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J. C. García Fajardo

Pena de muerte, jamás.

"Mientras se vislumbraba en un corredor de la muerte de Estados Unidos la ejecución número 1.000, un verdugo saudí cortaba con sable, el pasado lunes en una plaza pública, la cabeza de Abdalá Hezazi y Nayí Kilaib, condenados a la pena capital por asesinato", escribe G. Fourmont en su crónica. "En China, el condenado debe arrodillarse por el suelo, con los ojos vendados, antes de recibir un balazo en la nuca. Cada año, esas escenas se pueden repetir en 75 países del mundo que aplican la pena de muerte para todo tipo de delitos, según datos de Amnistía Internacional (AI). El último estudio de la organización informa de que al menos 3.797 personas fueron ejecutadas en 2004 en 25 países; una cifra que contrasta con las 1.186 que se registraron en 2003.
Un total de 126 Estados suprimieron la pena de muerte en su legislación o en la práctica; Liberia la abolió en septiembre de este año.
China ilustra el problema de información cuando se trata de la pena capital. En 2003, de los 1.186 ejecutados en el mundo, 726 eran chinos; una cifra que alcanzó 3.400 en 2004, el 97% de las ejecuciones. De los 75 Estados que mantienen la pena de muerte, 21 son de Asia Oriental, como Vietnam, Japón, las dos Coreas o Indonesia. La mayoría -24- son del continente africano, mientras el único país europeo es Bielorrusia.
La pena de muerte desapareció de toda la legislación de 86 países, mientras 11 (Albania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Fiyi, islas Cook, Israel, Letonia y Perú) la abolieron sólo para los delitos comunes, como los asesinatos, aunque la mantienen para delitos excepcionales, como los cometidos en tiempo de guerra. Otros 24 países aplican la pena capital para todos los delitos, aunque varias organizaciones, como AI, consideran que la abolieron en la práctica porque no ejecutaron a nadie en los últimos 10 años o aplican una política de no llevar a cabo las sentencias de muerte. Es el caso, por ejemplo, de Argelia y de Rusia, donde las últimas ejecuciones datan de 1993 y 1999, respectivamente.
No aplicar la condena a muerte es también mantener a los detenidos -3.598 en 2004, según AI- en el corredor de la muerte. Uno de los objetivos de AI es mejorar las condiciones de detención de los presos, aunque lo que más les preocupa son los países en donde, a pesar de la abolición de la pena capital, se practican "ejecuciones extrajudiciales".
La pena de muerte es una monstruosidad aberrante y los países que la mantienen, con EEUU a la cabeza y como escándalo por ser la potencia hegemónica, deberían ser condenados ante el Tribunal Penal Internacional. Por muy poderosos que sean,  no deberíamos permitir que sigan cabalgando en contra de la ley.
Es tan grandes mi dolor y mi indignación que sólo puedo adjuntar este hermoso texto de José Agustín Goytisolo:

Nadie está solo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.


 

62 comentarios

B-Wi -

El mayor dolor de una madre es el de perder a su hijo, y no creo que ese sentimiento se lo deseen a otras. Desearían que eso no se volviera a repetir, \"muerto el perro se acabó la rabia\"¿? no lo creo.
La solución no es abandonarlos en la cárcel sin más. Yo no creo que haya que alejarlos de las sociedad, sino cambiar su modo de participar en ella.
La pena de muerte responde al principio de supervivencia: en las manadas los poderosos matan al que causa problemas, si nosotros somos racionales y nos avergüenza que se nos compare con un animal, ¿por qué se actúa como tal?

Xaime -

Stefy, buen comentario. Pero en contra de tu opinión yo apoyo la cadena perpetua, ¿por qué? uno de mis porqués lo has explicado tu, no sería capaz de aguantar al día siguiente de la muerte del marido de una amiga ver al terrorista de ETA tranquilamente por la calle por "buen comportamiento", creo que esa es la excusa para sacarles. La otra es más compleja. No pienso que sea una manera de pena de muerte pero sin apretar el gatillo; lo vería más de la forma "somos personas no como tú, por lo tal no te matamos; eso sí, has matado no tienes derecho a nada". De todas maneras no existe la cadena perpetua (en España) y el asesino que mencioné ya está paseando por vascongadas y, seguramente orgulloso. Como has dicho, nadie tiene derecho a decidir sobre nuestra vida o sobre nuestra muerte, así que sin doble rasero al asesino que decide sobre nuestra muerte, no hay más que hacer con él porque, para mi, deja de ser persona (pero sin llegar a tanto como matarlo por lo que hizo)

Gema -

La pena de muerte es sólo un medio para quitarse los problemas de encima. Está claro que si alguien ha cometido un delito debe pagar por ello. Pero no olvidemos que un preso sigue teniendo derechos humanos. La pena de muerte la practican los asesinos.

Stefy -

La pena de muerte es uno de los temas más debatidos actualmente. Es un tema bastante complicado, pero mi opinión se sitúa del lado de la de la mayoría de mis compañeros: NO.
Quitarle la vida a un asesino es ponerse a su altura, es convertirte en otro asesino. Realmente la cuestión no es si alguien merece o no ser ejecutado, sino quien puede tener el derecho a decidirlo. Yo creo que nadie.

Pero... ¿Estamos en contra de la pena de muerte porque es demasiado cruel o porque no es suficiente? Hay quien propone la cadena perpetua como alternativa, pero esta es más cruel y despiadada que la misma pena de muerte. En mi opinión, la cadena perpetua no es más que un pretexto para que nuestra conciencia quede limpia de no haber matado a alguien literalmente. Al fin y al cabo, privar a alguien de su libertad para toda la vida viene a ser como matar pero “sin apretar el gatillo”.

Si, también estoy en contra de la cadena perpetua.

