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J. C. García Fajardo

Nesemu: ¿En qué editorial?

La verdad es que oímos lo que esperamos que nos pregunten.
Hoy entré en El Corte Inglés para comprar un cuaderno de muchas hojas para utilizarlo durante mi estancia en Asilah. El dependiente se llama Mario y tiene 19 años, me animó a escribir mucho, que él quisiera viajar etc... compré tres cuadernos de 160 hojas tamaño folio. (Le saludo desde estas páginas en dónde sé que hoy
entrará)
Después, fui a la sección de libros para ver cómo iba el último mío. Sólo había un ejemplar, que compré para regalar en Marruecos. La verdad es que, salí con diez libros más que iban maravillando a Aurelio, el dependiente, porque los ibamos seleccionando. Al hacerme la cuenta, le dije en el mismo tono de voz, 'Ahora póngame en una cajita el tiempo para poder leerlos' Sin inmutarse, me hizo la misma pregunta que en los die anteriores '¿En qué editorial?' Cuando se dió cuenta se echó a reír.
Después, ya me iba, pero vi unos zapatos que me gustaron. Me los dio para probar Miguel, gallego de Orense y que va comenzar sus oposiciones. Tenía luz en la frente y era listo. Cuando comentábamos lo de la sección de libros, quise acordarme de una película. Clara, (no estoy seguro del nombre, él lo aclarará) una dependienta simpática y comprensiva, como después se verá, me dijo 'Seguro que él lo sabe'. Así fue, enseguida lo soltó: '¡Forrest Gump!'
Como no tengo noción del precio de las cosas, sí de su valor y procuro no confundirlos, telefonée a mi mujer que iba camino de Villagarcía para almorzar con sus sobrinos: 'Caros son, respondió comprensiva y animada, pero si te gustan, cómpralos. A ver si así dejas esos chancos que llevas'
Como se me hinchan los tobillos, Clara dijo : 'A mí me sucedía durante el embarazo' 'Pues así le llaman: 'edema de las embarazadas', respondí. Nos echamos a reír los tres y nos daba pena tener que separarnos pero yo sólo había entrado a comprar un cuaderno con páginas grandes para escribir a mano en Asilah. Al despedirme, les dije '¡Ya les diré si e sniño o niña!'
Salí zumbando con el propósito de meter los pies en la piscina y luego ponerme a leer con ellos en alto, tenía fruta en casa y había que compensar la cena en Xinhua y mi larga conversación con su dueño Juán y con su preciosa esposa. Son chinos continentales, ella habla muy bien el español y es encantadora, él me dijo, así como suena, 'mi duele lengua cuando hablar español. ¡Ser muy dura, la ere...!' Tienen una niña de 40 días y tanto hablamos que, cuando cogi el coche para venirme a casa, serían las doce, enfilé la Avenida de Portugal y por las dichosas obras, me pasé y me pasé hasta que leí 'A Cáceres 200 kilómetros' La alternativa eran Toledo o Talavera o Badajoz. Para hacerlo breve: llegué a casa a la una y media. Sin comentarios. Pero no sentí angustia, me dejaba llevar, y yo seguía y seguía mientras pensaba '¿A quién llamo yo a estas horas para que me venga a buscar?' Llegué a pensar en meterme en el parador de Cáceres, alguno habrá, y regresar por la mañana sin decir nada a nadie, por eso hoy no conté nada a nadie. Así está mejor. 'Sergei, ¿te figuras cuando contemos aquí las cosas y nos lluevan miles de post?' Pues, eso.
Entonces, (sólo me había metido 'un momento' para echar un vistazo al correo') hoy a las tres se me ocurrió entrar en un restaurante cercano a mi casa. Lo ví y 'leí su esquela'. ¿Cómo se lo digo, y quién me mandará a mí meterme en camisas de once varas? Por supuesto que lo hice: 'Si no es indiscreción, ¿cuántos años tiene...?' '¿Y cuánto peso?' 'Bueno...' 'Ciento treinta y ya adelgacé hace unos meses cuarenta y cinco en tres meses con unas pastillas' '¿Años?' 'Treinta y tres' 'Pues...' 'Es que bebo mucho' '¿Agua?' 'Whisky'
En fin, quedamos en que el lunes va a volver al médico, que se deje de las pastillas mágicas recomendadas por un su amigo, que yo estaré de regreso el día diecisiete y vamos a ver cómo va. '¿Tan mal me encuentra?' 'No es por asustarlo, pero al entrar leí su esquela' '¿Y cómo me llamo?' 'Ah, eso no lo sé, pero venía su cara, como en los cementerios de Galicia' '¡Pues sí que me deja bien para el fin de semana!'
'Ah...'
El caso es que había pasado la mañana trabajando con las plantas de la terraza, luego en la compañía de Royal Air Maroc en dónde me sucedieron y ourrieron otras historias, pero éstas para otro día.
¡Un saludo para los amigos bloggers!, aunque me imagino que entraré alguna vez en Marruecos. Y ahora que lo pienso, ¿por qué en lugar de los comentarios y análisis de política internacional no dedico algo de mi tiempo a contar las cosas que me pasan, cada día, en cada lugar en dónde me meto, con las personas con las que entablo conversación... al menos, ejercitaría la imaginación a falta de esa novela que pugna por salir, que la siento llamando a la puerta, que es la que me mueve a largarme a Asilah y a Tánger, a caminar por sus callejuelas, a sentarme en sus cafetines, ir al hamman, al zoco, a contemplar las estrellas y la luna,(esta noche es Luna nueva)... y dejo aquí todos estos libros que he comprado y me dedico de veras a escribir?

Nesemu

3 comentarios

nesemu -

Gracias, Sergei y Leo: esto es impresionante, me deborda, os necesito para poder comentarlo; casi me ahoga... Casi voy a abrir otra seccion y cada vez que pueda,intentare recoger algo de esta demasia

Leo -

Son estas pequeñas cosas las que hacen que la vida no se limite a ver pasar los días desde el alféizar de nuestra ventana ¿no?. Leyéndolo la distancia se hace más corta. Al fin y al cabo en periodismo interesa hablar sobre cosas que le suceden a otras personas, empezando por uno mismo. Disfrute por nosotros de Asilah profesor.

Sergei -

Menudo ajetreo. Pero está bien, muy bien, aunque hay que tener cuidado con el coche!

Profesor, cuéntenos cosas de la vida, se puede intercalar con la política u otros temas. Comente el último libro o película que le gustó, la última página web que le llamó la atención... así creamos más conversación.

A pasarlo bien en Asilah. Yo me quedo aquí, trabajando, estudiando, preparando viajes y manteniendo el contacto, virtual o no, con todos los amigos.

¡¡Un abrazo!!