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J. C. García Fajardo

Nesemu: Más Europa

En el tema capital que nos ocupa es interesante leer este Eitorial de La Vanguardia:
//Es oportuno recordar que aquella Europa en la que ingresamos en 1986 había nacido con la voluntad de superar la fractura de las dos guerras intraeuropeas de la primera mitad del siglo XX y de apostar por la construcción pacífica de un espacio de libertad política, crecimiento económico y progreso social. Ahora, con la ampliación al Este, se culmina el camino abierto en 1957 con el tratado de Roma.
España, con su anclaje europeo, no sólo enterró los riesgos involucionistas, sino que reencontró su lugar en la historia. Estos 19 años de presencia activa en Europa han coincidido con una transformación y progreso radical en todos los órdenes, del que no es ajeno el caudal de solidaridad europea que ha representado una media anual del 0,8% de nuestro PIB. Previamente, en la transición, el Estado español inició su proceso de traspaso de competencias a las autonomías.
Con nuestra integración europea, el proceso se completó con la cesión de soberanía a las instancias comunitarias, hasta el punto de que los elementos clásicos de independencia han desaparecido: una moneda común (zona euro) y las fronteras (espacio Schengen)... La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión, que invita a los pueblos de Europa a compartir un futuro pacífico basado en valores comunes, y la nueva ciudadanía europea,que se añade a la anterior sin sustituirla, son el cimiento político que precisa la Europa de los Veinticinco para no derivar sólo en un libre mercado. La UE, con este tratado, se constituye como personalidad jurídica y esos derechos serán exigibles ante el Tribunal de Justicia.
La Constitución, que tiene entre sus valores el respeto de la diversidad cultural y lingüística, dibuja una Europa más eficaz, al duplicar los ámbitos de decisión por mayoría cualificada; más democrática, al reforzar el Parlamento o introducir la iniciativa popular; y más social, al fijarse entre sus objetivos el pleno empleo y el progreso social (no en balde la Confederación Europea de Sindicatos, que reúne a 60 millones de trabajadores, la secunda).
Un modelo europeo que se distingue de otros por hacer bandera de la dignidad humana, con la abolición de la pena de muerte y la tortura, y la defensa de la libertad de pensamiento, conciencia y religión, la igualdad y solidaridad, la no discriminación, el desarrollo sostenible o la protección del medio ambiente... Más Europa, en suma. Se trata de principios inscritos en la nueva carta que se somete a referéndum y que deberían centrar el debate de la campaña. //
Ante es sensata exposición, produce sonrojo la declaracíón de los obispos españoles poco menos que invitando a la abstención. Y todo porque no figuran reconocidas las evidentes raíces crisianas de Europa. Si son tan evidentes. ¿por qué fomentar una actitud tan poco positiva como la abstención? Acudir a votar, cuando se trata de un referéndum, afecta hasta a la Jefatura del Estado. Se puede votar Sí o No o en Blanco. Pero abstenerse no nos parece muy acorde con la conquista de derechos fundamnetarles, como es el de participar en las tareas del Estado, que tanto sudor y lágrimas ha costado conseguir. Aunque sea legal, no nos parece muy legítimo en estas circunstancias. Pero no sparece arrojar la piedra y esconder la mano, propio de cobardes, porque Acción Católica, que depende absolutamente de la Jerarquía Católica, ha acosenjado a sus seguidores el NO. ¿Creen que siempre van a vivir en regímenes nacionalcatólicos en los que hacían y desehacían a su antojo? Piensen en lo que supondría vivir bajo un régimen que no garantizase esas libertades fundamentales. Desde este Blog apoyamos decididamente el acudir a las urnas con nuestro voto.

Nesemu

2 comentarios

Nesemu -

Desde hace muchos años he leido los escritos y seguido las peripecias de Jean Moned, de Shumann, de De Gasperi, de Adenauer y de tantos hombres grandes que imaginaron y pusieron los cimientos para construir esta formidable realidad que puede ser una Europa Unida, guiada por la justicia y por la libertad para extender uan sociedad del bienestar, más que estados del bienestar. Para bien o para mal, el Estado ha sido superado aunque tengamos que conservar los instrumentos e instituciones que nos ayuden para salvaguardar los derechos de los más débiles. El Estado nació en siglo XV por la revolución de las comunicaciones: el mundo se hizo abordable. Ahora estamos en la más grande revolución de las comunicaciones que el ser humano pudo imaginar. Por eso necesitamos de nuevas inntituciones que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos.
Nesemu

Antonio García Fuentes (escritor y Filós -

Estoy plenamente con la idea del SI y así lo vengo comentando a todo el que quiere oírme; en el sí no hay nada más que ventajas, en el no, incertidumbres y cerrilismo. De acuerdo que hoy no tenemos estadistas dignos de tan honroso nombre... pero "el barco sigue navegando" y qué duda cabe que surgirán los capitanes necesarios para llegar a puertos cada vez más positivos; la prueba la tenemos en aquellos verdaderos PADRES DE LA NUEVA EUROPA, que hace más de 50 años, abrieron un camino, el que afortunadamente se ha ramificado enorme y positivamente pese a cuanto bandido y sinvergüenza pulula por lugares donde no debiera estar. Soy de los que creen que alguna vez, habrá un verdadero gobierno mundial y un verdadero parlamento representativo del mismo, para que se gobierne con justicia... pensemos y sigamos poniendo "piedras en el gran edificio": AGF