Entonces... ¿Cuál es la solución? ¿Cuál es el castigo? Como he dicho al principio, es un tema realmente complicado, y se me escapa de las manos. Habría que arrancarlo desde la raíz, desde la educación, pero quizá sea demasiado utópico.
Solemos ver todo esto desde una perspectiva lejana. Pero intentemos ponernos en situación. ¿Y si es tu hermana la que ha sido violada y asesinada, y al día siguiente te encuentras al que lo ha hecho por la calle? ¿Dejarías que pasase de largo o que simplemente estuviese unos tres o cuatro años en la cárcel? Yo creo que no. Serán los sentimientos los que nos guíen en estos casos, pero no la razón.

En definitiva, un “no” rotundo a la pena de muerte. Al fin y al cabo nadie tiene ningún derecho a decir sobre nuestra vida, ni sobre nuestra muerte.

Belén Francisco -

La tortura y la pena de muerte no tienen razón de ser, son un tipo de venganza y la venganza no es justicia. "Matamos porque matan", y esto consideran hacer justicia con un criminal, le quitán lo único que le queda, su vida.

DavidCG -

Decía Muñoz que para él la muerte no es un castigo sino una liberación rápida. En todo caso, eso sería el suicidio y no una ejecución a sangre fría. Soy totalmente incapaz de imaginarme lo que debe sentir un preso (inocente o no) en un corredor de la muerte (concretamente en EE.UU., \"cuna del mundo libre\"). Esos pasillos silenciosos, esas celdas desinfectadas, esterilizadas, sin el más mínimo rastro de calor humano, frías. Ni siquiera te permiten tener sábanas o ropa, o algo que te pueda servir de \"escapatoria\". Esa angustia de no saber qué va a pasar mientras te recuerdan día a día lo que queda para que \"se haga justicia\". Y eso sólo hablando de EE.UU., ¿cómo sería este tormento en una cárcel china o de algún país con una tolerancia similar a los derechos humanos? Por otra parte, coincido con otros compañeros que reivindican la rehabilitación como objetivo de la condena. Sería atroz creer en la reinserción de un criminal mientras que a otro se le inyectan esos horribles venenos (que de muerte limpia no tiena más que el nombre) o a un tercero se le encierra de por vida (literalmente) en un agujero como son muchas de las cárceles de países africanos, suramericanos o asiáticos. ¿Qué tipo de doble (o triple) moral es esto?

CrisCeMe -

¿Es necesario recurrir a este tipo de castigos para condenar a una persona por el delito que haya cometido, si es que se ha demostrado asi? No. La pena de muerte no soluciona nada, lo único que hace es apartar del camino a aquellas personas que \\\"estorban\\\". Llevo algunos años intentando pensar qué hay de beneficioso en llevar a cabo la pena de muerte. Deberían dejarse de aplicar la ley del ojo por ojo, diente por diente y tratar de reinsertar en la sociedad al mayor número de condenados. Sé que suena idealista pero ¿por qué no? No hay mayor pena que la pena de muerte.

Cristina G. A. -

\" Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego\" no podemos condenar con muerte a otra muerte. Los delitos han de pagarse, pero sin olvidar que todo el mundo tiene derecho a la vida, y que si nos parece mal que una persona viole este derecho, no podemos llegar nosotros y hacer lo mismo.

Santiago C -

La pena de muerte deberia de ser abolida en todo el mundo. Me encanta la frase que Guillermo nos muestra en el blog, \"el hombre no posee el poder de crear, no posee, pues, el poder de destruir\", refiriendose a palabras de Gandhi.
Pienso que la pena mayor que se puede imponer es la Cadena Perpetua, ya que hay ciertos delitos que son verdaderas bestialidades. Pero nadie tiene derecho a decir que otro ser humano no tenga derecho a vivir.

Patricia Palacios -

Todavía no consigo entender porqué existe la pena de muerte. Si una persona es castigada por cometer un crimen, ¿porqué el país en el que existe la pena de muerte hace lo mismo?¿Acaso no está cometiendo el mismo error? O, ¿lo suyo tiene justificación? Dejemos de ser hipócritas de una vez!!

Muñoz -

No se me ocurre un lugar más horrible que la cárcel, lugar donde se te priva de lo más preciado (al menos para mi): la libertad.
Un día oí a un amigo decir: \"Sólo hay un sentimiento mayor que el amor a la libertad: el odio al que te la quita\". La muerte no es un castigo, para mi sólo es la liberación rápida, un delito no se paga con la muerte pero si con arrepentimiento.

Ochoa de Alda -

La pena de muerte es una condena a los asesinos, pero si al que ejecutan es inocente, los responsables de ello también son asesinos y en teoría tendrían que abstenerse a las consecuencias y si hay igualdad, condenarles.
El mundo, aún está reinado por la injusticia y en el S XXI es increíble como perdura la pena de muerte.
Hay gente en España que la apoyapara que los culpables cumplan con la misma moneda. En un mundo donde la mayoría es democrático, es absurdo, pero lo que si apoyo es más dureza en España para los encarcelados. Los "locos" a los que se les conceden un permiso de dos días para salir a la calle, le están dando una llave que abre la posibilidad de matar,y se han dado casos. Pero en nuestra nación, como en la mayoría de los casos, hay que esperar a actuar para obrar.

Ochoa de Alda -

La pena de muerte es una condena a los asesinos, pero si al que ejecutan es inocente, los responsables de ello también son asesinos y en teoría tendrían que abstenerse a las consecuencias y si hay igualdad, cumplir lo misma condena.
El mundo, aún está reinado por la injusticia y en el S XXI es increíble como perdura la pena de muerte.
Hay gente en España que la apoyapara que los culpables cumplan con la misma moneda. En un mundo donde la mayoría es democrático, es absurdo, pero lo que si apoyo es más dureza en España para los encarcelados. Los \"locos\" a los que se les conceden un permiso de dos días para salir a la calle, le están dando una llave que abre la posibilidad de matar,y se han dado casos. Pero en nuestra nación, como en la mayoría de los casos, hay que esperar a actuar para obrar.

Oliván Tenorio -

Hay una canción impresionante de Joan Baez que habla sobre la condena a pena de muerte de Joe Hill, ejecutado en 1915 en EEUU (si bien hace ya más de 90 años de aquello, la letra de la canción refleja bien la situación actual en algunos países). La canción se llama Joe Hill.

