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J. C. García Fajardo

Nesemu: Respetemos los símbolos

Me parece de auténtica vergüenza y del más profundo rechazo ético la Bufonada en las calles de Jerusalén del cada vez más retorcido Carod Rovira haciéndose una foto con una corona de espinas sobre la cabeza y riéndose ante Maragall mientras se la hacía.
Los símbolos no son neutros sino que conmueven a millones de seres humanos que tiene todo el dercho a ser respetados. Muchos periodistas se preguntan: /¿Se hubieran atrevido Maragall y Carod a hacer bromas con un símbolo religioso musulmán o judío?/ Ni es justo ni es de recibo ni es inteligente.
Nesemu

//La bufonada protagonizada al alimón por Pasquall Maragall y Carod Rovira -los socios que apoyan al Gobierno socialista y con los cuales Zapatero pretende hacer una política de Estado- está divirtiendo mucho a los fotógrafos, pero tendrá consecuencias. El presidente de Israel transmitirá mañana a Maragall su protesta por el texto del Ayuntamiento de Barcelona que equipara el muro de Cisjordania con el Holocausto. El Ministerio de Exteriores español ha pedido a la embajada española en Tel Aviv que explique por qué retiró ayer la cinta con los colores de España de otra ofrenda floral para no molestar al líder de ERC. Y el Gobierno hebreo considera «inaceptable» que Carod se retirara del homenaje al fallecido Isaac Rabin porque no ondeaba allí la bandera catalana.
Y para rematar la faena, Maragall retrató ayer en las calles de Jerusalén a Carod-Rovira con una corona de espinas sobre su cabeza, sin tener presente que los católicos consideran esos símbolos sagrados. Si los israelíes conocieran a estos dos personajes, no se habrían sorprendido porque ambos son dos nacionalistas de campanario, que se afanan por llevar a cualquier lugar del mundo sus pequeños e imaginarios agravios./ (agencias)

10 comentarios

Elisa -

Ha sido vergonzoso el espectáculo circense con que nos han deslumbrado nuestros políticos catalanes. Pero, ¿por qué no nos escandaliza también que una corona de espinas se convierta en mero recuerdo o "souvenir" del paso por Jerusalén?

José Luis -

Es injustificable e imperdonable gestos de unas personas más propias de la prensa del corazón que de la política. Pero es que no nos estamos dando cuenta a donde hemos llegado. Estos dos tales señores (porque no se merecen ni ser nombrados) viajaban a un país donde la concepción que se tiene de España es de unidad y ellos por más que quisieran no conseguirían cambiar una bandera por otra. La razón es que no comprenderían el acto el pueblo de Israel. Ahora bien, otros gestos como el de la corona de espinas es vergonzoso.
Ante todo, deben hacer más política y dejarse de tantos símbolos con los que no ganan nada, porque ¿si Cataluña se quiere independizar, de que le sirve que cambien una bandera? a lo que deben atender es a llevarlo en prática y lograr la independecia... vale, eso sí, pasando por encima de una constitución, un gobierno y un pueblo, español, que se lo impedirá.

José Luis -

tano lopez -

Carod no es mas que un payaso y un fascista, el mas fascista de todos al olvidarse de que el primer valor de un demócrata (que el dice ser)es la tolerancia. Hacia la gente que admira esos símbolos, hacia la gente que lloraba a Rabin y hacia todos los españoles. Me da vergüenza que este hombre viva en mi país y aún mas vergüenza me da que represente a una comunidad como Cataluña... desgraciadamente cada día me da mas vergüenza el mundo en el que vivo.

Larry -

¿De verdad aspira a ser Carod-Rovid president de la Generalitat? Aparte de votos, hace falta un poco de talla para representar a una nación como la catalana. Y está a la vista que hay algunos que no la tienen.

roi amor -

Una jugada triste en una situación política delicadisima.
Una jugada irracional por parte de estos dos políticos, que olvidaron la responsabilidad diplomática que les acompañaba. Guardar las formas es lo más conveniente para un político durante un viaje oficial, no los espectáculos.
Por otra parte, la tensión política originada tras el plan Ibarretxe, se vio ayer seriamente agravada por la actuación de estas dos personalidades. El capricho de la bandera puede costar un mayor alejamiento del acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas. Por último la falta de tacto con la Iglesia, que lejos de ser lo más relevante, si que puede ser mal recibido por esta institución, que hoy todavía tiene un enorme poder sobre la conciencia de muchas personas.

Carolina Mayo -

Es curioso hasta donde llega lo obsurdo del catalán. Retirarse de un homenaje tan importante, y en un país extrangero sólo porque la bandera de Cataluña no estaba presente, hace que nos replanteemos el grado de madurez de nustros políticos. Hasta un niño de cinco años habría sabido guardar las formas y tragarse su orgullo, aunque fuera sólo para mantener la compostura y dar una buena imagen. Pero no, la vanidad pudo con Rovira. Aunque la cosa no queda ahí, como si de un disfraz de carnaval se tratase, nuestro querido Rovira pensó que hacerse una foto con corona de espinas, cual Jesucristo sería un buen pasatiempo. ¿Quería imitar a Camilo VI como Jesucristo Superstar? Quizá se ha confundido de labor y debería cambiar la política por la farandula y las chirigotas andaluzas. Ah, no, que tontería... Andalucía está fuera de Cataluña, y seguro que no tienen su bandera.

Pablinator -

Como republicano federalista, me parece que el "bufón de la corte", Carod, nos está haciendo un flaco favor. No me siento representado por ese déspota.
El hombrecillo este, Carod, no se da cuenta que en España es un catalán; pero que en el extranjero es un español más.
¿Cuantas banderas de las regiones de Israel hay en Cataluña? Pues las mismas que en Israel de Cataluña.

Silvia Benito -

Algunos políticos no distinguen entre trabajar por el progreso de la sociedad en general y entre la venta de gestos de forma permanente para un minoritario grupo que componen su clientelismo político. Maragall y Carod rememoran la más vieja estrategia del voto cautivo por un clientelismo político del más rancio abolengo del siglo XIX.
Las incipientes democracias asientan las bases de su frágil estabilidad en un sólido grupo, minoritario, que produce en torno a pocas ideas el elemento que les retroalimenta.
Podemos ver en cada gesto como quieren presentarse como oprimidos por una mayoría que precisamente representa la generalidad de la sociedad. El peligro es el de caer en sus redes y convertirnos en rehenes de su charlatanería.
Un clavo quita otro clavo: ¿por qué nos avergonzamos de decir alto y claro que la imposición de una minoría interesada en su propio beneficio político y económico es el germen de la exclusión del derecho de la mayoría?. ¿No es esto la dictadura de dicha minoría enmascarada por unos pretendidos derechos que les distinguen y, así, acaban creyéndose mejores que la mayor parte de la sociedad?

Scicker -

Desde el momento en que ví las imágenes supe que serían motivo de polémica, y bien justificada, la verdad.
Maragall colocó la corona de espinas a Carod al tiempo que decía: "para el más criticado". ¿De verdad cree que es lícito compararle con Jesús? ¿Es acaso un mártir, un incomprendido, o algo semejante? Pues no. Es un cafre y un sinvergüenza al que no se le ocurre otra cosa que no acudir a un acto público porque sólo está la bandera española y no la catalana!!Inaudito. No sé si esto pasará en otros países.