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J. C. García Fajardo

Microcréditos

II Yunus, "El Banquero de los pobres". Algunos textos y entrevistas en España

Los microcréditos que se conceden en España benefician en su mayoría a mujeres (61%) y a inmigrantes (34%) que montan sobre todo negocios de hostelería (11,9% de las actividades financiadas) o tiendas de alimentación (11%), según el informe El microcrédito en España, hoy, presentado recientemente por el Foro Nantik Lum de Microfinanzas.
"Las características generales del microcrédito en España son: desde 8.000 a 25.000 euros, para un periodo máximo de seis meses, con plazos máximos de reembolso de tres a cinco años, y un tipo de interés de entre el 4 y el 6%, dice Silvia Rico, coordinadora de Nantik Lum.
Los requisitos para optar a un microcrédito son pertenecer a colectivos desfavorecidos o con difícil inserción laboral; no tener acceso al sistema financiero formal por falta de avales o garantías; tener espíritu empresarial y disponer de una iniciativa empresarial viable. Después debe contactarse con alguna entidad social de apoyo al microcrédito, para que ésta canalice la solicitud a las cajas de ahorro y bancos que dan este servicio.
El fenómeno del microcrédito ha pasado en España de 1,1 millones de euros concedidos en 2001 a 41,6 millones en 2004. 
Entrevista de Ana Carbajosa en 2002: Conocido en todo el mundo como "el banquero de los pobres" que inventó los microcréditos, Muhammad Yunus (Bangladesh, 1940) creó hace 20 años un banco para los que nunca recibirían un crédito por no tener aval ni bienes que hipotecar. Desde entonces, el Grameen Bank ha prestado 2.000 millones de euros en microcréditos a 3,5 millones de pobres que se han convertido en accionistas del banco y ha abierto sucursales en más de 100 países. Este doctor en Economía es un ferviente defensor del capitalismo y ha demostrado que los pobres son menos morosos que los ricos. Yunus ha recibido varios premios, entre ellos el Príncipe de Asturias en 1998.Pregunta. ¿Qué condiciones hay que cumplir para obtener un crédito del Grameen Bank?
Respuesta. Hay que ser mujer, pobre y estar dispuesta a formar parte de un grupo.
P. ¿Por qué sólo mujeres?
R. Nos dimos cuenta de que los bancos en Bangladesh no prestaban dinero a las mujeres. Cuando iban a pedir un crédito les preguntaban si lo habían discutido con su marido, y les pedían que volvieran con él. Las mujeres no se sentían reconocidas y no volvían. Así que en el Grameen Bank establecimos una cuota del 50% para las mujeres. Luego nos dimos cuenta de que el dinero que les dejábamos a las mujeres era mejor aprovechado, y que invertían en la educación de sus hijos, en su futuro. Los hombres eran más descuidados y sólo pensaban en el presente. Hoy, el 95% del Grameen Bank son mujeres.
P. ¿Qué cambio ha supuesto esto en las familias bangladesíes?
R. Antes las mujeres no manejaban dinero. Ahora tienen la casa a su nombre, la vaca, la máquina de coser, y eso hace que el hombre no puede echarlas de casa cuando quiera, y los padres tampoco. Al invertir en sus hijos hacen que la próxima generación no tenga que vivir en la pobreza.
P. ¿Cómo han reaccionado los maridos?
R. Al principio pegaban a las mujeres que acudían a nuestro banco, pero les explicamos los beneficios que los microcréditos iban a tener sobre la familia y redujimos la tensión familiar.
P. Hay quienes critican su proyecto por considerar que las clientas del Grameen trabajan durante jornadas interminables para devolver los créditos y además tienen que seguir cumpliendo con las obligaciones familiares.En definitiva, que viven peor que antes de obtener el crédito.
R. Las mujeres son libres para decidir si quieren entrar en el banco. Es una opción, no una ley del Estado. Los que dicen que esto es una nueva carga creo que no entienden de qué se trata. Tener un hijo también es una carga y por eso no dejan de tenerlo, porque a la vez es un placer.
P. ¿Con qué tasa de interés trabaja su banco?
R. Cobramos un 20% de interés simple en los créditos monetarios, un 8% para los créditos inmobiliarios y un 5% para los educativos. Los bancos comerciales en Bangladesh tienen tasas de interés de entre el 8,5% y el 12%.
P. Ustedes no piden garantía ni aval. ¿Cómo consiguen que devuelvan los créditos?
R. Nuestro aval son las relaciones humanas. Si dejan de pagar, sufrirán la presión del grupo al que pertenecen en el banco. Nos basamos en una relación de confianza y funciona. El 98% de los créditos son devueltos, una tasa de devolución mucho mayor que la de los bancos de Bangladesh, a los que acuden los ricos, donde sólo entre el 10% y el 20% de los créditos son devueltos. El aval es una manera de tener a los pobres fuera de los bancos.
