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J. C. García Fajardo

Nesemu: ¡A las trincheras que llegan los bárbaros!

Por su interés, adjunto artículo de Lluís Foix que publica en La Vanguardia. En este Blog estamos en esa línea y es preciso documentarnos para poder actuar con firmeza ante tanta demagogia, por un lado, como insensibilidad y ceguera por el otro. Al caudillo Aceves, que lleva una rémora mental de casi un siglo con sus planteamientos criptofascistas, sólo le falta gritar: ¡A las trincheras que los bárbaros van a construir barricadas! Sería penoso sino manifestara el lado más oscuro de una extrema derecha cerril y descerebrada. Menos mal que todavia existen personas de bien, con inteligencia y equidad en muchos partidos, en universidades y en los medios de comunicación para no dejarnos intoxicar con tanta basura. Algunos pretenden que hacen campaña por el sí a la Constitución europea mientras se ensañan con los que no piensan como ellos. De vergüenza.

Nesemu

//Tenemos un problema con la inmigración que se encuentra en situación ilegal en España. En Catalunya, según cifras oficiosas de finales de año, se estima que hay trescientos mil extranjeros sin documentación. Las cifras en Madrid alcanzan el cuarto de millón. Son bolsas de gentes que trabajan, viven y se espabilan comop ueden para integrarse en la sociedad que les ha acogido.
Tenemos un problema porque un cinco por ciento de la población que vive en Catalunya se encuentra sin la documentación imprescindible para poder ser sujeto de derechos y obligaciones. Esta población indocumentada alimenta la economía sumergida y es objeto de posibles abusos por cuantos aprovechan la oferta abaratando los costes sin facilitarles las reglamentarias prestaciones sociales.
Me parece que sería injusto responsabilizar a los empresarios grandes o pequeños del fenómeno del descontrol de la inmigración. Es lógico que el Gobierno quiera implicar a todos los agentes sociales para resolver el problema y que las delegaciones del Gobierno no sean las únicas responsables para normalizar una situación que es una bomba de relojería social a corto y a medio plazo.
Se han aprobado tres leyes de Extranjería en los últimos años. La más reciente, que presentó el Partido Popular, es la que está vigente con el reglamento consensuado que ha aprobado el Gobierno Zapatero y que a partir de ayer ha empezado a aplicarse para regularizar de forma extraordinaria esas bolsas de personas que trabajan en sectores laborales que los españoles no queremos o no podemos realizar.
El Partido Popular denuncia que unas mil quinientas personas atraviesan los Pirineos diariamente con la idea de establecerse entre nosotros por considerar que aquí la ley es más laxa. El delegado del Gobierno, Joan Rangel, responde que el año pasado fueron rechazadas y devueltas a Francia noventa mil personas más que en el mismo periodo del año anterior, en el que gobernaba el Partido Popular.
Pero no se trata de culpar a este o al anterior gobierno. Hay un problema serio que es preciso resolver aplicando la ley, pero sabiendo que estamos tratando de personas que han arriesgado sus vidas y tienen el derecho a que se les trate digna y humanamente.
No quiero pensar lo que ocurriría si de repente los inmigrantes ilegales y legales dejaran de prestar sus servicios en la atención de nuestros mayores, en la construcción, en el cuidado de niños, en la restauración, en los trabajos agrícolas y en mil ocupaciones más. Siempre he mantenido que la inmigración es más una solución que un problema.
Pero si no se gestiona bien, puede convertirse en un foco de inseguridad, de delincuencia, de racismo y xenofobia. Es positivo que los agentes sociales contribuyan a la regularización o, cuando menos, faciliten la identificación de todos aquellos que están sin papeles.
Pero el Gobierno, el central y los autonómicos, tiene que actuar con la mayor transparencia posible. Es responsabilidad administrativa el disponer de datos fiables y trasladarlos a la opinión pública para que no se construyan debates desenfocados. La demagogia, de cualquier signo es el cultivo para deteriorar la convivencia, con el agravante de fomentar el radicalismo político y social.
Tenemos derecho a saber, por ejemplo, las cuotas de inmigrantes autorizadas, si las hay; las cifras aproximadas de ilegales, cuántos ciudadanos no cumplen los requisitos para residir entre nosotros y han sido invitados a regresar a sus puntos de origen, cuántos trabajan y en qué, cuántos han adquirido la nacionalidad española en los últimos años.
No se puede debatir sobre datos confusos. La transparencia informativa es imprescindible para combatir la demagogia.// Lluís Foix

