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J. C. García Fajardo

Aquí nos vemos

"La cantidad de vidas que caben en una sola  es incalculable", exclama John Berger en este delicioso y fundamental libro editado por Alfaguara.

Un libro nómada, que viaja a través de Europa, historias aparentemente dispares revelan su conexión, y los objetos descolocados encuentran su lugar. Recuerdos sensuales del pasado penetran en la piel del presente como la sal. En su paso a través de fronteras y zonas horarias, Aquí nos vemos es una obra hermosa, radiante e inesperada ... con la que tenemos que contar desde ahora. Nos enseña que hay otra forma de escribir, y otra y otra...

"¿Qué nos unió? Tuvimos muchos principios. Sin embargo, en el fondo, lo que nos unía era un reconocimiento tácito de la misma tristeza... Era una tristeza semejante al enloquecido aullido de un perro en luna llena... Los dos creíamos que el estilo era indispensable para vivir con un poco de  esperanza; y la elección era vivir esperanzado o desesperado.

¿Estilo? Cierta levedad. Una sensación de vergüenza que excluye ciertas acciones y ciertas reacciones. Cierta manera de sugerir la elegancia... El estilo entraña una promesa invisible. Por eso requiere y fomenta cierta capacidad para la entereza y una manera especial de acomodarse en el tiempo... ¿Por qué el aullido, entonces? El estilo sale de dentro, pero su convicción es prestada; tiene que tomarla de otra época para depositarla en el presente, y a cambio del préstamo dejarle algo en prenda a esa otra época. El apasionado presente es invariablemente demasiado corto para el estilo. La aristocrática Liz lo tomaba del pasado; y yo, de un futuro revolucionario.

Nuestros estilos eran extraordinariamente próximos. No estoy hablando de marcas comerciales o de ciertos accesorios. Recuerdo cómo éramos cuando caminábamos empapados por la lluvia o cuando llegábamos de madrugada a la estación central de Milán. Muy próximos. No obstante, cuando nos mirábamos a los ojos, desafiando el riesgo que corríamos al hacerlo, un riesgo del que éramos plenamente conscientes, los dos sabíamos que los tiempos prestados eran una quimera. De ahí la tristeza. Aquello era lo que hacía aullar al perro"

 

¿Hay  alguien  ahí, bloggers?

Nesemu

10 comentarios

Dacal -

Aquí también nos vemos, en este sitio de encuentro, compañeros bloggers.

Me recuerda tanto al sub y a los zapatistas...

"Queremos un mundo en que quepan todos los mundos"

raúl -

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra. Como bien dice Blas de Otero, siempre nos quedará la palabra.

DANIEL -

Nuestro estilo no es nuestro. Todos tenemos el estilo de algo, de alguien o de algun conjunto o grupo. Quizá nuestro verdadero estilo hubiera florecido hace 500 años, o hace 1000. Ahora tenemos el estilo que nos dejan, que podemos o que nos gusta porque es el que hay.

brave -

Tan incalculable que todas las vidas caben en una sola. La mía.

Laura García -

La vida está compuesta de pequeños instantes, unos buenos y otros no tanto, que son los que van marcándonos por dentro. Esos momentos son los que definen nuestra personalidad, nuestro caracter, nuestro estilo. Hay que saber apreciarlos, son parte de nosotros.

Javier Ibáñez -

No conozco mucho de John Berger ya que sólo he leído su ensayo "Modos de ver" el año pasado, pero si puedo decir acerca de su frase que estoy de acuerdo con ella, existen tantos momentos, tantos lugares, tantas cosas que hacer que uno, a lo largo de su vida, puede vivir, no una, sino infinidad de vidas.
Al igual que cambiamos desde que somos niños hasta que soos adultos, pasando por la dolescencia y llegando a la vejez, podemos cambiar nuestra vida, un país, una cultura, algo nuevo que aprender cada día, cada día estrenar una nueva vida hasta completar todas ellas porque en mi opinión, no es lo más importante vivir mucho, sino amar todo aquello que se ha vivido o al menos, sentirnos satisfechos de nuestra obra.

Sonia Sanz -

Estilo...otra forma más de no perdernos en este mundo revuelto. Ni el estilo ni los principios surgen de la nada, todo se nos inculca; romper moldes a veces no es más que una forma de hablar. Yo busco mi estilo pero... ¿quien siente que realmente lo ha encontrado?. Yo tengo mis principios pero...¿quién me dice si no cambiarán?. Yo me he sentido triste, pero... ¿quien puede decirme si mi tristeza era verdadera?
El título engancha, habrá que ver si pasa lo mismo con el resto del libro.

jvicioso -

Y yo no sé cuántas vidas tengo, pero sí sé que tengo muchas. Y a veces una de mis vidas, o dos, o tres, se encuentran tristes. Y me pegan azotes y no despierto. De vez en cuando sale otra de mis vidas, esa que me anima a hacer de la sonrisa mi escudo ante todas las batallas.
\"Aquí nos vemos\". Me gusta este título e intuyo que también me gustará este libro.

Rôvënty -

Tuve muchos principios, casi todos que acabron en tristeza, busco mi estilo desde los rincones de la memoria de mis antepasados pasados por el filtro de cada instante. Buscamos dejar ese estilo para los que en un futuro busquen en los rincones de la nuestra. De ahí la trsiteza, de ahí el aullar del perro

Carlos Miguélez -

Qué bonito. Lo conseguiré. El libro, digo; aullar no creo que pueda. Así que el estilo viene de dentro, pero toma la forma de otra época. ¿Del inconsciente colectivo? Esto explica por qué hay arquetipos que vienen de siglos atrás.