinton, el abogado Vernon Jordan, y al ex jefe de gabinete del presidente Clinton, Leon Panetta. Al principio, Baker y Hamilton dijeron que no iban a hablar hasta después de las elecciones, pero ahora Baker ha dicho que es partidario de que haya conversaciones directas con Irán y Siria y que es preciso revisar con espíritu crítico la situación iraquí. También ha declarado que hay que examinar todo el problema de Oriente Próximo en su conjunto: es evidente que no se refiere a los derechos de la mujer en Arabia Saudí, sino a los palestinos. Con un llamativo giro en su retórica habitual, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, acaba de asegurar que está deseando ver un Estado palestino. Hace sólo unas semanas, ofrecía su apoyo total a Israel, con los hechos y con unas palabras evocadoras de las referencias de los cristianos fundamentalistas al Apocalipsis. Desde luego, es posible que el cambio sea meramente retórico.
La reaparición de Baker ha puesto nerviosos a los defensores de Israel en Estados Unidos. Se desconcertaron, hace unas semanas, cuando el Consejo de Relaciones Exteriores ignoró sus objeciones y se reunió con el presidente iraní. El Consejo es un poderoso instrumento del imperio. Su presidente, Richard Haass, fue asesor sobre Oriente Próximo del primer presidente Bush y trabajó para el secretario de Estado Powell. Una nueva biografía de este último presenta a un hombre que lamenta su conformidad con políticas que sabía que iban a fracasar. Desde luego, Haass no actuó por su cuenta al invitar al líder iraní, y quienes le animaron a hacerlo preveían seguramente las protestas del lobby israelí; el hecho de que no las tuvieran en cuenta dice mucho sobre cuáles son sus prioridades.
Algunos grupos judíos están formando un grupo de presión que se oponga al que dirigen los aliados estadounidenses de la derecha israelí. Hace un tiempo lograron detener una iniciativa del Congreso que pretendía que Estados Unidos colaborara con Israel en la destrucción del Estado palestino (en lugar de limitarse a consentir los esfuerzos israelíes). Los grupos judíos próximos a los maximalistas israelíes están movilizando a los judíos estadounidenses en contra de quienes critican a Israel. El historiador Tony Judt ha sido denunciado por comentar que, con una gran minoría árabe y una población árabe sometida, el nacionalismo étnico de Israel es insostenible. Tiene razón -y muchos israelíes lo reconocen- al poner en tela de juicio el futuro de un Estado que sólo encuentra justificación en un enfrentamiento permanente con sus enemigos.
La campaña electoral, en sus últimas semanas, parece necesitar como cronista a Woody Allen. El nivel de vida del ciudadano medio está empeorando, Irak está en pleno caos, la gente piensa que el presidente no dice la verdad y que el Congreso está plagado de corrupción. Los demócratas han centrado su interés en la presunta conducta sexual inapropiada de un os-curo republicano de Florida, ridiculizado ahora con un fervor indecente por sus antiguos amigos en el partido, que temen perder el respaldo de los republicanos de la Biblia; la incomodidad de estos últimos respecto a las relaciones heterosexuales sólo se ve superada por el odio que sienten hacia la homosexualidad.
Los demócratas no pueden hablar de los temas importantes porque no tienen proyectos de conjunto. Aseguran que pueden dirigir con más eficacia la "guerra contra el terror", pero no son capaces de poner en duda sus fundamentos.
Repiten las críticas de Bush sobre las armas nucleares de Corea del Norte y los planes iraníes de construir otras, pero no tienen nada que decir sobre las armas estadounidenses y se callan sobre las de Israel. Muchos de sus expertos en política exterior hablan, no para proponer ideas y debatirlas en público, sino para preparar sus candidaturas a diversos puestos en el próximo Gobierno de su partido. Muchos tienen miedo de decir lo que de verdad opinan sobre Oriente Próximo y casi todos repiten hasta la saciedad los tópicos sobre la "responsabilidad" de Estados Unidos en el mundo. Por supuesto, a gran parte del mundo le gustaría experimentar mucha menos "responsabilidad" estadounidense, ya sea en la variedad milenarista de los republicanos o en las versiones aparentemente más laicas de los demócratas.
Algunos de ellos han respaldado la infinita (y absurda) guerra permanente por la libertad de Bush: como en el caso de los republicanos, los que más insisten en luchar son los que tienen menos probabilidades de servir en el ejército.
Si ganaran los demócratas, en gran parte como consecuencia de la guerra de Irak, la presidencia del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara irá a parar a uno de los defensores más incondicionales de dicha guerra, Tom Llantos, que es además el único superviviente del Holocausto en el Congreso y también defensor incondicional de Israel.
Ahora bien, los legisladores más importantes del próximo año, gane el partido que gane, serán Baker y su grupo, que no ocupan ningún cargo pero que trabajan en favor de los intereses de las clases dirigentes. Los representantes de Clinton en este grupo quieren mantener abiertas las puertas de Pennsylvania Avenue para la proyectada llegada de la senadora Clinton a la Casa Blanca en 2009. Baker desea restaurar el poder del imperio estadounidense, tras los devaneos de Bush con las fantasías de omnipotencia imperial. El grupo acordará una retirada limitada de Irak y tal vez la imposición de ciertas concesiones de Israel a los palestinos. Quizá convenzan a Bush para que entable unas negociaciones limitadas con Irán y Siria. No van a poner en duda la ideología ni la estructura del poder imperial. No crearán un nuevo consenso bipartidista sobre el papel de Estados Unidos en el mundo, pero sí pondrán en práctica un armisticio interno basado en el consenso anterior para evitar el peligro de que la oposición al imperio se convierta en un elemento del proceso político general. Ése es un punto en el que las dinastías de los Bush y los Clinton están de acuerdo. Y el Congreso, con algunas disidencias, les seguirá.
Hace varios años, el Consejo Nacional de Inteligencia de la CIA elaboró un documento muy interesante, Mapping The Global Future (El mapa del futuro mundial), que abordaba el mundo que Estados Unidos tendrá que afrontar en 2020. Mostraba conflictos e inestabilidad en todas partes fuera de nuestras fronteras. Lo que no decía (seguramente no podía decir) era que contar por adelantado con que la política y la sociedad estadounidenses serán estables es una tontería. La Casa Blanca de Bush ha mezclado la oración, las armas devastadoras y las falsedades sistemáticas. El grupo de Baker propone lidiar con un mundo resistente trozo a trozo. Pero ese mundo está cambiando más deprisa que la capacidad de controlarlo de los realistas. Incluso un personaje tan serio y experimentado como Baker no es, a la hora de la verdad, más que un negociador de Texas. ¿Y si el resto del mundo no quiere pactar? Estoy pensando poner una pegatina en mi coche: "Estoy en contra de la próxima guerra".

