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J. C. García Fajardo

Nesemu: También hay que cazar las motivaciones

/Todos los terroristas que intentaron dinamitar Londres el 21-J están ya entre rejas. Ocho días ha necesitado Scotland Yard para que los facinerosos caigan en una amplísima tela de araña que se extiende desde Birmingham hasta la periferia de Roma y desde Zambia hasta Pakistán, tejida con la colaboración de la CIA, el FBI, el Mossad israelí, la Europol y los servicios de inteligencia de Sudáfrica y Pakistán. Dos de los facinerosos fueron cazados desnudos en el elegante barrio londinense de Notting Hill. El tercero, en la capital italiana y gracias a su teléfono móvil. / Este es el camino a seguir: utilizar todos los medios de inteligencia, de seguridad y con las nuevas tecnologías para que no queden impunes los crímenes terroristas. Que quienes se han servido de las conquistas científicas y tecnológicas de los países que los acogieron sepan que no va a haber cuartel contra el terrorismo. No cabe el cuartel. No pueden morir más seres inocentes ni se puede crear un estado de psicosis en el que se llegue a pensar que todo vale en la lucha contra el crimen. Sería el despeñadero más directo al caos.
Pero, al tiempo que causa pavor que personas integradas en nuestras sociedades, que tanto admiraban y que les movieron al viaje, nos muestran que el terrorismo no es sólo obra de personajes siniestros surgidos del zoco o de las madrassas, también debemos acometer el estudio serio y valiente de las motivaciones que han movido a los terroristas suicidas a matar y a matarse. No habrá justificación alguna pero todo efecto tiene una causa y en el campo de la voluntad humana, una motivación.
Este es el gran desafío que tenemos ante nosotros.
Nesemu

1 comentario

MIguel Jordán -

Parece claro que aunque al señor Aznar le parezca que todos los terrorismos son iguales y como tal hay que tratarlos con similitud, el terrorismo islamista que padece el mundo es un fenómeno significante, distinto. Pero también alarmante, si parece que proviene de una interpretación fundamentalista del Islám. Porque cómo se lucha contra las ideas que llevan a las personas a decidir suicidarse para hacer un acto como ofrenda a su Dios. Este planteamiento nos lleva a pensar que el ser humano se está enfrentando contra su propia trascendencia, contra su propia creación, contra algo que nunca hemos controlado. Y la lucha, parece que no vale. El desafío es difícil pero que sepan Bush y Aznar que destruyendo sus ciudades con personas inocentes dentro no es el camino más adecuado.La clave no es esa para destruir este terrorismo