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J. C. García Fajardo

En el País Dakar de 2000, que pasaba por Níger, Malí y otros países

Es criminal

 Es una aventura perversa: altera la tranquilidad de los pueblos, profana lugares de culto, daña el medio ambiente y las precarias infraestructuras. Seiscientos camiones, coches y motos destrozarán pistas de arena concebidas para sus medios de tracción animal.
La horda no respeta nada: desvían crestas de dunas, arrasan plantas y matorrales que suponen años de lucha. Dejarán deshechos de combustibles y detergentes. Cambian el aceite y dejan neumáticos en la maleza. Los tubos de escape incendian pastos vitales.

¿A qué pueblos pidieron permiso para violarlos así? ¿Saben los organizadores lo que significa el tiempo, las relaciones y el entorno en esas culturas? ¿Respetarán los espacios sagrados? ¡En pleno Ramadán! ¿Se imaginan una carrera de camellos en las avenidas europeas? ¿Qué les parecería a nuestros sensibles gobernantes 600 elefantes al galope por los Campos Elíseos o por Hyde Park o por la Casa de Campo? ¡Lástima que los pueblos nómadas no hayan sembrado las pistas de espinos y cavado zanjas! En esa lucha desigual es lícito prender fuego al campamento enemigo.  (En Diario 16 y otros periódicos de provincias)

 

2 comentarios

Landa -

El resultado es que a lo largo de los siglos, la especie humana ha estado completamente dividida entre sí, y en ocasiones se ha desconectado de la naturaleza y de la vida de su alrededor, de tal forma que se encuentra en cierto modo al límite del principio del caos...

landa -

Muchas veces la especie humana demostramos hasta que punto somos capaces de perder el respeto hacia otras culturas, y eso que el País Dakar es ocio para el primer mundo. La experiencia me recuerda a un acontecimiento no poco conocido en la historia de la humanidad, el descubrimiento de América. Para nuestro mundo y nuestra mentalidad, el acontecimiento fue colosal y maravilloso, oh, maravilloso Colón el Descubridor, y bienaventurados todos los que junto a él descubrieron parte de un mundo de cuyos beneficios nos aprovecharíamos al máximo...
Una vez viajé a Guatemala, Nicaragua, y Cuba. En los tres países tuve la gran oportunidad de comprobar de como la población estudia su propia realidad del descubrimiento de América, al igual que aquí. Allí los temas trantan de cómo violaban a las indias, de cómo se impuso el catolicismo y la lengua española por encima de un gran abanico de religiones y lenguas que a lo largo de los siglos han formado parte de la cultura de cientos de civilizaciones que desaparecieron a a fuerza...
Hay que ver siempre las dos caras, la doble perspectiva que ofrecen los acontecimientos, por bonitos o grandiosos que en un primer momento parezcan!!!!