Norman Birnbaum es profesor emérito en la Facultad de Derecho de Georgetown., Washington. Autor, entre otros libros, de Después del progreso.

16 comentarios

Belén -

Las elecciones en Estados Unidos las ganan las empresas que financian las campañas electorales, ¿por qué sino apenas hay diferencias entre el partido republicano y el democráta?
El mercado dicta la política y el hecho de que sea necesario enfrentarse siempre con un enemigo (nazismo, comunismo, extremismo islámico...) hace que tarde o temprano surjan los problemas.

Estibaliz Orruño -

Me hace mucha gracia el repentino recelo que suscita la política de EE.UU. en la vieja Europa. Parece que ya hemos olvidado que nosotros mismos respaldamos dos guerras tan destructivas como moralmente reprochables en el pasado siglo XX, en defensa de la supuesta democracia frente a los totalitarismos (nacional-socialismo alemán, fascismo italiano, comunismo soviético). ¿O es que ya lo hemos olvidado? Uno sólo ve la paja en el ojo ajeno, y se olvida de la viga del suyo propio, o algo parecido viene a decir el refrán.

Bus mete las narices en Iraq y los europeos nos escandalizamos, cuando hace tan poco la propia Europa se repartía el mundo a su antojo… ¿O es que ya nadie se acuerda del tráfico de esclavos africanos, liderados por las potencias colonialistas de la época? No quiero decir con esto que no esté en contra del tiranismo mediático de Bus . Sólo intento decir que TODAS LAS GRANDES SUPER POTENCIAS han querido meter mano alguna vez al mapa mundial, a la religión del vecino, a la forma de pensar de mi compañero… ¿Y todo por qué? Poder, poder, poder… ¿Y para quién? Adivina, adivinanza. No para mí, desde luego.

Seguro que algunos “prohombres” europeos se estarán tirando secretamente (porque es un pensamiento impuro, pecado pecado) de los pelos, porque es EE.UU. y no su país , o su representación más directa, en consonancia con su vanidad personal, la que ha resultado poseedora de la apetitosa hegemonía mundial.

