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J. C. García Fajardo

Para el Cuaderno de Bitácora: jubilación académica

Mañana y pasado, jueves y viernes, daré mis últimas clases en la Facultad de CC de la Información. Al menos, desde el punto de vista académico al haberme llegado la hora de la jubilación. Desde 1973 no he dejado de dar clases de Historia del Pensamiento Político y Social, y de Historia Universal contemporánea. Amén de tantos Seminarios vinculados a esas asignaturas que, con sólo evocarlos, me parece imposible haberlos dado siempre a las horas del almuerzo. ¿Recordáis? “Lo hicieron porque no sabían que era imposible”.

Participación en Congresos, Cursos de Verano, Conferencias en tantas universidades de tantos países, y en otras instituciones vinculadas a mi profesión docente y académica. (No relacionadas con Solidarios y otras actividades, ese es otro capítulo que no conoce jubilación porque siempre se puede servir a los demás, sobre todo a los más débiles),

Se dice pronto: mi primer contrato con la UCM data de 1973. Y salvo en el año sabático, al cumplir 25 años como docente, nunca de dejado de dar clase. Me encanta y he disfrutado con plenitud y con libertad. He estudiado y leído mucho. Toda mi vida. He tenido la suerte de escuchar a grandes Maestros y pude formarme en las universidades de Salamanca, Madrid, Paris, Roma y Oxford. He podido aprender idiomas, conocer pueblos y viajar por casi un centenar de países.

La pasión de saber fue abriendo las puertas del corazón y de la mente a la pasión por la justicia que ha dominado mi vida desde hace décadas.

Me siento algo emocionado porque se amontonan los recuerdos, buenos y menos buenos. Pero no encuentro en mi existencia otro orgullo más grande que haber sido y saberme universitario. No hay que olvidar que, desde los 17 años, en que comencé Derecho, en la UCM, han pasado 53 en los que nunca abandoné las aulas y las bibliotecas como discente o como docente.

Sé que nunca podré olvidar esta condición, esta riqueza y este estilo que me imprimió carácter. Más fuerte y duradero que el de cualquier ideología. He sido y soy feliz en la universidad.

Desde este Blog, como haré mañana, quiero dar las gracias a cuantos me han ayudado en mi formación pero sobre todo a los miles de alumnos que han pasado por mis clases, por mis seminarios o por mi despacho. Me han enriquecido de manera inconmensurable.

Nadie podrá jamás hacerse una idea del lujo que supone ese enriquecimiento.

Pero también sé que he molestado a algunos, que los he hecho sufrir, sobre todo por mi impaciencia, mi excesivo rigor y a veces por mi incomprensión y falta de tacto. No por “mi carácter”, sino por mi falta de un auténtico carácter. Sepan todos, o díganselo si

pueden, que nunca podrán imaginar el sufrimiento que siempre ha supuesto para mí el hacer daño a otra persona. L’esprit de l’escalier, cuando salía de clase, me movía a regresar sobre mis pasos, pedir perdón y tratar de deshacer el entuerto. No siempre he sido lo rápido que hubiera debido. Igual me ha sucedido en otros ámbitos de mis relaciones familiares, laborales y sociales. Ha sido uno de mis mayores sufrimientos: quizás esa haya sido una de las causas que me han llevado a estudiar y a iniciarme en el Cristianismo, en el Budismo Zen, y en la sabiduría universal  que preside mis estudios, mis clases, conferencias y mis publicaciones. El malestar conmigo mismo y la falta de aceptación de mis limitaciones, así como mi obsesión por la tarea bien hecha, por el cuidado por los detalles… y por exigir de los demás más de lo que podían y debían dar. Cuando me he lamentado ante los maestros y los sabios que he tenido la fortuna de conocer me respondían: “piensa qué hubiera sido de ti si no hubieras tenido ese sufrimiento por el dolor que podías causar a los demás”.

Pero, en fin, “saber sufrir”… hubiera dio sufrir menos, y quizás convino para curtirme.

Pero no terminan aquí mi labor profesional, mis conferencias, artículos y libros. Cumplir 70 años tiene una serie de limitaciones físicas, por ejemplo, para cargar un camión, pero hay otras muchas posibilidades de vivir, tratar de ser uno mismo y hacer cuanto esté en mi mano por ser fiel a mi compromiso social con las causas de la justicia, de la libertad  y de los derechos de los demás.