Belén -

Releyendo la poesía que ha propuesto el profesor he encontrado estos últimos versos que me han parecido sublimes: "Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados."
Creo que el hecho de que siga existiendo la pena de muerte en muchos países nos afecta a todos. Cuando muere un hombre o una mujer a manos de otro ser humano (de la manera que sea) la bondad, la dignidad y la libertad también mueren.
Si matamos usando como escudo la justicia sólo conseguimos que el violento mundo en el que vivimos se embrutezca un poco más.

Marcos -

Poco me queda ya que aportar en el debate. Es incomprensible que en algunas democracias exista todavía la pena de muerte. Pero no estoy de acuerdo con aquellos que optan por el "que se pudra en la cárcel". Si el Estado aplica sanciones, no deben ser como venganza, porque el Estado no está para administrar la venganza, sino para garantizar la convivencia.

Apunto tres películas interesantes (vale, algo obvias) para el tema: "El verdugo", "Pena de muerte" y "El hombre que nunca estuvo allí".

Almudena -

En los ochenta años siguientes, las armas fueron utilizadas para mantener en su sitio a los llamados negros libres y las cosas siguieron sin cambios hasta los años cincuenta, cuando la población de color se hartó definitivamente y se rebeló de una vez por todas. ¿Y qué hicieron los blancos? Corrieron aterrorizados a refugiarse en las zonas de la periferia de las ciudades, donde levantaron barrios residenciales. Una vez allí, compraron millones y millones de armas. Y éste es el resultado: gran parte de los 250 millones de pistolas y fusiles existentes en Estados Unidos son propiedad de los blancos que viven en barrios residenciales muy tranquilos y seguros, donde prácticamente no hay delincuencia.”
Y por esa razón, en Estados Unidos, la mayor parte de los crímenes ocurren en las casas, entre marido y mujer, entre novios, entre compañeros de trabajo…y por esa misma razón la pena de muerte sigue existiendo en este país porque ¿como el gobierno no va a poder realizar lo que incluso los ciudadanos pueden hacer en legítima defensa?; MATAR. Los Estados Unidos de América son la potencia hegemónica del mundo y el peor ejemplo de racismo, intolerancia y opresión donde las armas vencen y las palabras no.
Lastima que Bush no fuese de Albania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Fiyi, islas Cook, Israel, Letonia o Perú para que así le juzgasen por crímenes de guerra, a ver que le parecería que el se convirtiese en uno de los números ejecutados de los que el tan gustosamente lleva la cuenta.

Almudena -

“El miedo que sienten los americanos, se remonta a la época en que en este país vivía una población de esclavos que, en los 86 años transcurridos desde la Guerra de Independencia de 1776 a la Guerra Civil en 1861, se incrementó de forma desmedida, pasando de 700.000 a 4 millones de individuos. En algunas zonas del sur rural, los negros superaban a los blancos en una relación de 3 a 1; hubo revueltas, desórdenes y muchas cabezas de blancos cortadas. Los blancos estaban aterrorizados por la idea de que los negros pudieran obtener la libertad”. “Y así, en 1863 Samuel Colt inventó el revólver (el arma de seis tiros). Hasta ese momento era imposible hacer más de un disparo a la vez. En los 10.000 años anteriores, siempre había sido necesario recargar todas las armas antes de hacer un segundo disparo. En cambio, el Colt era portátil y económico. Y así los blancos del Sur se armaron con lo que llamaron ‘El Pacificador’ y lograron mantener la esclavitud 25 años más”.
“Se equipó al ejército americano con estas armas que fueron utilizadas para exterminar a los indios en los cuarenta años siguientes; la estrategia seguida fue muy eficaz, ya que los indios sólo disponían de fusiles que había que volver a cargar después de cada disparo. Cuando el Sur perdió la guerra civil, los blancos empezaron a tener mucho miedo y por ello en 1865 algunos fundaron el Ku Klux Klan (KKK). En 1871, el KKK fue ilegalizado pero a los pocos meses fue fundada otra asociación, la Asociación Nacional del Rifle (National Rifle Association, NRA), cuyo objetivo era la difusión de armas exclusivamente entre blancos. Los negros no podían poseer armas, era ilegal.

Almudena -

Como en la mayoría de los casos, la historia nos puede ayudar a contestar a nuestras dudas y de la mano de Michael Moore os enseño lo que he encontrado que me ha parecido realmente interesante:
“En la escuela, la primera lección de historia empieza con estas palabras: ‘Los peregrinos fueron a América porque temían ser perseguidos’. Temor, miedo... ¿Y qué pasó luego? ‘Los peregrinos llegaron a América, temerosos y asustados, se encontraron a los indios y tuvieron miedo de ellos, así que los mataron; luego empezaron a tener miedo de sus paisanos, empezaron a ver brujas por todas partes y las quemaron; luego, hicieron la Revolución y ganaron, pero tenían miedo de que los ingleses volvieran. Entonces, alguien escribió la Segunda Enmienda, que dice: Conservad vuestras armas porque los ingleses podrían regresar.” ¿Y qué pasó? ¡Los ingleses volvieron de verdad! Y ¿qué es lo peor que se le puede hacer a un paranoico? ¡Que sus miedos se conviertan en realidad! Mientras, todos decían: “¡afortunadamente hemos conservado las armas! ¡Esa Segunda Enmienda ha estado muy bien!”.

