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J. C. García Fajardo

Nobel de la Paz para el creador del Banco Grameen.

El Premio Nobel de la Paz ha reconocido este año ex aequo la labor de Mohamed Yunus (Bangladesh, 1940) y del organismo que fundó en 1976, el Banco Grameen. El Comite noruego que entrega este galardón (el único que no es responsabilidad de la Academia Sueca de las Ciencias) ha premiado “los esfuerzos [de Yunus] para promover el desarrollo social y económico desde abajo”.
“No podrá alcanzarse una paz duradera hasta que una gran parte de la población [mundial] encuentre la manera de salir de la pobreza. Los microcréditos constituyen una de las formas de conseguirlo. El desarrollo desde abajo sirve además para que la democracia y los derechos humanos ganen posiciones”, señala el jurado en la página de Internet de los galardones.
“Yunus ha demostrado ser un líder capaz de traducir sus ideas visionarias en hechos para beneficio de millones de personas, no sólo en Bangladesh sino también en muchos otros países”, añade el jurado. “Los créditos para gente pobre sin respaldo financiero parecían una idea imposible. [Pero] desde su humilde inicio hace tres décadas, Yunus —primero y sobre todo a través del Banco Grameen— ha convertido los microcréditos en un importante instrumento en la lucha contra la pobreza. El Banco Grameen ha sido una fuente de ideas y un modelo para muchas instituciones en el campo de los microcréditos en todo el mundo”, concluye su declaración.
El comité reconoce además que este organismo “ha permitido comprobar que incluso los más pobres entre los pobres pueden trabajar en pos de su propio desarrollo”. “Los microcréditos han demostrado ser un importante factor de liberación en sociedades en las que las mujeres sobre todo se enfrentan a condiciones económicas y sociales de carácter represivo”, añade.

(Mi opinión está envarios art. sobre el tema en www.garciafajardo.org en apartado CCS y Envés)

 

 

4 comentarios

María Picatoste -

El trabajo continuado de Yunus a lo largo de los años en el sector de la banca y en concreto en la creación, desarrollo y asentamiento de los microcréditos nos hace ver y creer que otro mundo es posible si utilizamos los recursos de los que disponemos para colaborar con los más desfavorecidos (digo colaborar porque Yunus es de esos que opina que no hay que dar pescado, sino una caña).

Yunus, cuya labor de campo se ha desarrollado principalmente en la India y Bangldesh, ha exportado su idea del microcrédito incluso a países como España (Caja Duero los ofrece) donde los jóvenes, entre otro denso conglomerado de gente con dificultades económicas, pueden aprovechar los beneficios de créditos que no buscan únicamente el beneficio del banco, sino también el de los clientes.

Yunus es un ejemplo de cómo hay que hacer las cosas. Ha puesto el listón muy alto y además ha lanzado un mensaje que deberá calar en los países desarrollados y sacarles los colores. Si se quiere se puede es lo que nos dice Yunus. Ahora hay que esperar a ver si no entra por un oído y sale por el otro.

Jorge P. -

El esfuerzo de Yunus revela que acabar con la pobreza es cuestión de voluntad. Estamos en el terreno de lo posible, no de lo imposible, y no hace falta cambiar todo. Tal vez eso es lo que pensó Yunus un día al ir al banco.

Sonia Sanz -

Es esperanzador ver cómo se reconoce algo acerca de lo cual los aquí en el blog presentes ya hemos hablado.

Me da qué pensar, ójala algún día podamos decir lo mismo acerca del resto de injusticias y denuncias que desde aquí (y desde otros muchos sitios, ya sea en internet o no) se hacen. Deberíamos alegrarnos sal saber que de verdad es posible que el mundo cambie si todos nos ponemos a ello.

Diego López -

Siempre que se premie a gente que lucha por la paz, por la igualdad social y por los derechos humanos de la personas, bienvenido sea el galardón.

Hay que luchar contra todos los que buscan la riqueza aprovechándose de los más necesitados. Siempre he sido de la opinión de que si no somos nosotros quienes ponemos de nuestra parte para ayudar, ¿quién lo va a hacer? ¿los políticos que sólo miran su bolsillo, los empresarios que explotan a niños de nueve y diez años? No podemos mirar hacia otro lado porque tenemos delante de nuestras narices todas las injusticias. Pero en este mundo quedan pocos valientes.

Todos podemos ayudar dentro de nuestras posibilidades. Por ejemplo, yo no puedo donar 20.000 euros, pero si con el dinero que un sábado te gastarías por ahí de fiesta. Y no todo es dinero en la vida, hay muchas organizaciones de colaboración, no sólo con pobres sino con personas mayores que viven solas, con personas que sufren algún tipo de problema menta, etc. Aquí en Granada, donde tengo la suerte de estar estos días hasta el domingo que vuelvo a Madrid, hay varias asociaciones. Yo estuve en una en Almanjáyar en la que se ayudaba a personas discapacitadas, con problemas... Para quien no conozca Granada, Almanjáyar es un barrio marginal de la ciudad de la Alhambra.

Un saludo, hasta pronto.