Tampoco soy tan lerdo como para no reconocer, al cabo de estas décadas de docencia, que he sembrado mucho y a voleo, que me he preparado para las clases y que nadie sabe cuánto bien, felicidad o sosiego, inquietud o valor he podido hacer durante esas clases y esos encuentros personales. Sería injusto por mi parte.

Por eso suelo, decir que hay algo todavía más grande que hacer el bien, y es contribuir a que lo hagan los demás y poder llegar a ser ellos mismos.

Nesemu

 

46 comentarios

maya -

es curioso pero las cosas en la vida se ofrecen asi de sorpresa,son regalos.le inquietara que nunca m a dado clase,no se quien es,ni si quiera soy universitaria ojala lo hubiera sido(juventud osada)m a conmovido los comentarios de todos sus alumnos con tanta pasion y a la vez entristezido por no haber tenido yo nigun profesor que me guiara asi a lo mejor todo hubiera sido distinto no siempre el limite del mundo es el lenguaje pero si el conocimiento.gracias por haber motivado a sueños e ilusiones y mas adelante hechos

Rubén -

Gracias y suerte.

Laura Blanco -

" Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida y esos son imprescindibles."

Gracias por todo, profesor

Nydia Lorente -

No puedo dejar de sentirme emocionada ante todos estos comentarios y supongo que me da pena que el curso acabe aquí. Quise esperar hasta hoy (después de la clase) para escribir algo aquí, para saber como daba su 'última' clase antes de su jubilación, no creo (como muchos de los que aquí han escrito y como usted dijo en clase) que vaya a dejar de influir en las personas, ni que vaya a dejar las clases. Es el inicio de un nuevo ciclo que ojala algún día todos nosotros podamos disfrutar con tantas ganas. En clase me he reído, me he enfadado, podía estar de acuerdo con usted o no, pero estas últimas clases me han marcado especialmente, salía de clase pensando (y a veces comentando con mis compañeros) que me había enganchado de una manera que pocos profesores han sabido hacer, eso creo que sólo se da con la experiencia y con las ganas de formarnos como personas y no tanto como meros estudiantes. Cuando entré en la facultad el año pasado antes de hacer la matrícula me dijeron que intentase evitarle, craso error, tuve que dejar las clases por motivos que no vienen al caso y este año me volví a matricular ya en el grupo B, al principio de curso pensé "¡dónde me he metido!" pero a día de hoy sé que no me he equivocado, me ha abierto los ojos sobre ciertos temas que desconocía y algunas de sus frases me han llegado y ayudado a continuar. No sé cómo cerrar esto, así que supongo que le diré que buena suerte para lo que le depare el futuro, pero que siempre haga lo que quiera "porque le de la gana". (Los que me conocen saben que no trato de “hacer la pelota”, que antes de eso me callo, pero esto no me lo podía guardar; me da pena que este curso acabe, porque después de todo no ha sido tan malo como nos parecía y termino este comentario con lágrimas en los ojos…)
Saludos y gracias por este año, especialmente por las últimas clases que han sido más emotivas.

Ana -

“Lo hicieron porque no sabían que era imposible”. Esta frase definiría la trayectoria de un profesor universitario que ha compartido saberes en sus asignaturas de Historia del siglo XX y de Pensamiento Político, que ha viajado y conocido otros pueblos, que ha participado en cursos y seminarios. Pero también ha apostado por servir a los demás, sobre todo a los más débiles desde la ONG Solidarios para el Desarrollo.


superdani -

Enhorabuena por tantos años de pasión, de coraje y de ilusiones. Usted es el profesor que ha abierto más corazones y más mentes en esa Universidad. Estudiantes que han compartido con usted tan sólo un año, y con los que tal vez nunca más ha tenido relación, siguen marcados mucho tiempo después por sus palabras.

Gracias por enseñarnos a soñar. Por ayudarnos a romper nuestros límites. Por enseñarnos no sólo a ser buenos estudiantes, sino también buenas personas.

El fuego no se apaga.

Belén Lobos Montañés -

"Para ser grande, sé entero : nada tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres en lo mínimo que hagas, por eso la luna brilla toda en cada lago, porque alta vive."