Almudena -

Señores, centrémonos en el caso del "amigo" americano; supuesto ejemplo de libertad y modernidad. En las cárceles de EEUU la mayoría de los condenados, ¿a que no saben de qué raza son? Negros claro. Y la verdad dudo que muchos de los afroamericanos que están en la cárcel, sea por algo que vaya más allá de estar en el momento equivocado y con el color de piel erróneo. Pero las equivocaciones dan igual y más aún cuando se trata de la pena de muerte ya que si se enjuicia algo así, los estadounidenses tendrían que rectificar muchas cosas a lo largo de su historia y claro, no están como para tirar piedras sobre su propio tejado. Todo tiene remedio menos la muerte y la verdad por muy rencoroso que se llegue a ser en la vida creo que la peor pena que se puede sufrir es la de verte cuartado de tu libertad para el resto de tus días. Por lo que no creo que sea necesaria la imposición de la pena capital para que el castigo este a la altura de las circunstancias.
Pero al pensar en todo esto con respecto a EEUU una pregunta me asola, ¿Por qué son así? ¿Por qué tienen esta concepción del castigo, un país cuya democracia fue ejemplo para muchos y sueño para todos?

Úrsula -

La pena de muerte es algo horrible que no se debería dar en ningún país, pero sí es cierto, que a las personas que se atreven a quitarle la vida a otras, merecen un castigo duro, para que no vuelvan a hacerlo, pero la solución no es su muerte, no tienen derecho a acabar con la vida de las personas. Además la justicia tiene que ser justa, ya que no es algo nuevo, que alguien que no ha hecho nada este en la cárcel, esto tampoco es justo.

Jam -

He visto que muchos de los que habéis intervenido planteais como alternativa a la pena de muerte, \"que se pudran en la cárcel\". Vale, consigamos entonces que se pudran en la cárcel. Lo que no es admisible es que se les condene a unos determinados años en prisión y luego cumplan la mitad de la condena o menos por buen comportamiento.Matar en españa es facil y barato porque en un par de años tienes la oportunidad de volver a hacer lo que te de la gana: asesinar, violar, secuestrar...
Está claro que la solución no es responder con la ley del \"ojo por ojo\", pero las condenas deben ser serias y justas y, por supuesto, cumplidas en su integridad.

enovilla -

Nadie tiene derecho a arrebatar lo más preciado a otra persona, su vida, y menos aplicando la ley del Talión, han pasado varios miles de años desde entonces y parece que algunos no son conscientes de que los tiempos han cambiado. ¿Dónde están la ONU y amnistia internacional? ¿Por qué no se rompen relaciones internacionales con los países dónde se permite esta barbarie?

Lucía -

Al contrario que con otros temas que se han tratado en este blog, parece que este provoca una opinión más unánime, o al menos una tendencia más homogénea entre todos los que dejan aquí sus reflexiones. No puedo dejar de decir cuánto me alegro de que problemas tan serios y por desgracia tan extendidos reciban una respuesta tan contundente y no causen apenas controversia; pero al mismo tiempo me resulta imposible no preguntarme por qué ese rechazo que vemos tan claro en España y en la mayoría de los países europeos no encuentra apenas hueco en otros países democráticos. ¿Cuestión de tradición democrática, política, histórica...? No lo creo. Sea lo que sea, hay algo que nos divide, y debe ser más profundo de lo que creemos, tan profundo como para explicar una diferencia tan grande en la concepción del valor y el precio de la vida.
Y cuando ya no podemos consolarnos siquiera pensando que esa barbarie es propia de países menos civilizados y que aún nos queda la esperanza de "reeducarlos" (e incluso cambiar el pedazo de su cultura que nos plazca, en la más pura tradición yanki), una se averguenza del ejemplo que los países democráticos ofrecemos a los que supuestamente deben seguir nuestra estela de prosperidad y legalidad. Y los que hacen mal en este caso son los EEUU, pero desde nuestro continente también llegan cada día a otros países aberraciones que forman parte de nuestro modelo sociopolítico. No es que crea que ese ejemplo que inevitablemente establecemos deba ser de legalidad impoluta, porque es imposible; pero hay veces en las que nos merecemos bastante poco nuestro papel de iluminados y de salvadores de la igualdad y los derechos humanos.

Benjamín García-Rosado -

Creo que se equivocan quienes han planteado el debate de la pena capital desde la ilegalidad. Y no porque no sea ilegal matar a alguien (si bien desconozco las dimensiones reales del Derecho Internacional) sino porque no es contundente el argumento, es rebatible, impugnable en el nombre de un artículo, de un pensamiento. Alguien, libro en mano, nos podría callar la boca, cuando el mensaje es clarísimo: usted no va a matar porque no está legitimado, es decir, no va a contar con los medios necesarios ni con nuestra aprobación. Dicho esto, podremos hablar entonces en términos de lo prescrito en el marco de la legalidad y lo acordado para la convivencia. De igual manera, para quienes piensan que la alternativa a la pena de muerte es la cadena perpetua (“para que se pudran”) nuestra postura no puede ser condescendiente con su intransigencia: debemos recordarles que el Estado tiene responsabilidad sobre el sujeto. Las sociedades tienen lacras previsibles (sabemos que hay gente que asesina) que tenemos la obligación de corregir y educar, eso es todo. Me anima pensar que, de alguna manera, todos sabemos que la pena capital no es la solución sino la excusa desmedida, y que todavía perviva en nosotros la confianza en la reinserción de los que ya pagaron por su error.

Zola -

¿Cómo puede haber gente que proponga la cadena perpetua como alternativa a la pena de muerte? ¿lo dicen por el derecho a la vida o porque la privación de la libertad para siempre es una castigo mucho mayor que la muerte? El objetivo del sistema penitenciario, al menos en nuestro país, es la reeducación y la reinserción social.
No se soluciona nada ejecutando o condenando de por vida a quien comete el crimen.

susana molina -

la parte de irracionalidad de la que está dotado el ser humano es la que hace quitarle la vida a otro , decidiendo así que la vida propia merece más que la de su victima. Pero cuando un estado decide asesinar a un hombre, va más alla de la irracionalidad, ya que es un acto planificado y estudiado, es una anomalía, enfermedad, mental, actuando así como un psicópata.
Pero no tada irracionalidad es mala, ya que el amor, la compasión, el perdón(no lo estoy diciendo por ninguna inclinación religiosa, aunque lo parezca), forman parte de esa irracionalidad,y en la mayoría de casos es esa, la que puede salvarnos de aplicar la ley del ojo por ojo, como en pleno siglo, XXI, se sigue dando.

