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J. C. García Fajardo

Unos cuentos para descansar. 1

Para descansar durante este fin de semana voy a compartir con los bloggers algunos cuentos que escribí el año pasado, un cada día, presionado o desafiado por algunos amigos
Nesemu

Retazos, un comienzo

- Maestro, bajo un farol de la plaza del mercado, estaba una mujer llorando y desesperada porque no encontraba una moneda que se le había perdido en su casa.
- “¿Pero no sería más lógico, -le dije-, buscar en donde se perdió?”
- “¡Ignorante!”, - me respondió.- ¿Acaso no ves que aquí hay más luz?” Y me fui corrido.
- Es una antigua historia que se le atribuye a Nasrudín, el gran sufí amigo de Tamerlán. Pero también se la atribuyen a otros. Las historias no pertenecen a nadie sino a quien las precisa para condensar una idea o hacer reír a quién se encuentra despistado, mientras tú le envías un mensaje que hará su camino según la disposición del corazón y la estabilidad de la mente.

José Carlos Gª Fajardo

Este texto pertenece a la serie 'Retazos de Sergei', una colección de cuentos orientales adaptados a nuestro tiempo

6 comentarios

maria linares -

Cierto es que nos empeñamos en buscar respuesta en donde está iluminado. No solemos atrevernos a buscar en donde nadie lo ha hecho. Así no conseguimos más que aumentar nuestra ceguera y procurar no ampliar nuestros horizontes.

Cuando somos pequeños, nuestros padres se empeñan en que no salgamos a lo desconocido, aunque ahí esté la respuesta, aunque ahí estubiese la moneda. De pequeños queremos buescar en donde no conocemos, en todo lo desconocido. Pero nuestros educadores se empecinan en que "más vale malo conocido que bueno por conocer". Busca donde buscan todos y no te perderás. Muy cierto, del todo, no te desviarás del camino. Pero de lo que se trata es de encontrarte a ti, de encontrar tu hueco, para ello es posible que tengas que donde no hay luz; tendrás que salir del camino que todos siguen. Si no, tan sólo serás otro individuo que no se ha preocupado de encontrar que le diferencia de los demás.

Ser valiente y enfrentarte a lo nuevo, acertando o no, es la mejor manera saber quien eres.

maria -

Cierto es que nos empeñamos en buscar respuesta en donde está iluminado. No solemos atrevernos a buscar en donde nadie lo ha hecho. Así no conseguimos más que aumentar nuestra ceguera y procurar no ampliar nuestros horizontes.

Cuando somos pequeños, nuestros padres se empeñan en que no salgamos a lo desconocido, aunque ahí esté la respuesta, aunque ahí estubiese la moneda. De pequeños queremos buescar en donde no conocemos, en todo lo desconocido. Pero nuestros educadores se empecinan en que "más vale malo conocido que bueno por conocer". Busca donde buscan todos y no te perderás. Muy cierto, del todo, no te desviarás del camino. Pero de lo que se trata es de encontrarte a ti, de encontrar tu hueco, para ello es posible que tengas que donde no hay luz; tendrás que salir del camino que todos siguen. Si no, tan sólo serás otro individuo que no se ha preocupado de encontrar que le diferencia de los demás.

Ser valiente y enfrentarte a lo nuevo, acertando o no, es la mejor manera saber quien eres.

David Álvarez -

A veces la sabiduría reside en el entendimiento de las cosas más simples; basta con aplicar la lógica.
(me había puesto anónimo, no se porque).

Anónimo -

A veces la sabiduría reside en el entendimiento de las cosas más simples; basta con aplicar las lógica.

ALMUDENA -

QUIEN QUIERA LEER RELATOS BUENOS COMO ESTE QUE A TRAVÉS DE UNA SIMPLE HISTORIA NOS HACEN DESCUBRIR COSAS MÁS ALLÁ DE LA SIMPLE LECTURA, LE RECOMIENDO "EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA" DE Paul Watzlawick. UNA OBRA CORTA Y CONTUNDENTE QUE SE LEE EN DOS HORAS Y SE PIENSA TODA LA VIDA
AQUI LA MORALEJA NO EXISTE, CADA UNO QUE BUSQUE EL CONSEJO
DESPUES DE ESTE LIBRO, MIRAREIS LOS SEMAFOROS DE FORMA DIFERENTE

Rôvënty -

Después de un fin de semana de problemas para entrar en la página (y que sigo teniendo por desgracia) me encuentro con esta historia y me siento en casa de nuevo. Ojala que la luz de este blog no se apague nunca porque alumbra el camino de muchos. El mío también.
Y a quien de manera obstinada se empeñan en criticar lo que no entienden me producen lástima. Tienen luz, pero la esconden por miedo al ridículo y buscan la moneda en la oscuridad