Fernando Pesoa

Ánimo

Federico -

Quiero felicitarte muy sinceramente por tu jubilación, pues muchos de
nuestros compañeros no han podido llegar a ella. Creo que puedes
sentirte orgulloso y satisfecho de estos 34 años de docencia
universitaria, a lo largo de los cuales miles de alumnos han tenido la
oportunidad de asistir a tus clases y de beneficiarse de tu heterodoxo
magisterio. Los profesores, para bien y para mal, tenemos la gran
responsabilidad de poder influir en la vida y formación de nuestros
alumnos, desde el hecho de que odien o amen nuestra asignatura hasta que
tengamos una incidencia directa en su personalidad y madurez. Piensa en
la cantidad de gente que ha tenido la ocasión de tomar gotas de
sabiduría de tus clases y que siempre recuerdan con cariño tus clases,
tu persona, tu magisterio. Nadie que no se dedique a la docencia sabe lo
gratificante que ésta resulta, hasta el punto que, a pesar de nuestras
frecuentes quejas sobre lo mal pagada que está, los docentes
continuaríamos haciéndolo por menos.
Es obvio que nunca podemos estar orgullosos de todo lo que hemos hecho
en nuestra vida --¡faltaría más!--, aunque ésta sea nuestra vida
"académica". Cuando no, porque, como se dice, en nuestra vida
profesional docente empezamos siendo Sancho el Cruel, continuamos siendo
Sancho el Fuerte y acabamos convertidos en Sancho Panza. Pero es
consecuencia lógica de nuestra maduración personal y de nuestra
evolución lógica, en la que se va produciendo un cambio en la escala de
valores y prioridades. Creo que lo importante es que en cada momento
hemos hecho lo que considerábamos más correcto y no nos hemos falseado
para conseguir determinados resultados ni prebendas. En definitiva, que
cada mañana nos podemos mirar al espejo, aunque algunas veces sea con
una mirada algo cruzada al biés.
Tienes una vida interior y personal lo suficientemente rica como para
que a partir de ahora inicies nuevos proyectos. Te mereces el descanso
del guerrero, lo que no quiere decir que te conviertas en un inútil.
Para algunas personas seguirás siendo todo su mundo, por lo que podrás
dedicarte más a ellas y a otros proyectos que la vida profesional te ha
obligado a tener algo arrinconados. Tú sabes disfrutar en cada momento
lo que tienes. Aprovecha la ocasión y sigue disfrutando con cosas
distintas, pero tan o más estimulantes que la docencia. Además, nuestra
jubilación es necesaria para dar el relevo a las nuevas generaciones que
se están preparando o que llevan ya años preparándose para cogerlo. Y no
hay duda que, con tu ejemplo y tu labor, los que vienen detrás lo
tendrán más fácil de lo que lo tuviste tú (cosa, por lo demás, lógica).
Aparte de tu vida académica, tienes en tu haber el universo de
"Solidarios". Piensa cuánta gente ha descubierto a otras personas
gracias a tu labor, cuánta gente comparte una parte de su vida con otros
gracias a ti. Yo, sin ir más lejos --y eso que no soy ningún modelo
después de ... ... 12 años en Solidarios--, te debo el poder hablar de
mis amigos del chabolo i de mis amigos los mayores, para algunos de los
cuales he sido y todavía soy el amigo que intenta estar con ellos en
unos momentos especialmente difíciles de su vida. Y con más dedicación
que yo, tanta y tanta gente que dedica su vida a Solidarios y a los más
desfavorecidos e, incluso, a los "intocables".
Solamente quiero transmitirte todo mi afecto por lo que ha sido una vida
profesional plena. Quiero desearte todo lo mejor para esta ilusionante
etapa que inicias. Quiero animarte a que continúes ocupándote de esas
otras personas, que no están matriculados en la Facultad de Ciencias de
la Información y para las que eres un ser muy especial y alguien muy
importante. Quiero desearte todo lo mejor y decirte que, como siempre,
estoy a tu entera disposición. Quiero, finalmente, decirte que somos
muchos los que continuamos contando contigo.


PD 1: Pido disculpas por atreverme a compartir mis sentimientos con
todos tus amigos, pero quiero dejar constancia delante de ellos de mi aprecio hacia ti.




enovilla -

Profesor, nos ha enseñado que el camino no se acaba nunca, el fuego no se apaga, y nosotros somos quienes nos ponemos nuestros propios límites. Aunque se acabe su vida profesional, deja tras de sí un largo camino de huellas, muchos las miraremos orgullosos de saber que podemos hacer nuestro propio camino...si un maestro no nos lo hubiese enseñado aún seguiriamos parados.