Rôvënty -

Tras la noche, viene la noche más larga; quiero que no me abandones dormido al alba

Z -

Algo no funciona bien claramente, si se permite legalmente matar a alguien indefenso. Que no inocente, indefenso. A sangre fría.

http://www.yatv.com/handsoffcain/firma.html

Virginia -

Matar a asesinos nos convierte en asesinos. Nadie merece morir, todos tienen derechos a vivir, por muy despreciables que sean las cosas que ha hecho. Sería mejor poner la cadena perpetua y que los terroristas y gente de esa calaña se pasen la vida en la cárcel, porque perder la vida es lo peor que te puede pasar, pero perder la libertad es casi como perder la vida. Y nada de reducciones de la pena por buena conducta ni nada, que así va como van los sistemas judicial y penal españoles.

rocoli (part III) -

En fin, que aún quedan leyes que no cumplen con la forma de la ley, que es, a mi entender, a lo que obliga el verbo “deber”, y es hablar, decidir y actuar independientemente de nuestras instancias psicológicas (que seamos vengativos o pacíficos, neuróticos o rencorosos) y tribales (que considere inferior a la mujer y al extranjero, que en mi cultura no se coma jamón o no se pueda ser jardinero). Sucede quizá con la pena de muerte eso de la “racionalización” de una sinrazón, porque de otra manera no sé cómo aún sigue vigente. Lamento la longitud, pero a veces no sé cómo ser breve.

rocoli (part II) -

Menos del 1% reincidió y, yéndonos a una visión sociológica más amplia, digamos que los resultados muestran que habría que matar a 100 reclusos para que 1 (que además se considerara potencialmente reincidente) en efecto volviera a matar. Si a estos datos les sumamos los peligros de condenar a muerte a un inocente, la parcialidad de los veredictos (una persona acusada de matar a un blanco tiene 3 veces más posibilidades de ser condenada a muerte que si hubiera matada a un negro, y 4 veces más que si hubiera matado a un hispano), las penosas condiciones en que los acusados pueden defenderse (a veces sus abogados defensores, aportados por el Estado, apenas tienen interés en defenderlos) y un largo etcétera de arbitrariedades y prejuicios, queda claro que el único argumento que queda en pie para aquellos que defienden la pena de muerte es el tercero, la “pena merecida”. ¡Qué cosas, intentar defender la legitimidad de algo en base a un argumento que no es empíricamente demostrable a través de estudios, y que depende fundamentalmente de la moral de cada uno, de sus prejuicios y de sus odios! ¿No es acaso requisito de una ley ser algo objetivo, promulgado desde el lugar de la razón y no de lo que a cada uno le parece? Pues sucede que curiosamente una de las más terribles leyes se sostiene sobre una base como la siguiente: el juez debe preguntarse si el criminal merece la muerte. Y no tendrá más argumento que ése, que considerar (subjetivamente) si se lo merece, porque no es disuasorio, ni útil, ni, en pocas palabras, razonable (en el sentido de que pudiera argumentarse algo racional y lógico para sostener el veredicto).

Juan Monge -

La instrumentalización del asesinato por parte del Estado es algo injusto e intolerable.
Pero el asesinato en sí es un acto terriblemente humano... Nuestros días son pequeños crímenes y creo que no es la moral (de la que tantos haceis gala) sino el amor el que debe frenar nuestros impulsos más fatales.

rocoli (part I) -

Surgen, a veces, entre los artículos aquí publicados, algunos que generan en mí una extraña especie de incontinencia emocional, y las palabras parecen declararse independientes de mi voluntad, como si cobraran vida, como caídas del cielo, o mejor, de la memoria, pidiendo paso con tal fuerza que apenas me dan tiempo para darles cierta forma, cierta disposición ordenada, cierta comprensibilidad. Cabe pues la posibilidad de que de aquí en adelante nada, o casi, se entienda. Creo que tres han sido, al menos desde la década de los 70, los argumentos sostenidos por los defensores de la pena de muerte: la disuasión, la “incapacitación” (no sé si el término existe), y la “pena merecida”. Respecto a la primera, suponen que la pena de muerte disuadirá a otros potenciales asesinos de sus proyectos homicidas. Numerosos estudios criminológicos y sociológicos han demostrado que la pena de muerte apenas varía el índice de criminalidad (y además de hacerlo en una ligerísima proporción, es incluso menos disuasorio que, por ejemplo, la cadena perpetua). Respecto la “incapacitación”, sostienen que es la manera más efectiva de evitar que el criminal reincida. Hay muchísimos y muy interesantes estudios sobre las posibilidades reales de reincidencia de un homicida, quizá el más interesante fue el que se realizó sobre los 630 reclusos cuyas penas de muerte fueron declaradas inconstitucionales en EEUU en el año 72 (tras el caso de Furman contra Georgia la Corte Suprema americana invalidó todas las condenas a muerte dictaminadas ese año).

Juan Monge -

"Esto fue lo que ella me dijo una vez: ¿Cómo puede llegar a matar alguien normal? Pero algunas noches, cuando toma una copa de más, me amenaza de muerte y yo sé que es capaz." N.V.

J.Lennon -

Leyendo de nuevo mi comentario anterior... puede parecer que estoy defendiendo en cierto modo la pena de muerte....pues N O . Simplemente pienso que debería darse un giro a ciertos aspectos de la justicia e imponer castigos reales que se puedan cumplir. La muerte jamás es solución a nada.

Laura Suárez Vinacua -

como se apuntan en algunos de los comentarios, no puedes aplicar la pena de muerte en países democráticos porque estas creando una contradicción enorme.Tiene que ser duro que maten a un familiar tuyo, pero no puedes pretender que maten a esa persona por muy dolido que se este ya que ninguna persona ni ninguna ley puede atentar contra la humanidad, es un principio fundamental.
Pero lo que me parece aún más indignante esque se practiquen algunos de estos hechos de manera extraoficial, tapando una realidad que sigeu allí. Para mí, la pena de muerte no es la solución, sino un acto para salir del paso, para hacer que las cásrceles se queden más vacías. la solución, no la sé pero creo que vivimos en un tiempo en el que estos actos se deberían quedar en los recuerdos oscuros del pasado.
Será difícil, por que ¿quien es capaz de pararle los pies a un país tan poderosos como los Estados Unidos y, en consecuencia, a un presidente que tiene la sartén por el mango?

