¡Condenados de la Tierra, ponéos en marcha!
¿Os imagináis? De repente, como sucede con las langostas o con el rugido de la Marabunta, de repente, movidos por mensajes MSM, por la TV, radio, y el tam tam... decenas de millones de subsaharianos (hay más de 850 millones en toda África y unos 600 subsaharianos) se ponen en marcha hacia el Norte. Millones como sucede durante el estro hacia finales de mayo y comienzos de junio en que millones de seres vivos se ponen en marcha desde el Ngorongoro, en Tanzania, a través del Serengueti hasta Kenya. Llegan a las vallas de Ceuta y de Melilla, a las playas de Tánger y a las orillas de Libia y de Argelia. ¿Qué hacemos ? ¿Nos ponemos a disparar?
Al otro lado del mundo... decenas millones de latinoamericanos atraviesan México y se adentran en EEUU... ¿habría suficientes balas, tanques, aviones para detenerlos? ¿No lograrían algunos cientos de miles penetrar en la Tierra Prometida que durante tantos años han financiado con sus materias primas y con su mano de obra barata y que se adentró en sus pobres hogares, como un paraíso al alcance de la mano, a través de los culebrones del cine, tv y radio.
Imaginad, imaginemos a cientos de millones de chinos puestos caminar... a cientos de millones de indios en marcha. No es una broma, se lo sugirió Mao a un interlocutor. Y Ghandi lo llegó a expresar en un dramático diálogo.
La aséptica Australia, antiguo presidio y penal, ¿soportaría la arribada de millones de esos asiáticos que tanto detesta y a los que rechaza por tantos medios inhumanos?
Puestos a morir, ¿por qué no morir caminando?
Como las hormigas cuando ruge la marabunta. Como la langosta. Como los ñús y los antílopes del Ngorongoro.
Atención, en toda África circulan las imágenes de los sucedido en las vallas de Ceuta y de Melilla. El famoso teléfono árabe propaga las noticias con la rapidez del viento. ¿Y si los ancianos de las comunidades interpretasen por los signos externos, y por la llamada de los ausentes -concepto inimaginable para los europeos- que ha llegado el momento de ponerse en marcha?
¿Acaso ocurrieron de otra forma las grandes migraciones... ahora con la posibilidad real de que con-muevan a centenares de millones de esos seres humanos para el dolor y para la muerte, esa gente condenada -les damnés de la Tèrre- después de tantos avisos como nos han enviado y que ya nada tienen que perder?
Viendo esas imágenes inéditas de centenares de subsaharianos arracimados después de un éxodo increíble, y escuchando sus palabras y reflexiones no creo que sea una quimera el ejercicio que propongo en estas líneas.
¡Condenados de la Tierra en todos los países, ponéos en marcha! Terrible como ficción. Justo castigo por nuestra obstinación y ceguera
Nesemu
Al otro lado del mundo... decenas millones de latinoamericanos atraviesan México y se adentran en EEUU... ¿habría suficientes balas, tanques, aviones para detenerlos? ¿No lograrían algunos cientos de miles penetrar en la Tierra Prometida que durante tantos años han financiado con sus materias primas y con su mano de obra barata y que se adentró en sus pobres hogares, como un paraíso al alcance de la mano, a través de los culebrones del cine, tv y radio.
Imaginad, imaginemos a cientos de millones de chinos puestos caminar... a cientos de millones de indios en marcha. No es una broma, se lo sugirió Mao a un interlocutor. Y Ghandi lo llegó a expresar en un dramático diálogo.
La aséptica Australia, antiguo presidio y penal, ¿soportaría la arribada de millones de esos asiáticos que tanto detesta y a los que rechaza por tantos medios inhumanos?
Puestos a morir, ¿por qué no morir caminando?
Como las hormigas cuando ruge la marabunta. Como la langosta. Como los ñús y los antílopes del Ngorongoro.
Atención, en toda África circulan las imágenes de los sucedido en las vallas de Ceuta y de Melilla. El famoso teléfono árabe propaga las noticias con la rapidez del viento. ¿Y si los ancianos de las comunidades interpretasen por los signos externos, y por la llamada de los ausentes -concepto inimaginable para los europeos- que ha llegado el momento de ponerse en marcha?
¿Acaso ocurrieron de otra forma las grandes migraciones... ahora con la posibilidad real de que con-muevan a centenares de millones de esos seres humanos para el dolor y para la muerte, esa gente condenada -les damnés de la Tèrre- después de tantos avisos como nos han enviado y que ya nada tienen que perder?
Viendo esas imágenes inéditas de centenares de subsaharianos arracimados después de un éxodo increíble, y escuchando sus palabras y reflexiones no creo que sea una quimera el ejercicio que propongo en estas líneas.