Y mientras, el ciudadano de a pie, alejado de esa élite burocrática y condenado a las falacias y demagogias de esta, ¿qué puede esperar de esta sociedad…? ¿Qué queda de la verdadera definición de democracia, si ha sido contaminada por sus “defensores” y empleada como causa y justificación de guerras e invasiones? Qué sinsentido, qué sarcástica contradicción.

Diego López -

Cuando en el mundo se habla de guerra, conflicto, negocio, etc., EE.UU. aparece por alguna parte. No entiendo cómo es posible que estén en tantos asuntos turbios el país de BUSH... y digo de Bush porque controla y domina a su antojo al estadounidense. Cierto es que lo hace porque los norteamericanos son como son.

Coincido con lo que ha dicho Rôvënty, cuando se acabe la chicha del petróleo, que a la postre es el dinero, se acaba todo... Yo también estaré en contra de cualquier guerra, sea por lo que sea. Una contienda bélica no tiene justificación alguna. No más muertes.

Un abrazo.

PD: Gracias.

Lara -

creo que EE.UU se cree EL PAIS MÁSIMPORTANTE DEL MUNDO y Bush se cree que puede manejar a su anojo a todos.
no se le debe consentir, llegara un momento que el gigante con pies de barro se destruya, o eso o que caigamos sometidos ante el poder de EE.UU y como en la novela de Orwell,1984 nos harán creer 2 y 2 son 5 y no habrá más que hablar.
esperemos no llegar a esa situacion.

VIRGINIA -

Si hacemos un simil con el ajedrez, podría decirse el Mundo es un tablero compuesto de millones de peones, líderes políticos que hacen de reyes y reinas, fuerzas armadas que avanzan en L como el caballo, muros que dividen la humanidad vigilados desde las Torres, organizaciones que actúan diagonalmente pero evitando dar la cara....y lo más importante, la mano, la mano que mueve las piezas del juego, probablemente, en estos momentos, apoyada sobre la mesa del despacho presidencial de la Casa Blanca. Pero el reloj sigue avanzando, la cuenta atrás hace tiempo que ha empezado; sonará el ring y todos quedaremos en tabla.

Anónimo -

ola

Rôvënty -

Cuando se acabe el petróleo, EEUU no tendrá ninguna razón para apoyar un Estado palestino. "Estoy en contra de la guerra que haya allí entonces y quizá en todo el mundo"

TERRITORIO OCUPADO -


http://www.saharalibre.es/



http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=categories&op=newindex&catid=1





La periodista que viajó a los Territorios Ocupados nos lo cuenta



María Villar, la periodista que viajó a los Territorios Ocupados del Sahara Occidental junto con tres compañeros más el dia 23 de octubre, nos cuenta la experiencia de esta comisión gallega que se reunió con 15 activistas saharauis.



Fotos:



http://www.saharalibre.es/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=24





28 de octubre de 2006, recibimos un correo a través de la web:

"Tu Nombre: María Villar

Tu Email: Maríaxxxxxx@xxxxxxxxxx.xxx

Mensaje: En primer lugar, gracias por la felicitación a la delegación gallega que visitó el Aaiún, ya que yo soy una de sus integrantes. Me gustaría enviaros nuestro comunicado de prensa para que lo fueseis distribuyendo entre todos los contactos y lo colgarlo en la web. (...) Dadme una cuenta de correo y os envío el comunicado de forma que todo el mundo lo pueda leer tal y como fue.



Un saludo, espero impaciente vuestra respuesta."



Mi respuesta no se hizo esperar, respondí inmediatamente y María tampoco se hizo esperar, me envió su teléfono por correo. La llamé y me contó todo el viaje.



Ella es periodista, ni le faltaron las palabras ni se le quedó nada en el tintero. Minuto a minuto relató su experiencia; como lo hicieron, con quien estuvieron, que vieron, que oyeron y como lo vivieron. A su vuelta la rueda de prensa en el parlamento gallego, la presencia de los medios y las ausencias (EuropaPress entre otras).



Son cuatro personas: Duarte Correa (miembro del Consejo Nacional del Bloque Nacionalista Gallego); María José Andrade (Vicepresidenta de la asociación "Solidariedade Galega co povo Saharaui); Xosé María Permui (Teniente de Alcalde de Fene - Municipio próximo a El Ferrol) y María Villar (Periodista).



