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J. C. García Fajardo

Nesemu: Acuicultura sí, no campos de concentración de animales

Hace años que vengo clamando por la defensa del espacio marítimo. Hemos arrasado los caladeros, destruido especies y desertizado zonas inmensas de reproducción piscícola. Estamos envenenando las aguas del mar, de los ríos y de los acuiferos. Los informes científicos son implacables: en grandes áreas agoniza el mar, fuente de vida, porque hemos invadido su espacio vital. El mar junto con el aire son los elementos vitales para los seres humanos y para el resto de las especies, son nuestros pulmones.
Que se ordenen los territorios para constuir piscifactorías es fundamental siempre que no presida esa labor la furia de los beneficios económicos a toda costa. Los Gobiernos tienen que controlar exhaustivamente esas actividades, no valen las leyes del mercado porque esos espacios vitales no pueden ser cedidos a la libre inciativa. Son patrimonio de la humanidad.
Se podrán recuperar algo los caladeros tradicionales, se podrán reproducir las especies marinas y aliviaremos la presión sobre los mares pero recordemos los desastres de las granjas de pollos y de cerdos explotadas hasta convertirlas en auténticos campos de concentración de animales. Se ha alimentado a miles de millones de animales apretujados y obligados a vivir a plena luz destruyendo los ciclos del sueño. Lo que es peor, se les ha alimentado, como a las vacas locas, con productos farmacéuticos para prevenir enfermedades. Las cortisonas, los antiobióticos, hormonas para el crecimiento y el engorde se les administran a mansalva. Sus consecuencias ya las estamos viendo y las padecerán nuestros descendientes en sus alteraciones genéticas y en sus alteraciones hormonales. Lo hemos visto en las pestes aviares, en las enfermedades transmitidas por la carne de cerdo y por el crimen de las vacas locas. En muchas piscifactorías se apretujan de tal manera los individuos que tienen que inundarlos con antibióticos para prevenir las infeccines causadas por sus propios detritus. Rodaballos sin espacio vital, apretujados y casi inmóviles, nadando en sus excrementos y padeciendo el bombardeo de sus sitemas vitales con fármacos incontrolados más allá de la vida de cada animal no pueden controlar los efectos en su descendencia. Nuestros hijos comerán esos especímenes adulterados irreversiblemente. Por supuesto que existen medios para evitar esos abusos. Por eso queremos prevenirlos para que las administraciones gubernativas no tengan que esperar a las denuncias una vez ocurridos los desasatres. Es ahora cuando tienen que actuar previniendo y actuando.
Si después de explotar los mares de manera irreparable, ahora no cuidamos de las especies animales en cautividad estaremos propagando la destrucción de la vida en nuestro planeta.
En ese campo toda vigilancia, denuncia y protesta por nuestra parte serán imprescindibles para exigir a los gobernantes que cambien la guerra contra los ejércitos y contra los fantasmas por una decidida apuesta por la conservación de la vida en el planeta.
Nesemu

/Galicia reserva 23 áreas en la costa para instalar plantas acuícolas porque el Gobierno es consciente de que la acuicultura es un sector estratégico que está llamado a ser uno de sus puntales económicos. La Xunta reserva algo más de tres millones de metros cuadrados de costa gallega para la instalación de plantas piscícolas.
Las 310 hectáreas reservadas para fines acuícolas se reparten en 23 parques, asentados en 13 ayuntamientos diferentes. Siete polígonos estarán en Pontevedra; doce, en A Coruña; y cuatro, en Lugo. De esos 23 emplazamientos, sólo 11 son nuevos; el resto se corresponde con áreas en las que ya hay empresas trabajando y lo que hace el plan sectorial es ampliar el suelo ya dedicado a cría de peces. Eso permitirá cubrir las necesidades de suelo para los próximos 15 años y cumplir los objetivos del sector: llegar al 2010 con una capacidad de producción instalada de 10.000 toneladas y un volumen de negocio de 95 millones de euros./

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