Ana Caterina Lopez -

Si el valor de un profesor se mide por la huella que deja en sus alumnos... ¡Usted vale muchísimo!
Un cariñoso abrazo (no de despedida)

carla -

En estos meses ha sido un real privilegio tenerle en nuestro aula.
Siento que no he aprendido historia, he aprendido a comprenderla. He aprendido cosas que desconocía, o quizás no quería ver.
En sus clases me dedico a tomar nota de las frases que nos dice, que alomejor en el momento no significaron mucho para mi, pero a lo largo del curso han ido cobrando sentido.
Ha sido un gran maestro, que me ha aportado mucho, tanto nuevo como recuerdos. Cada vez que hace una cita en francés, "je me sens visée". Todas ellas forman parte de mi aprendizaje de instituto.
Esto no se acaba, solo se acabará el día que usted quiera que se acabe, y hasta entonces será un honor seguir leyendole y escuchándole.

FRAN -

Uno nunca abandona los espacios donde ha vertido las palabras, puede que no esté allí físicamente, pero las palabras permanecen. Hay tantas maneras de comunicar los saberes, que lo único que cambiará será la forma, el medio. Hay muchas personas que le deben la mirada.

Belén -

Profesor, aunque le haya llegado el momento de la jubilación, nunca abandonará la universidad.
Gracias por haber compartido tantas cosas con nosotros.
Sólo quiero que sepa que nosotros también llevábamos años esperándole. Fue maravilloso cuando por fin llegó el reencuentro .

Beni Salem -

Amigo, hermano,¡Qué emoción!
¿Sabes qué estoy sintiendo? La suerte que tienes. Hace pocos días mi padre hubiera cumplido 61 años. Hace pocos días yo también cumplí años y me decían que es mejor cumplirlos que no cumplirlos. ¡30 años! Joder, si yo casi no los tengo de VIDA. Qué suerte tienes de poder cerrar tú mismo el ciclo iniciado en el 73 y que no lo cierren otros por ti. Eso me ha venido a la cabeza en un primer momento.
Cuando leo el balance de una vida, hecha por uno mismo a modo de despedida, me dan ganas de llorar. Puedo sentir cómo se agrietaba tu garganta con cada letra y cómo abrías fuertemente los ojos para no dejar pasar las lágrimas, mirando por la ventana del despacho de tu casa, con la estantería repleta de recuerdos vivos a tu derecha.
No dejes que una despedida sea el incio del final. No dejes -ni cejes- de aportar. A mi me enseñaste a hacer el bien.Soy de esos que mencionabas en tu última frase. Te he dicho a veces que el auténtico valor que tienes -entre otros- es que no tienes ni idea del bien que infundes. Si fueras 100% consciente de él, el engreimiento te comería por los pies.Recuerdo la primera conferencia. Cómo susurrabas para llamar nuestra atención. Tú ni te acuerdas, pero me miraste. Directo. Me llamaste. Me sentí discípulo. Me revolviste. Después me enredé en el trabajo social en las cárceles y ya no he podido dejar de alumbrar ese fuego por los demás. Luego vino el amigo. Después, mi boda, nuestros hijos y esta jodida vida de ejecutivo transnacional. Enhorabuena por tus 34 años de gobernador de timones de muchas vidas. Me siento un privilegiado por haber sido tocado por la varita mágica de tu sapiencia. Tu amigo,

Rute -

Querido José Carlos, he leído tu última entrada en el blog. Impresionante texto, qué capacidad tienes para resumir lo inabarcable en un maravilloso post. Se me pone la piel de gallina solo de pensar que cuando yo estaba aprendiendo a hablar y a andar, tú ya estabas derramando saber y abriendo las mentes a los universitarios. Pocas personas en mi vida han provocado un antes y un después en ella. Se pueden contar con los dedos de una mano. Tú eres uno de ellos. Los años que he estado cerca de ti, en la universidad y fuera de ella han sido, seguramente, los más intensos de mi vida. Te envidio, te estimo mucho y te deseo lo mejor.