P. ¿En qué invierten el dinero los beneficiarios de sus créditos?
R. En pequeños negocios. Procesan arroz, compran máquinas de coser para negocios textiles y teléfonos móviles para montar locutorios en aldeas. Hay de todo.
P. El modelo Grameen ¿se ha exportado a otros países?
R. Se ha implantado en cerca de 100 países. También en países desarrollados como EE UU, Noruega, el Reino Unido, Francia...
P. Después de 20 en el Grameen, ¿qué ha aprendido sobre cómo combatir la pobreza?
R. Los pobres son víctimas de una pobreza creada por las instituciones como los bancos, que no les prestan un servicio. Los pobres son gente activa, con energía, pero no la pueden canalizar porque no disponen de un mínimo material. Los gobiernos piensan en los pobres como en gente que necesita que les den cosas, no como personas capaces de aportar. Además, cuando consiguen salir de la pobreza se convierten en consumidores y la economía se pone en marcha.
P. Entonces considera el capitalismo el sistema óptimo para erradicar la pobreza?
R. Sí, creo en el capitalismo y en el libre mercado, porque considero que no hay otra opción. Si el Estado hace todo por ti, te conviertes en una persona dependiente, inválida. Sólo con el capitalismo la gente puede actuar libremente. Yo procedo de Bangladesh y he visto gobiernos corruptos, ineficientes, por eso no creo en la intervención del Estado. Pienso que la economía debe estar en manos privadas, y si lo hacen mal, que los castiguen. Sin embargo, cuando el Gobierno lo hace mal, ¿quién los castiga?
P. ¿Los votantes?
R. No, porque los partidos son una opción limitada. Viene uno de la derecha y deshace lo que hizo el de la izquierda y viceversa, no son una verdadera opción. El individuo sólo puede desarrollar su creatividad fuera de la acción del Estado.
Información en El País  16-03-2004 :
A Muhammad Yunus  le gustaría que el 50% de los habitantes del mundo no fueran pobres y que los créditos fuesen "un derecho humano". Le llaman el banquero de los pobres porque en 1976 puso en marcha un proyecto - el Grameen Bank o banco de la pobreza - que concedía préstamos para que los más desfavorecidos pudieran salir de la miseria con su propio esfuerzo.
Un día decidió prestar de su bolsillo el equivalente a 22 euros para salvar de los usureros a 42 personas de una aldea de Bangladesh. En menos de 30 años ha extendido la práctica a todo el mundo y se ha convertido en la máxima autoridad en la materia. Yunus ejerció como profesor de Económicas hasta que en 1989 puso en marcha una institución sin ánimo de lucro con la que demostró la posibilidad de ser banquero "sin pedir garantías". Hoy, su banco, tiene más de tres millones de clientes, un 95% mujeres de aldeas desfavorecidas de Bangladesh; y una tasa de morosidad inferior al 2%. "Me di cuenta de que si la gente podía ser feliz con tan poco dinero quizás podría hacer algo más por ellos", relataba ayer en una conferencia de prensa. "Intenté ponerlos en contacto con los bancos. Pero siempre me decían que los pobres no eran merecedores de créditos".
Las mujeres de las aldeas de Bangladesh se convirtieron en propietarias del banco Grameen, pues al ser clientes pasaron también a accionistas de la entidad. Desde entonces, ha aumentado significativamente la participación de la mujer en el proceso político a nivel nacional y local. "Hemos impactado de una forma muy llamativa en la escolarización de sus hijos", subrayó Yusus, quien destacó que el 100% de los descendientes de sus clientas van al colegio y algunos ya reciben apoyo para estudios universitarios.
De forma paralela, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha creado compañías de diversa índole dedicadas a atender el desarrollo de sectores como la agricultura, la salud o las nuevas tecnologías. "Hemos puesto en manos de muchas mujeres teléfonos para alquilarlos por minutos al mismo precio que pagaría una persona que tuviera el teléfono dado de alta en casa", contó el profesor. Tienen 50.000 mujeres teléfono y una previsión de 150.000 para finales de año. "Además, estos teléfonos están preparados para Internet, por lo que la segunda generación de mujeres teléfono aprovechará la red para salir adelante". El economista también ha puesto en marcha una empresa que surte de baterías solares a las aldeas para cargar los teléfonos y para que tengan luz eléctrica, ya que el 70% de la población de Bangladesh no tiene energía eléctrica y necesita cargar los teléfonos con energía solar.
"Para resolver el problema del terrorismo", dijo, " hay que solucionar la pobreza y la injusticia".