Javier Ibáñez -

La pena de muerte es el mayor ejemplo de egocentrismo al que ha llegado el ser humano, creernos poseedores de la vida de otros es abominable. Nadie debe ser ejecutado, ni siquiera el asesino porque ya que él no poseía la vida de la persona o personas asesinadas, nadie más que él debe disponer de la suya.
Creo que hoy ya sobran las palabras ante este hecho pero mientras cierta potencia mundial siga predicando con el ejemplo gracias a cierto dirigente de dudosa capacidad el mundo seguirá permitiendo que mueran personas en la silla, con la inyección letal, en la horca... esto bien merece una manifestación y no el dar o no dar religión en una escuela

Ruth Pilar -

Totalmente en contra de la pena de muerte. Matar como castigo no arregla las cosas. No sólo no sirve de ejemplo, en los páises dónde se practica, al resto de personas, pues se siguen cometiendo crímenes, sino que dice muy poco de los valores sustentados por esos Estados.
La pena de muerte provoca el rechazo en el resto de países que no la contemplan, sin embrago, no hacen nada para intentar abolirla.
A lo mejor esta práctica atiende a un fin económico: menos presos=menos comidas, ropas, servicios que dar.
Si se quiere castigar a alguien, hagamos como Rousseau con Emilio, si rompe una ventana, ya se dará cuenta cuando tenga frío y no lo volverá a hacer. Por qué pegarle.
Si creemos que eliminando a quien crea el problema, acabamos con el mismo, se nos olvida lo de la causa-efecto.
¿Qué pasa si se descubre la inocencia de alguien a quien se ha ajusticiado ya? ¿No cabe el arrepentimiento en el corazón del condenado?
2 libros: A sangre fría y Crimen y castigo.

Javi -

Xaime, mira lo que ha sucedido en Castelldefels. 3 muertos a puñaladas, a bocajarro. ¿Repercusion? Hoy abre los telediarios, y mañana no nos acordamos de nada. Eso es lo que quiero decir.

Karla Rojas -

"La muerte de ese asesino no revive nuestros muertos"
De que sirve matar a una persona(si así se le puede llamar)que ha matado a otra persona, es un crimen y supone rebajarse a la misma posición que el asesino. De que servirá matar por cobrar unas vidas finalizadas, de forma injusta pero finalizadas.
El hombre destruirá al hombre.

Xaime -

Javi no creo que seamos inmunes a la muerte ajena, creo que somos inmunes -por desgracia- a la muerte lejana. Lo que más preocupa a la gente, es lo que pasa a "su" gente, es decir, puedes leer que un niño entra en un colegio de Estados Unidos y mata a 10 personas que pensaras que joder con el niñito, pero pasa en España y nos escalofriamos mil veces más o, al menos, esa es mi impresión. Para mi el verdugo no es el culpable como creo haber percibido en algún comentario, el verdugo me imagino será un don nadie (con todo el respeto de la palabra don nadie) que no puede ser abogado, o policía u otra profesión. Es como el lema de la prostitución en Madrid "existe la prositución porque TU la consumes" o algo por el estilo, con los verdugos pasa lo mismo: "existen los verdugos porque hay pena de muerte". La pena de muerte atenta contra el derecho de las personas, pero también atentan y gravemente otras acciones que ocurren en España y que, intentando ser periodistas, nos tocan de pleno pero nadie lo quiere ver porque a nadie le interesa. No quiero desviar nada, sólo me llamó "monstruosamente" la atncino (Ojo profesor, que lo he escrito mal a propósito)lo hago a manera de gracia pero capté el fondo de lo que me quería decir...o igual no.

RöXyE -

me averguenza que sean capaces de decir que la pena de muerte se aplica en nombre de la justicia.¿Justicia comparada con que?. Matar al que mató deja sin argumentos en el acto.Alternativas habrá miles,si la cárcel es el castigo, porque quita la libertad-vida,denles un buen libro.y si han de pasar alli el resto de sus dias,que se lean los que puedan,pero muertes 0.O si no, llgará un momento en que la pena capital se aplicará con tal facilidad, que podremos decir quien este libre de pena de muerte, que tire la primera piedra.

J.Lennon -

Matar a un asesino es atentar contra su libertad, libertad paradójica que él ha cortado al asesinar a otra persona... la pescadilla que se muerde la cola (yo mato, tú me matas, ýo mato a quién ha matado...) eso no es lógico, la pena de muerte es un acto irracional, de gente sin cabeza. Aunque tampoco es muy lógico los castigos que impone a veces la justicia española. Son de broma.

Elba -

El derecho a la vida no lo elige el ser humano, por muy malos que sean los actos que haya cometido una persona.
Muchas veces se cree que la muerte es el peor castigo para un asesino pero, sinceramente,yo creo que es peor castigo estar encerrado en un lugar sabiendo que a dos pasos la vida continua. \"No se puede pagar con la misma moneda\" No es justo hacer lo que no queremos que nos hagan y por lo tanto, tan malo es matar a alguien como matar a quien ha matado.

Andrés -

¿No tendría que ser condenado el señor Bush a pena de muerte en su pais por crímenes de guerra y otras muchas cosas?.
Llegamos a una época increíble, la que tantos creyeron posible, y que solo nos ha tocado vivir a unos pocos, la época en que la luz del gótico saldrá de la oscuridad iluminando al mundo. Llega la época en la que ya no se juega con el pueblo, porque no es ignorante, porque sabe lo que quiere y lo busca hasta encontrarlo.
Tantas atrocidades en tan pocos años que parecen remotas siguen vigentes, no es otra cosa lo que hacía Hitler con los judíos, lo que hace Bush con los presos de Guantánamo, la dictadura China, que ni siquiera conocemos una mínima parte de lo que allí pasa, pero nadie dice nada, y cuando el pastel se destape, dentro de X años, nos llevaremos las manos a la cabeza, y diremos que no sabíamos nada. Son los países en los que se puede luchar los que tienen que luchar, de eso estoy seguro.