Marruecos ha denegado la entrada en los últimos meses a diversas delegaciones por considerar que sus integrantes no son imparciales, sino que han tomado partido en favor del Frente Polisario, que lucha por la autodeterminación del Sahara Occidental.



Los cuatro, sin avisar, han conseguido lo que casi nadie, con responsabilidades políticas o que pertenecieran a alguna organización, televisión o periódico, había hecho: viajar a los territorios ocupados del Sahara y ser testigos de lo que allí suceda cada día. Lograron entrar en la ciudad de El Aaiún y fueron testigos de "la ocupación militar" de la "guerra encubierta" y de la "situación de genocidio" en la que se encuentra el Sahara Occidental.



Llegaron en avión a El Aaiún por separado, como turistas. Ya en el aeropuerto le preguntaron quién era, qué hacía, si tenía reserva en el Parador, parecía que sospecharan de ellos, pero pasaron sin más problemas.



En el hotel, en el que no había más que un cliente, fueron alojados en plantas diferentes. Desde ese momento se sintieron vigilados, un policía dentro del hotel, otro fuera.



Hasta ese momento nadie estaba al corriente del viaje, ningún activista sabía que estaban allí. Decidieron hacer una visita turística y de vuelta al hotel contactaron con los saharauis. Un activista quedo en pasar a buscarlos con la excusa de haber sido contratado como guía. A cara descubierta, con descaro, la mejor forma de despistar a las fuerzas ocupantes.



Les dijeron que no era el mejor momento para una visita ya que se había celebrado el primer aniversario de la muerte del primer mártir de la Intifada, Hamdi Lembarki, y había habido 80 detenciones entre los que fueron al cementerio.



Al salir del hotel con el “guía” el policía que estaba fuera anoto la matricula del coche e hizo una llamada telefónica; esto sucedía cada vez que pasaban al lado de policías. Siguieron de "visita turística" y vieron con sus propios ojos que El Aaiún estaba tomado por las fuerzas de ocupación marroquíes, no había calle en la que no se encontraran policías o militares con armas de guerra. La situación reflejaba un “estado de sitio permanente”.



Una vez acabada la "visita" se reunieron con 15 activistas saharauis, muchos de ellos habían pasado por las cárceles marroquíes, algunas clandestinas. Las condenas iban desde el año a más de 20 de prisión. Padres asesinados y enterrados en fosas comunes, familias destrozadas, hombres y mujeres torturados, quemados, violados, todo esto tenían en común.



Los saharauis les contaron que desde el inicio de la Intifada hay 30 desaparecidos, que las torturas son diarias. El día anterior habían violado a un joven con una porra y había desaparecido otra persona. Les contaron que está de moda quemarlos con gasolina, arrancarles los dientes, orinarles encima, hacer que se beban su propia orina. Les contaron que las torturas a los presos de Irak por parte de soldados americanos es el día a día de los detenidos saharauis.



Les contaron que obligan a los jóvenes saharauis a coger la patera o a aguantar en el Sáhara. Decían que la costa estaba muy vigilada, pero que si eras saharaui casi hasta te regalaban la patera para que te fueras. Huir o reventar.



Les contaron que las manifestaciones saharauis se inician de forma pacifica, que los incidentes los provocan policías infiltrados que dan la excusa para las cargas policiales. Les contaron que los heridos no pueden ir a los hospitales porque les inyectan drogas para hacerles firmar declaraciones inculpatorias de delitos que no han cometido y les detienen. Que las acusaciones son de delitos comunes o por vandalismo, nunca por manifestarse ni por reclamar la independencia.



Les contaron que los pequeños negocios de los saharauis son asaltados por colonos marroquíes, que lo hacen delante de la policía y no pasa nada, que también asaltan y desvalijan las casas de los saharauis.



Les contaron que no tienen acceso al trabajo si no es temporal, que el que quiere ser funcionario tiene que abstenerse de militancia y subyugarse al régimen marroquí.



María nos habla de “situación de genocidio”, de un plan diseñado por el régimen marroquí para reducir la población saharaui al mínimo, para marginar, más si cabe, a los que se quedan. En definitiva, para acabar con ellos.



Les pidieron que los españoles dediquemos un día al año a favor de los saharauis, que eso seria suficiente para hacerse oír, para ayudarlos.