Laura Miranda -

“La educación consiste en dirigir con sentido nuestra propia vida”
“Ojalá seamos capaces de hacer un mundo en el que quepamos todos”
“Lo que no se comparte se pierde”

Me quedo con esas tres frases que ha citado en clase. Hay también otra frase por ahí que dice “No llores porque se ha terminado, mejor sonríe porque te sucedió” Como bien dijo usted, “A veces, lo mejor es descansar” Enhorabuena y mucha suerte!

Sara Martín -

Un profesor me enseñó que somos resultado de nuestra propia personalidad y de la impronta que dejan en nosotros los grandes maestros. No sería la misma si no hubiese tenido a Don Pedro, mi maestro de primaria que me enseñó a leer y a escribir, no sería la misma si no hubiese tenido a tantos profesores en el instituto que marcaron las primeras sendas de mi camino y, por supuesto, tampoco sería la misma si este año no le hubiese tenido a usted, profesor Fajardo, que me ha confirmado que el camino que inicié con tantos otros es el correcto. Muchas Gracias.

Mar -

Usted fue el mejor profesor con el que topé en la facultad. Sin lugar a duda. Muchas gracias.

Irene Moreno Palmero -

Ya dijo en su primera clase y repitió "no me citen en sus casas" y creo que ha sido algo inevitable. La verdad es que usted es un profesor diferente que ha sabido mostrarnos la realidad y del que hemos podido aprender mucho durante estos meses. Gracias profesor y como muchos han dicho: este es el final de un ciclo,pero otro nuevo está por comenzar.
Un saludo.

Dos Santos -

GRACIAS, por ser maestro y conseguir que veamos las cosas desde otro punto de vista, por enseñarnos a su manera, por mostrarnos que otro mundo es posible...
Al igual que El Principito, usted me demuestra que solo se ve bien con el corazón porque lo esencial es invisible a los ojos.

lidia hernandez picazo -

me resulta asombroso ver como después de tantos años trabajando e impartiendo clases aun le quedan ganas para continuar con su labor.ojalá, yo tenga a su edad( y sin ánimo de faltar) la mitad de ganas que tiene usted de seguir aprendiendo y de seguir luchando para conseguir la justicia y ayudar a los demás. sinceramente, nunca había tenido un profesor de historia que me mostrara la historia desde el punto de vista que la enseña usted, y creo, verdaderamente que ayuda a llevar las clases más amenas y que abre nuestras ganas de aprender cada día mas. Como bien ha dicho usted, ser universitario es una de las mejores cosas que le pueden pasar a una persona, y nosotros que hemos podido y podemos serlo debemos aprovecharlo al máximo, ya que hay millones de personas que por razones económicas, personales u otras cosas no pueden permitirse el lujo de vivir esta experiencia. muchas gracias por dedicarnos su último año como profesor. ha sido un placer ser su alumna.enorabuena!

Alberto Luque -

Le debo un café profesor, no se merece una despedida. Se merece continuar. Gracias por todo

Ana Carrión Guijarro -

Sin mirar los apuntes de las clases de Historia del siglo XX se me vienen frases que me han marcado y que he incorporado a mi vida como por ejemplo:"Nunca pasa nada, y si pasa ¿qué importa?, y si importa, ¿qué pasa?. Hoy en clase has dicho otra de esas frases que me han conmocionado y que acabo de leer "mi orgullo más grande es haber sido universitario", algo que yo a día de hoy ya siento y que me conmueve. En este curso, además de aprender historia, he aprendido actualidad, comportamientos, a marcar mi camino, en estas clases he sentido vida. Muchas gracias y enhorabuena.

gelys martinez mendez -

Como ha dicho muchas veces la historia está en los libros. Pero nunca ha estado como usted la ha contado. Al principio yo también creía que en sus clases se aprendía más sobre conocerse uno a sí mismo, sus propios valores, encontrarse en medio de un mundo perdido... Sin embargo,a día de hoy, estoy segura de que ha ido todavía más allá. Cuando menos me he dado cuenta, me he interesado por temas que ha puesto en su blog, he sentido curiosidad por saber algo me desconcertaba, he roto barreras y comenzar de cero, donde sean mis propios pensamientos los que me formen. Hubo momentos terribles en clase, porque pensaba que se nos caía el mundo encima cuando se enfadaba, pero ha sido todo un maestro. Me alegro de haber compartido con usted este año. Ha tenido tantos alumnos que no se acordará ni de la mitad de ellos, pero como usted sabe nunca se olvidan a los buenos profesores, y todavía menos a los sabios que te dejan huella. Sin quererlo, con una simple frase en clase, me ha hecho más de una vez resurgir de mis cenizas, como el ave fénix. Muchas gracias por todo, aunque creo que no son sufiecientes las palabras. Solo mis padres saben lo que usted me ha dado. Eternamente agradecida.Siga siendo tan feliz, suerte. Saludos