Javi -

A riesgo de resultar pesado, quiero decir una cosa al compañero Daniel.
Si hemos avanzado desde la Segunda Guerra Mundial. Hemos avanzado en algo terribe: no nos sorprende la muerte, tan cruel como eso. Nos dicen cada día que mueren 30 personas en Irak y es como si nos cuentan El Tiempo. Mueren mujeres maltratadas y no pestañeamos. Miles de muertos en las carreteras, y no percibimos la gravedad del asunto.Como tú dices, con una frialdad increíble y a la vez preocupante. En eso hemos avanzado, para bien o para mal: somos inmunes a la muerte ajena.

Ana Estrada -

Mi idea sobre la pena de muerta es rotunda, NO!
No creo que por mucho que digan los policías de que las pruebas o la propia declaración del asesino demuestren su culpabilidad, sea verídico. Una persona puede autoinculparse por defender a un ser querido o por tortura, que aunque parezca que se ha erradicado, es mentira.
Si que estoy de acuerdo que el supuesto culpable cumpla una condena correspondiente al delito cometido pero no la muerte. Porque aunque posteriormente se demuestre lo contrario ya no se puede hacer nada.
Y de hecho, se ha demostrado que existe un elevado tanto por ciento de personas asesinadas en la pena de muerte que finalmente eran inocentes!
Digo asesinadas porque para mí es igual de asesino el que mató a una persona de la calle como el que apretó el botón de la silla eléctrica o tiró piedras; aqunque esta última esté aprobada por el estado.
Por último solo quería expresar que lo que me parece aún más degradante es que EEUU, el país supuestamente más democrático y desarrollado, siga aplicando dicha medida para salvar vidas, según su propio presidente.
Y también me pregunto ¿cual es la diferencia entre un asesino de Michigan y uno de Florida? y ¿por qué la mayoría de la gente que se encuentra en el corredor d la muerte es de raza negra o latinoamericana que no pueden permitirse un buen abogado?

Escila -

Es extraño. Por más vueltas que le doy, no se me ocurre qué aportar. Sólo sé que leyendo los comentarios de mis compañeros encuentro un sentimiento que quizás alguna vez yo también he tenido: la venganza. "Que se pudran en las cárceles". Pero tampoco creo que sea la solución. ¿La reinserción? Estaría bien pero, ¿cómo reinsertar a un etarra que, como hemos visto, reincide? ¿Estaría bien asesinarlo en nombre de todos los españoles? Nunca hay ni habrá justicia para una injusticia.
No creo que ganemos nada ejecutando a un autor del 11M pero, ¿puede merecer algún tipo de piedad o incluso llegar a pagar de alguna manera el asesinato de cerca de 200 personas y la mutilación de otras miles? ¿Todo es culpa del sistema que hemos creado y al que nos sometemos? Aquí la vida de cualquiera de nosotros es un medio para el fin de otro, y nosotros, sin saberlo, también usamos a otros como medios para nuestro fin: vivir. Y es que nuestra forma de vida, para llevarse a cabo, necesita de la esclavitud de otras miles, y todo así. Lo único que cambia es el uso de la violencia. Así pues, me siento incapaz de aportar ninguna idea para este problema.

Sonia Sanz -

Sonará a tópico, pero si les matamos...¿no estamos haciendo aquello mismo por lo que les condenamos? ¡Qué ironía! Si deben pagar una pena, que la paguen en la cárcel, así tendrán tiempo para pensar; pero en condiciones. No se puede privar de libertad a unas personas de cualquier manera. Deben existir unas pautas, y deben ser respetadas. Porque muchos digan \"su comportamiento ha sido el de un animal\", no lo son. Adjunto un tema de Andrés Calamaro en el que he pensado nada más leer este post:
"Creo que todos buscamos lo mismo.No sabemos muy bien que es ni dónde está. Oímos hablar de la hermana más hermosa, que se busca y no se puede encontrar.
La conocen los que la perdieron, los que la vieron de cerca irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar. La conocen los presos:La libertad
Algunos faloperos,algunos con problemas de dinero porque se despiertan soñándola, algunos que nacieron en el tiempo equivocado: la libertad
Todos los marginales del fin del mundo, esclavos de alguna necesidad,los que sueñan despiertos,los que no pueden dormir: la libertad.
Algunos tristemente enamorados pagando todavía el precio del amor, algunos que no pueden esperar,
y no aguantan más la necesidad.
Algunos cautivos de eso,
que no saben donde mirar,
tengo algunos hermanos y una hermana muy hermosa: la libertad.
Igual que Norberto, me pregunto muchas veces,
dónde está, y no dejo de pensar... será solamente una palabra, la hermana hermosa
la libertad."

DANIEL -

Conclusión número uno de esta monstruosidad (como dice nuestro profesor): el hombre mata al hombre. Al hombre lo crean, y el hombre se destruye. Leyendo artículos como este y viendo estas frías estadísticas, tengo la sensación de que apenas hemos avanzado desde la Segunda Guerra Mundial. Es increíble como hablamos de 3.797 personas ejecutadas con una frialdad escalofriante. Cada una de esas personas tenía nombre, tenía familia, y posiblemente tenía ilusión por algo. Sobre el tema en cuestión, poco que decir. Aunque en realidad habría que decirlo todo. Es intolerable, inadmisible, deleznable, que en pleno siglo XXI la primera potencia mundial haya llegado al millar de ejecutados. Uno de los grandes errores de la humanidad, y alguna vez lo he comentado aquí, es que no sabemos ponernos en el lugar del otro. ¿Qué le pasará por la cabeza al verdugo segundos antes de matar a una persona? Que sangre más fría. Se te ponen los pelos de punta sólo con escribir estas líneas. Y que no se le olvide a nadie que en ese corredor de la muerte tenemos a un amigo: Paco Larrañaga.