5 comentarios

Neo_Pablinator -

Lo primero que quería puntualizar, es que no hay personas ilegales, pueden ser situaciones ilegales, que lo son.(Antonio Recuero, profesor de historia).
Ahora bien la culpa de que haya inmigrantes explotados no es de los emigrantes, si no de los empleadores que se aprovechen de la situación de estos seres humanos.
Las fronteras con el PP, ¿Estaban más seguras que ahora?¿A que viene hablar de reclamo o "efecto llamada"?
Respecto a Aceves, hay un proverbio árabe que dice: La primera vez que me engañes, la culpa será tuya. La segunda vez que me engañes, la culpa será mía. Este hombre (Aceves) acostumbra a utilzar argumentos falaces, por lo tanto; no debería engañar a nadie.

Jordan7 -

Antes de nada, hay que comenzar a reconocer que los inmigrantes no sólo realizan trabajos que nosotros no hacemos, sino que cada vez son más los casos de inmigrantes que ocupan puestos, por ejemplo de camareros. Es ahí donde puede empezar el problema en otros muchos puestos donde a un español se le exigen cursos especializados. Todos estamos de acuerdo de que los inmigtrantes vienen a ganarse la vida en lo que sea, pero debe de haber un control exigido por el gobierno a cada comunidad autónoma. También hay que conseguir el mayor número de regularizaciones, ya que tampoco debemos de estar de acuerdo con la explotación que existe hacia esa gente. Los españoles tienen que ser conscientes que generaciones anteriores (primos, tíos o abuelos) ya fueron bien recibidas en muchos países de Europa y América Latina cuando las cosas no marchaban bien en nuestro país. No hay que olvidar tampoco la situación que se da en la educación. Ahora que el gobierno se plantea un nuevo programa educativo, debería de saber acoplar a esos miles de chavales que no tienen el mismo nivel con el que se estudia aquí, y que se pierden en bandas callejeras.
No quería terminar sin recordar a Acebes en particular y al PP en general. El ataque permanente de este partido al gobierno no tiene ningún sentido. A todo le sacan un pero. Las últimas, la inmigración y una amenaza vergonzosa por estar en contra de la Iglesia y del PP. No hay quien los pare. No están creando diálogo ahora que pueden. No se acuerdan, que cuando ellos estaban en el poder, la única palabra que valía era la del dictador Aznar.

Lennon -

Todo en exceso es contraproducente, pero no por ello vamos a cerrar las fronteras, o a poner en "busca y captura" a los sin papeles como le gustaría al señor Acebes.

Puede sonar a tópico, pero nunca viene de más repetirlo ya que al parecer a demasiados se les ha olvidado que España hasta ayer era un país de emigrantes. No recuerdan ya que sus padres o abuelos tuvieron que abandonar España para procurarles un futuro del que ahora se benefician.

¿Que hubiera sido de nuestro país si estas generaciones que nos han precedido no hubieran trabajado lejos de sus hogares, como hoy lo están haciendo los inmigrantes aquí?

Atento -

Nadie puede ser ilegal. Admitir el derecho como ser humano a estar en cualquier sitio siempre que haya respeto hacia el entorno es la base para comenzar el debate. Como dice Lluís Foix "estamos tratando de personas que han arriesgado sus vidas y tienen el derecho a que se les trate digna y humanamente". Claro está, partimos de una situación de injusticia en sus países, donde la pobreza les oprime, y de unas condiciones sociales y económicas que han de adaptarse para que el derecho de libertad sea real para cualquier persona. Pero como hay injusticias de por medio, esa inmigración es como una huida.

Saludos

Erika Mirón -

realmente necesitamos a los inmigrantes, la pregunta es, ¿nos interesa que sean legales?. la economia española, se sustenta con el trabajo de estos extrajeros, desde hace años, la mayoria de temporeros que recogen nuestras cosechas son de africa o latinoamerica y por desgracia son ilegales. en mi opinion la ilegalidad tiene dos problemas clave. el primero, que la delincuencia que puedan cometer no se puede controlar ya que legalmente no existen, y la segunda con los pocos nacimientos que hay en la actualidad, ¿quien pagara el dia de mañana las pesiones de los ancianos? ¿hasta que punto seguimos siendo xenofobos? dejamos entrar extrajenros de paises del norte que asesinan a jovenes, y nos quejamos de los que vienen a trabajar. Deberiamos plantearnos hasta que punto los necesitamos para tener una seguridad economica el dia de mañana.