jose navareño garrido -

Realmente me da pena acabar el curso pero esta asignatura más debido a que creo que la persona que la imparte es muy particular, me ha hecho reir y en ocasiones me ha hecho enfadar, pero lo que me queda es que me ha hecho pensar,rezonar, observar atar cabos, mirar la historia desde otra perspectiva, espero poder encontrarme con muchos más profesores como usted durante toda la carrera, gracias por todo.

J. Castro -

Desde Atenas, quiero darle al profesor mi enhorabuena, no por la jubilación sino por haber llenado de luz nuestra mente en tantas y tantas ocasiones. Ah, y acepto el perdón, aunque yo nunca me sentí perjudicado por su 'carácter'. Y ya hace una década que ejezo como profesional del periodismo. Gracias, profesor y amigo.
Juan Castro.

Sylvia -

De todos estos meses de clase quizás no me lleve lecciones de historia, pero sí lecciones de vida. Lecciones que espero aplicar a mi día a día hoy, mañana y siempre.
Gracias por su tiempo, sus frases y sobre todo por su presencia.

Alicia Martín -

Durante estos meses me he llevado muchas satisfacciones. Aunque alguna vez nos aquivoquemos, rectificar es de sabios. Espero que esto no se quede aquí y todo lo que usted nos ha enseñado lo llevemos a cabo en nuestro día a día.
Gracias por todo!

Alicia Martín -

Durante estos meses me he llevado muchas satisfacciones. Aunque alguna vez nos aquivoquemos, rectificar es de sabios. Espero que esto no se que aquí y todo lo que usted nos ha enseñado lo llevemos a cabo en nuestro día a día.
Gracias por todo!

Maximiliano -

Es fácil olvidar muchas cosas. Pero si yo estoy aquí hoy, ahora, es porque hubo un profesor que me llevaba esperando 21 años para enseñarme uno de tantos caminos para elegir.
Sí, eso fue hace 5 años, cuando vino desde Indiana como estudiante de intercambio. ¿Se acuerda?

Jarkoe -

Ya se lo dije, profesor: esto no se acaba. Pues no queda nada!!NESEMU. Hay cambios, pero lo más importante permanece por y para compartirlo. Gracias por estar ahí.
Un abrazo

Ana -

Muchas gracias por compartirlo todo con los que te rodean. Y adelante!!!

Zola -

I shin den shin, gracias por enseñarnos la importancia de compartir saberes. Por hacernos saber necesarios tal y como somos, a pesar de nuestros defectos.
Siempre quedará un jardín donde seguir sembrando.

Diego López -

Como bien dijo en cierta ocasión, un buen Maestro debe exigir a su discípulo, y un buen discípulo debe comprender a su Maestro. La vida pasa, pero usted ha dejado huellas imborrables en el camino. Las aulas siempre le recordarán al igual que muchos de nosotros. Pero qué carajo, parece esto una despedida para siempre. Que deje las clases no quiere decir que deje el Blog, donde muchos nos reuniremos, tampoco va a abandonar la facultad, donde seguramente nos veremos, etc.

Será una situación rara para usted el inicio de un nuevo curso sin verle la cara a los pitufos de primero, pero todo es acostumbrarse y mirar nuesvos horizontes. Si algo he aprendido es que nada está perdido. Cuando un camino se acaba, siempre hay otro cerca por el proseguir. Y allí, en ese camino, siempre se cruzará con sus amigos, siempre nos cruzaremos.

Como agradecimiento, le regalo mi silencio, quédeselo porque dice mucho sólo hace falta saber escucharlo. Gracias.

María Vindel -

Gracias maestro por esos momentos compartidos en las aulas. Gracias por no ser un profesor convencional de esos que llegan sueltan la lección y se van. Usted ha intentado enseñarnos que hay algo más ahí detrás, y le aseguro que ese intento no ha sido envano.
Gracias.