Gaona -

Nadie tiene derecho a decidir si un ser humano debe o no debe vivir, pues no existe mayor acto de prepotencia que el asesinato. El sentimiento de importancia en una persona debe ser muy grande para atreverse a tomar la decisión de que una persona no siga con vida, sea cual sea el delito cometido por ésta. La justificación más absurda a esta atrocidad propia de la Edad Media es sostener que es justo que un asesino sea asesinado, pues acabar con la vida de un semejante es algo irracional. Por último, me gustaría incluir un refrán que en este caso pierde toda su razón: \"Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón \".

Dorian Gray -

Perdón, quería decir, si robas al que te roba te convertirás en ladrón. Fue un lapsus.

Dorian Gray -

La muerte por la muerte no es justicia, es un crimen.

Si robas al que me roba me convertirás en ladrón, te pondrás a la altura de la persona que delinquió contra ti. Si asesinas al que te robó a un ser querido no estarás haciendo justicia. No merece la pena manchar tus manos con alguien que las tiene sucias.

Al fin y al cabo, en la venganza hay rencor, malos sentimientos, con ello no honras a la memoria de los muertos.

Por ello, el Estado no puede tener potestad para tomar esa medida. La venganza no es la solución para ningún problema, nadie te devolverá al ser amado y tu dolor no se amedrantará.

Patricia -

¿ Merece la familia de un asesino sufrir el dolor que el ha causado? Por mucho que haya causado, no creo que haya que devolverle la moneda de la misma forma. Creo que no nos debemos rebajar a su mismo nivel. Que se pudra en la cárcel y se quede allí metido toda su vida, pero creo que nadie tiene derecho a quitarle la vida, quizá es uno de los derechos que nos pertenece a nosotros mismos.

Javi -

No estoy de acuerdo. Es fácil, por lo menos en mi caso, posicionarse. NO ROTUNDO Y CLARO.

Pérez S. -

Es profunda mi tristeza cuando aparece en televisión u otro medio de comunicación la muerte de un gran número de personas, causa al estallido de una bomba debido a las acciones de un grupo terrorista. En esos momentos, se puede desear profundamente la muerte de esos terroristas.
Aquellas personas que con facilidad son capaces de matar a un centenar de personas (o más), con solo pulsar un botón, merecen para algunos de nosotros, en un principio, la más mísera muerte. Sin embargo, como bien decís compañeros, la pena de muerte atenta contra el principio humano, por tanto en ocasiones es difícil optar por una determinada postura en esta cuestión.

Belén -

Me parece que pena de muerte+legalidad es un oxímoron como una catedral. Ninguna ley hecha por un ser humano puede decidir sobre quitarle la vida o no a otro. En países que se proclaman democráticos no puede existir este tipo de penas, ya que van en contra del propio significado del sistema.
Coincido con algunas opiniones anteriores en que en algunos casos, las penas de cárcel no se cumplen como debieran, eso, por supuesto, ha de corregirse.

¿Si el señor Bush y otros tantos repudian a los asesinos, con que derecho firman las sentencias de muerte? Creo que es importante reflexionar sobre estas contradicciones.

Pepo -

Leyendo este artículo me hago una pregunta: ¿si el Estado ve justificable defenderse a través del asesinato, el resto de personas que sufren pobreza, hambre, miseria..., pueden defenderse de la misma manera frente al Estado que les impide sus derechos?, ¿quién tendría valor para negarselo si la autoridad que juró defenderlos y protegerlos va asesinando gente?Porque la pena de muerte no es más que terrorismo de estado. En mi opinión la pena de muerta puede conducir a esa visión y ya lo dijo Gandhi (creo):\"ojo por ojo, todos ciegos\".

Xaime -

Mi amigo Javi (el blogger anterior) me obliga a escribir así que aquí va:
Posiblemente suscité alguna que otra controversia en este blog (o igual fueron los otros), pero en este artículo no puedo hacer otra cosa que no sea el posicionarme del lado del Profesor J.Carlos García Fajardo y de mi amigo Javi: la pena de muerte, en algunos países, está dentro de la legalidad, pero una legalidad que va en contra del principio de todos los principios (el derecho a la vida) es, por definición, ilegal. Similar ocurre en las dictaduras que tienen leyes dentro de sus fronteras pero en el marco internacional se sitúan alucinantemente fuera del marco legal. A algunas personas podría desearles la muerte como son los etarras (ETA atentó contra alguien cercano a mi) pero no merece la pena. La ley del Talión es anacrónica, una muerte por una muerte no se puede, porque como dicen "ojo por ojo y el mundo se quedaría ciego". Que se pudran en las cárceles no estaría nada mal, pero si de verdad sucediese. No hay que ser extremista; ni radical para la pena de muerte ni totalmente pacifista o liberal de "en dos años a la calle por buen comportamiento después de matar a 12 Guardias Civiles". Lo que más me corroe es que a esas personas que atentan contra la sociedad les mantenemos nosotros -a través de los impuestos- con un menú diario de 6.75€, comen mejor que nosotros en la universidad para que tengais un ejemplo. Javich (¿se me permite llamarle así no?¡Ojo!igual suena a demasiadas confianzas pero me arriesgaré) estoy de acuerdo contigo si no se permite un asesinato entre seres iguales, menos entre un ente como es el Estado y una persona.

Guillermo -

Una vez Gandhi dijo "el hombre no posee el poder de crear, no posee, pues, el poder de destruir". Creo que poco más se puede añadir.

Javi -

La humanidad se reduce a su mayor bajeza cuando alguien acciona el interruptor de la silla electrica o inyecta veneno en otro hombre. Uno puede pensar en ocasiones que la pena de muerte es justa. Pero si no es justo que un asesino asesine, tampoco lo es que un Estado lo haga. Que se pudran en la cárcel; la pena de muerte atenta contra cualquier principio humano.