Los saharauis saben que los españoles estamos con ellos, por eso no entienden la postura del gobierno español. Se preguntan por qué votamos a alguien que no nos representa, que no hace lo que queremos que se haga, que va en sentido contrario a nuestros deseos.



María nos cuenta que lo que vieron y oyeron es mucho peor de lo que nos habían contado, que es “una situación de guerra encubierta”.



María teme por la integridad física de los activistas con los que se reunió. Le han informado que el barrio donde estuvieron fue tomado por la policía al día siguiente. Teme que sufrirán las consecuencias de haber hablado.



Al salir del hotel hacia el aeropuerto fueron seguidos por un coche durante todo el camino. Al pasar en control fueron registrados a fondo (uno de los policías secretas era el conductor del vehiculo que les había seguido desde el hotel), tuvieron que mostrar una a una las fotos de la cámara, oyeron la música de la cinta que tenia en el walkman, les abrieron los paquetes de clinex, todo mirado con lupa. Al contrario de lo que se ha dicho en algún medio no se les incautó nada.



Fueron tratados como terroristas; fueron los únicos a los que registraron, los demás pasajeros esperaban a que acabara el registro.



María quiere que esto se sepa, que no se quede aparcado en los cajones de las redacciones, que se de a conocer. María quiere que todo lo que vió deje de pasar, que se acabe esta pesadilla en la que está inmersa el Pueblo Saharaui. María quiere que no les dejemos solos, que nuestro gobierno se acuerde de ellos. María quiere volver a al Sahara, pero al Sahara Libre. Eso queremos todos.



Prada



SaharaLibre.es

PATRICIA JIMÉNEZ -

EE.UU y el sinsentido(s). Rápidamente este país envejece y le empiezan a acudir todos los males. Vemos que se ha convertido en el pais de los sordos, por que parece que no quiere oir los lamentos que llegan de oriente. Es el pais de los ciegos, por que sus ciudadános miran al suelo cuando sus familiares mueren en la guerra. Ya ni saben lo mal que huelen todos los asuntos en los que andan metidos. Incluso carecen del tacto necesario para tratar temas tan horribles como la muerte, la destrucción y el asesinato. Un país con demasidos achaques que debería preocuparse mas por su salud que por la de los demás.

Azahara Corrales -

La verdad es que el tema de los estados unidos , su democracia y su obligacion de llevarla hacia otros paises me hace mucha gracia.Lo mas sorprendente es que despues de todo lo ocurrido, las guerras, los asesinatos, y otros miles de casos de corrupcion por parte del gobierno de bush los americanos se escandalizan porque un senador es homosexual o porque se envia e-mails fuera de tono con adolescentes.De risa.
Lo mas triste de todo es que la alternativa a bush es que tampoco sea muy alentadora , y se echa en falta en ese pais un politico que por una vez deje de lado el imperialismo bajo la apariencia de patriotiSmo y la obligacion de llevar la democracia del "mejor pais del mundo" a otro pais, por una vez se echa en falta un politico que se preocupe mas de sus problemas internos y deje en paz al resto del mundo, pero esto de momento parece que no va a ser posible.Me rio por no llorar.

montoya -

el problema de eeuu viene siendo es su excesivo protagonismo y por eso se muestra tanto sus carencias , porque se creen el nuevo imperio que gobierna el mundo , muchas veces tb se lo hacemos creer los demas paises, lo que debemos hacer no es solo manifestar nuestra contrariedad con ellos si no buscar alternativas a
ellos

Erika -

tanto un candidato como otro son más de lo mismo, y mientras los ciudadanos se miran su propio ombligo. Si el pueblo no quiere ver, su politica ira cada vez a peor

Hormiguero -

¿Tienen los estadounidenses algo más que decir? ¿No buscan los ciudadanos de a pie otra salida? ¿Son sus políticos representantes fehacientes de su realidad? Hay tantas preguntas....

Gloria G.N -

>, eso es lo que les venden a las borregas masas estadounidenses, pero a nosotros no nos engañan: >.

Alberto -

Lo que hay que revisar es el sistema electoral que tienen, ese bipartidismo de dos partidos casi iguales que no siguen programas de consenso sino al líder de turno...etc, el resto está muy claro.

Noelia (Roja) -

A una semana de unas elecciones parlamentarias clave en Estados Unidos, la cifra de soldados norteamericanos muertos en Irak se ha elevado hoy a un centenar. Es el peor dato desde enero de 2005.¿Hacia donde vamos...?