Nesemu: Castigos añadidos en las prisiones
Errores judiciales en EEUU: Su inculpación por violación era falsa. Inocente, tras 19 años en la cárcel
Los errores judiciales están a la orden del día. Se destapa en Estados Unidos el caso de un hombre que pasó 19 años en prisión por un delito de violación que no cometió. Este lunes fue liberado después de que varios exámenes genéticos determinasen que no había sido el autor de los hechos.
Doswell, de 46 años, fue condenado por la violación en 1986 de una mujer de 48 años en un hospital en Pittsburgh. Cuando fue detenido, tenía 25 años y dos hijos pequeños. Fue sentenciado a entre 13 y 26 años de prisión, negándose la libertad bajo palabra en dos ocasiones porque no quiso aceptar ser el autor del crimen.
La fiscalía inicialmente se opuso a que se le sometiera a un examen genético, pero un juez lo ordenó. Las pruebas presentadas el mes pasado demostraron que el semen tomado de la víctima no pertenecía a Doswell y los fiscales buscaron retirarle la sentencia.
La víctima y otro testigo habían señalado la foto de Doswell de entre un grupo de ocho presentadas por la policía. Doswell dijo entonces que se identificó solamente porque su foto llevaba una "R", lo cual lo identifica como un violador, dado que una novia lo acusó de haber abusado sexualmente de ella, pero luego los cargos le fueron retirados//.
No olvidemos que en las cárceles de EEUU hay más de dos millones de personas. El tema es tan grave que voy a adjuntar una información aparecida en El País de lunes pasado.
Es un tema sobre el que tendremos que regresar porque sucede en un país defensor de los derechos humanos y de la democracia que no spermiten conocer estas injusticias. En otros muchos, tratados de igual a igual en el G 8 y en otros centros de poder, no.
Nesemu
//E UU publica su primer informe sobre los abusos sexuales en prisión //
Estados Unidos tiene a más de dos millones de personas en sus cárceles (sobre una población de casi 300 millones). Los reclusos negros pueblan las prisiones el doble que los hispanos y lo hacen en una proporción de cinco veces más con respecto a la población blanca. El Departamento de Justicia de EE UU hizo ayer público su primer informe estadístico sobre abusos y violaciones en las cárceles estadounidenses. Y advierte de que los datos pueden ser sólo la punta del iceberg, ya que la violencia sexual en las penitenciarías no suele ser denunciada por las víctimas.
El estudio concluye que se han recogido 8.210 incidentes sexuales en todas las instituciones penitenciarias del país el año pasado. "Los datos administrativos de que disponemos no dan una verdadera dimensión de la violencia sexual" en las cárceles, aseguran Allen Beck y Timothy Hugues, los expertos que han llevado a cabo la investigación. Esto es debido a una razón: existe un código de silencio entre los reclusos fundamentado en el miedo a las represalias, a la vergüenza pública y a la falta de confianza en los funcionarios de prisiones a la hora de denunciar ante las autoridades.
En el 42% de los asaltos sexuales se vieron envueltos los funcionarios de prisiones. Un 11% tiene que ver con acoso por trabajadores de las penitenciarías que resultaron en abusos. El 37% fueron actos sexuales no consentidos entre reclusos y el resto fueron contactos sexuales entre los internos que acabaron en violación. En los correccionales, las cifras son sobrecogedoras: los jóvenes sufren 10 veces más la violencia sexual por parte de los funcionarios que los adultos. El mayor número de denuncias de violaciones se sitúa en las cárceles de Tejas, con 550 casos sobre los más de 8.000 reportados.//
(Yolanda Monge)
Los errores judiciales están a la orden del día. Se destapa en Estados Unidos el caso de un hombre que pasó 19 años en prisión por un delito de violación que no cometió. Este lunes fue liberado después de que varios exámenes genéticos determinasen que no había sido el autor de los hechos.
Doswell, de 46 años, fue condenado por la violación en 1986 de una mujer de 48 años en un hospital en Pittsburgh. Cuando fue detenido, tenía 25 años y dos hijos pequeños. Fue sentenciado a entre 13 y 26 años de prisión, negándose la libertad bajo palabra en dos ocasiones porque no quiso aceptar ser el autor del crimen.
La fiscalía inicialmente se opuso a que se le sometiera a un examen genético, pero un juez lo ordenó. Las pruebas presentadas el mes pasado demostraron que el semen tomado de la víctima no pertenecía a Doswell y los fiscales buscaron retirarle la sentencia.
La víctima y otro testigo habían señalado la foto de Doswell de entre un grupo de ocho presentadas por la policía. Doswell dijo entonces que se identificó solamente porque su foto llevaba una "R", lo cual lo identifica como un violador, dado que una novia lo acusó de haber abusado sexualmente de ella, pero luego los cargos le fueron retirados//.
No olvidemos que en las cárceles de EEUU hay más de dos millones de personas. El tema es tan grave que voy a adjuntar una información aparecida en El País de lunes pasado.
Es un tema sobre el que tendremos que regresar porque sucede en un país defensor de los derechos humanos y de la democracia que no spermiten conocer estas injusticias. En otros muchos, tratados de igual a igual en el G 8 y en otros centros de poder, no.
Nesemu
//E UU publica su primer informe sobre los abusos sexuales en prisión //
Estados Unidos tiene a más de dos millones de personas en sus cárceles (sobre una población de casi 300 millones). Los reclusos negros pueblan las prisiones el doble que los hispanos y lo hacen en una proporción de cinco veces más con respecto a la población blanca. El Departamento de Justicia de EE UU hizo ayer público su primer informe estadístico sobre abusos y violaciones en las cárceles estadounidenses. Y advierte de que los datos pueden ser sólo la punta del iceberg, ya que la violencia sexual en las penitenciarías no suele ser denunciada por las víctimas.
El estudio concluye que se han recogido 8.210 incidentes sexuales en todas las instituciones penitenciarias del país el año pasado. "Los datos administrativos de que disponemos no dan una verdadera dimensión de la violencia sexual" en las cárceles, aseguran Allen Beck y Timothy Hugues, los expertos que han llevado a cabo la investigación. Esto es debido a una razón: existe un código de silencio entre los reclusos fundamentado en el miedo a las represalias, a la vergüenza pública y a la falta de confianza en los funcionarios de prisiones a la hora de denunciar ante las autoridades.
En el 42% de los asaltos sexuales se vieron envueltos los funcionarios de prisiones. Un 11% tiene que ver con acoso por trabajadores de las penitenciarías que resultaron en abusos. El 37% fueron actos sexuales no consentidos entre reclusos y el resto fueron contactos sexuales entre los internos que acabaron en violación. En los correccionales, las cifras son sobrecogedoras: los jóvenes sufren 10 veces más la violencia sexual por parte de los funcionarios que los adultos. El mayor número de denuncias de violaciones se sitúa en las cárceles de Tejas, con 550 casos sobre los más de 8.000 reportados.//
(Yolanda Monge)
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