Azahara Morales -

No estoy de acuerdo en que no se aprenda historia en sus clases. Lo que ocurre es que usted no es como los demás profesores y las demás clases de esta materia. A estas alturas todos sabemos lo que ocurrió hace cien años. Usted hace de la actualidad la historia y la ubica en el tiempo exponiendo sus paralelismos y consecuencias.
Le felicito por todos estos años y le envidio no solo por su sabiduría sino por haber ejercido en la profesión elegida y deseada. Es una persona digna de conocer a fondo fuera del aula.

Jorge P. -

Desde mi primera clase hasta hoy le estoy muy agradecido por ayudarme a vivir la universidad de otra manera. Seguimos en camino. Un abrazo.

Alicia Padrón -

Aún con palabras duras sabe llegar a donde hay que llegar, sabe hacer reflexionar, a mi me hizo reflexionar en esa entrevista a principio de curso.

Buena suerte profesor

Rôvënty -

alguien que me enseñó una vez que la hora más oscura de la noche lleva en su seno al medio día después, me invitó a que entrara en su casa, descalzo, sólo por el placer de compartir saberes

Rôvënty es mi nombre para ti, maestro

M. Ossorio -

Con ese currículum (que me he leído, me pudo la curiosidad) no creo que deje de contar cosas a los demás. Una persona así nunca se retira del todo: siempre tendrá la necesidad de compartir con los demás todo lo que conoce.

Así que... espero verle pronto en alguna conferencia!

Enhorabuena por haber llegado hasta aquí. Pero aún queda mucho camino, las cosas no acaban aquí. Hay vida después de las clases.

Javi -

En estos dos años he aprendido a hacer un artículo de 700 palabras cada semana sin que me cueste la vida en el intento. 700 palabras cada semana acaban siendo decenas de miles terminado el curso, pero yo me quedo con la combinación de tan sólo 4: Yo sé quien soy. Y, si me permite, con una frase que tengo apuntada de una de sus clases de Historia del año pasado: "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi propio mundo". Gracias

Merche -

La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Howard G. Hendricks.

Profesor, gracias por abrirme las fronteras hacia el Sur. Y a todo lo que vino después...

Elia Pesquera -

En primer lugar gracias, que aunque muchos de nosotros no se lo digamos muy a menudo, estoy segura de que como yo, en el fondo muchos le recordarán por su labor como profesor.
Tal vez la edad no le permita cargar un camión, pero siempre habrá gente dispuesta a ayudar si alguien tiene la idea y la iniciativa, como usted, que a pesar de conocerle de sólo un año, me da la impresión que será algo que tardará en perder.
Esto es sólo un cambio, y verá como pronto se acostumbra, Animo!

Sergio -

A pesar de que no he aprendido demasiado sobre historia en su asignatura (lo siento, pero es así), gracias a usted se me han roto bastantes esquemas y descubierto cosas de las que no tenía constancia.
Gracias a sus clases se me ha abierto un horizonte distinto al que me habían enseñado hasta ahora y he aprendido un poco más a respetar a los demás, desarrollando un sentimiento de solidaridad y justicia que, a pesar de estar en sus comienzos, intento hacer que aumenten intentando aprender por mi cuenta todo los relacionado con los asuntos que usted trata en sus clases como solidaridad, justicia, el problema de África, las injusticias del mundo moderno desarrolladas por las multinacionales, entre otros....
Esto, para mí, es uno de los mayores regalos que un ser humano puede hacer a otro, abrir horizontes a conocimientos que, de otra forma no hubiera tenido constancia.
A pesar de que en algunas ocasiones no haya tenido mucha afinidad con usted (sobre todo en la entrevista, en la que me fui bastante desilusionado y algo bajo de moral), me gustaría agradecerle desde lo más profundo el impagable regalo que me ha hecho y que, ante todo, me ha ayudado a ser más persona.
No pretendo, como muchos pueden llegar a creer, hacerle la pelota puesto que estoy de sobra suspenso, simplemente quiero que le quede constancia de que hay al menos a un alumno (aunque seguro que ha sido a cientos de ellos), al que ha ayudado enormemente.
Un saludo y gracias.

Patricia Bendala -

Yo creo que lo importante al fin y al cabo es conseguir no tener que arrepentirse de nada, incluídos errores y rectificaciones porque eso también constituye parte de uno mismo; y tener la satisfacción de haber cumplido consigo mismo y estar contento con lo que uno ha desempeñado. Ánimo para lo que aún queda!

Cristina Montañés -

Gracias por ser maestro y no sólo profesor