¡Condenados de la Tierra en todos los países, ponéos en marcha! Terrible como ficción. Justo castigo por nuestra obstinación y ceguera
Nesemu
7 comentarios
ÁNGEL M.M. -
Si ni siquiera el ser humano sabe con certeza de dónde venimos, menos podrá tratar de saber a dónde vamos. África sabe de donde viene y lo que en su día se hizo con ella, a dónde va, no lo sabe. De momento, sólo puede decir: Perdone, ¿me deja pasar por favor?.
ÁNGEL M.M. -
El Gobierno de Marruecos puso en práctica una inusual táctica para echar a los africanos de sus tierras: trasladar al desierto del Sáhara a los inmigrantes para abandonarlos a su suerte sin agua ni alimentos. En los cinco primeros días de Octubre, Marruecos abandonó alrededor de 2.600 personas en dicho lugar. Es evidente que las soluciones de las naciones socializadas están muy lejos de acercarse al diálogo y racionalidad que tanto proclaman.
ÁNGEL M.M. -
Los políticos del norte afirman públicamente que el problema no es de España, sino que está en la raíz, pero, ¿qué ocurre si se atiborra de agua la raíz?, que el árbol se ahoga. Y es que Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, ha llevado a cabo un sistemático saqueo del tesoro nacional depositado, casualmente, en el banco estadounidense Riggs, el mismo con el que Pinochet trataba para favorecer los negocios de empresas de armas británicas con el ejército chileno. A las naciones desarrolladas no les interesa el desarrollo de los países en vías de desarrollo. Raíz igual a líder africano corrupto, árbol igual a país africano corrompido.
Por otro lado, no es nada fácil dejar entrar a miles o millones de personas en España y regalar papeles a diestro y siniestro, ni blanco ni negro. Hace unas semanas todo el mundo fue testigo de lo ocurrido en Melilla cuando una alambrada de tres metros de alto frenaba la entrada de inmigrantes del continente pobre (luego veremos que en otro sentido no lo es tanto). Las fuerzas policiales marroquíes, junto con los 240 militares pertenecientes a la Legión y Regulares, rechazaron, en muchas ocasiones, a los inmigrantes antes incluso de que situaran sus escaleras sobre la alambrada.
ÁNGEL M.M. -
Por otro lado, no es nada fácil dejar entrar a miles o millones de personas en España y regalar papeles a diestro y siniestro, ni blanco ni negro. Hace unas semanas todo el mundo fue testigo de lo ocurrido en Melilla cuando una alambrada de tres metros de alto frenaba la entrada de inmigrantes del continente pobre (luego veremos que en otro sentido no lo es tanto). Las fuerzas policiales marroquíes, junto con los 240 militares pertenecientes a la Legión y Regulares, rechazaron, en muchas ocasiones, a los inmigrantes antes incluso de que situaran sus escaleras sobre la alambrada.
ÁNGEL M.M. -
(PARTE 1)
Perdone, ¿me deja pasar por favor?
Cada año somos espectadores de una película que a nadie le gustaría protagonizar, miles de inmigrantes procedentes de África intentan entrar en nuestro país; ¿el motivo? la búsqueda de un mejor nivel de vida, ¿la respuesta? un tajante no.
Se habla del término inmigración como si fuera un problema cuando en la gran mayoría de los casos no es así; en España si lo es, puesto que es la puerta al desarrollo, al trabajo, a la vida. Un 50% de la inmigración registrada en nuestro país procede del continente engañado. A medida que nuestro Estado celebra un cumpleaños, la tasa de inmigración africana en España aumenta. Y es que cuando uno es maltratado en su casa, lo abandona y se va a otra.
En Costa de Marfil, Sudán, Uganda o la ex británica y perdida Somalia se disputan hoy cruentos conflictos civiles, de esos de los que no nos enteramos porque no salen en las noticias. Otros países como Malí, Níger, Chad o Etiopía se secan y adelgazan ante la pasividad más descarada de los líderes de las naciones desarrolladas. Otro gran problema del continente son las parodias democráticas de Ghana, Zimbaue o Guinea Ecuatorial, por citar algunas, por no hablar ya de la corrupción descarada de los líderes políticos de Nigeria, Sudán, Kenia etc.
Nesemu -
Nesemu
Rôvënty -
A mi mente llega un interrogante: si eso ocurre, ¿De qué lado estaremos? ¿De los culpables que nos llevan a guerras injustas, a nuestro sistema que aplasta al tercer mundo y no lo deja respriar sino el aire fétido de nuestra basura que es lo único que les damos? o ¿Estaremos del lado de quienes vienen a destruir nuestro mundo con la razón de su parte y el corazón enardecido, pero sin cultrura, sólo con hambre de destruir?