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J. C. García Fajardo

Philip Roth se enfrenta a sí mismo en Operación Shylock

Anotaciones  para  la  Bitácora:
Leo a Philip Roth en “Operación Shylock”. Apasionante. Un norteamericano judío, escritor de éxito, se enfrenta a su otro yo, como “Jacob con un varón hasta que el alba subía” Gn. 32, 24. Roth, en la novela, acaba de salir de una terrible crisis que le llevó casi a la locura y al abismo… de verse ante un vivir sin sentido. Entonces, encuentra que otro Philip Roth está en Jerusalén con una actividad que le parece delirante: provocar el retorno de los askenazis a Europa, más de un millón de judíos…. El autor se reafirma como judío conocedor de su pueblo, de su historia y tradiciones. Conoce el humor judío y se ríe de sí/ellos mismos. Pero en la pág. 91 resume su trayectoria en contra del sionismo y del Estado de Israel, por la que tanto ha sido criticado por los sionistas: “Israel nos está poniendo en peligro a todos los judíos…Me obsesiona el caso de Jonathan Pollard, un judío norteamericano pagado por los servicios secretos israelíes para hacer de espía a los estamentos militares de su propio país, EEUU… hay que salvar vidas judías al precio que sea, pero ese precio no consiste en traicionar a tu propio país. Es más que todo eso: hay que desactivar el país que mayor cantidad de vidas judías pone en peligro hoy; es decir ¡el país llamado Israel!... Lo que hizo Pollard fue cumplir lo mismo que los israelíes están constantemente solicitando de los judíos de la diáspora… El Estado de Israel es el responsable que con su omnipresente totalitarismo judaico se ha trocado en el principal temor de los judíos del mundo, sustituyendo a los gentiles; el Estado que hoy, con su ansia de acaparar judíos, está de muchísimas y muy terribles maneras, deformando y desfigurando a los judíos de un modo que antaño sólo estuvo al alcance de nuestros enemigos antisemitas. Pollard ama a los judíos. Yo amo a los judíos. Tú amas a los judíos…” El autor se enfrenta a “lo que pudo” haber hecho, aprovechando su prestigio mundial, para ayudar a que los judíos de origen europeo que viven en Israel regresasen a sus lugares de origen en donde dieron lugar a la cultura y a riqueza yiddish: (pág. 33) “…por muy virulento que fuera alguna vez el antisemitismo, el odio a los judíos que hoy invade el islam representa un peligro considerablemente mayor. La supuesta normalización de los judíos fue desde el principio un trágico espejismo. Pero, ahora, seguir esperando que la normalización arraigue en pleno corazón del islam es algo peor que trágico: es un suicidio. Con todo lo horrible que para nosotros fue Hitler, sólo duró doce años, ¿y qué es una docena de años para los judíos? Ha llegado el momento de regresar a Europa, que durante siglos fue, como lo sigue siendo ahora, la más auténtica Patria que nunca tuvieron los judíos. Aquí nació el judaísmo rabínico, el hasídico, la secularización judía, el socialismo etc. Y, por supuesto, aquí nació el propio sionismo. Pero el sionismo ha perdurado más allá de su función histórica. Ha llegado el momento de renovar en la diáspora europea nuestro preeminente papel socio cultural”. “Roth, que teme un segundo holocausto judío en Oriente Medio, ve en el “reasentamiento judío” el único modo de garantizar la supervivencia de los judíos, logrando así una victoria histórica y espiritual sobre Hitler y Auschwitz”… “¿Qué debe prevalecer, quién debe prevalecer en Europa? ¿La voluntad del sadismo criminal que los nazis desencadenaron contra nuestro pueblo… o la civilización que dio a la humanidad figuras como Shalom Aleichem, Heinrich Heine y Albert Einstein? ¿Hemos de permanecer huidos para siempre del continente que supo nutrir el florecimiento de mundos judíos en Varsovia, en Vilna, en Riga, en Praga, en Berlín, en Lvov, en Budapest, en Salónica y Roma, sólo por culpa de él? Ha llegado el momento de volver al lugar que nos corresponde, donde tenemos todo el derecho del mundo a retomar la gran tarea judía y europea que unos asesinos nos obligaron a dejar interrumpida”
Estas son frases que el autor pone en boca de sí mismo o del otro yo enfrentados. Me parece una lectura muy interesante y oportuna.
No en balde, hace preceder la novela de esta cita de Kierkegaard: “Todo el contenido de mi ser se agita en contradicción consigo mismo. De seguro que la existencia es debate…”
Operación Shylok se mantiene en la frontera entre el ensayo y la ficción, la seriedad y la comedia, la historia y la pesadilla. Con agudísimo suspense, una irreverente especulación filosófica y una serie de personajes que incluyen a agentes del MOSAD, exiliados palestinos, criminales de guerra y un miembro de Antisemitas Anónimos. Concluyo con palabras de Harold Bloom, otro universitario judío de prestigio internacional considerado heterodoxo por los extremistas del Likud: “Una de las obras maestras de Roth, un genio de la comedia, un maestro de la vida”. Hipérbole de amigo aparte, me gusta su lectura. Llegaré al final y os cuento. Nesemu

 

5 comentarios

Anónimo -

Lo que me parece espectacular de lo que llevo leido de libro, -no mucho-, es, como la trama te mantiene en un sin vivir constante.Me parece una genialidad la cantidad de pequeños arugmentos que intruduce para no bajar el tono. Supongo que terminaré el libro y pensaré del mimso modo. No me pasó con el Lamento de P., que empezó con un ritmo trepidante, lo mismo, con ganas de leer sin parar, y terminé de la Psicopiatía de Portnoy hasta las narices.

jose navareño garrido -

realmente pienso como mi anterior compañero lo más complicado habra sido su propio enfrentamiento, realmente pienso que pocas personas son capaces de hacer eso, debido al miedo, si intentare expicarme, esto es como cuando piensas que puedes tener una enfermedad importante, pero la cual no sientes ni padeces, mucha gente no va al medico por miedo a que sea algo malo, con la esperanza de que se quite solo. Pues bien para m enfrantarme a mi mismo es algo parecido, bueno no se si me he explicado bien, por lo menos espero que sí

Dos Santos -

Supongo que lo más interesante del libro es el enfrentamiento del autor consigo mismo, es algo dificilísimo ya que para ello, hay que conocerse muy bien y es algo de lo que no mucha gente puede alardear.

Alberto Luque -

Tengo que disentir. No huyen de Hitler, sino de griegos (habrá que hablar de las matanzas nacionalistas tras la salida del Imperio Otomano de Salónica, cuántos judíos murieron), de los zares, de Stalin, de los nacionalistas checos (como muy bien comprenderá Kafka)... los judíos han sido repudiados por muchos, excepto tal vez por otomanos y austríacos no germanos. Israel es necesario para ellos porque es un sitio donde no se sienten extraños, se sienten en casa. Otra cosa es el gobierno que tienen. Yo no soy judío pero conozco el sentimiento que tienen por aquí algunos de ellos, y todos, todos, creen que ese es su hogar. No confundamos Israel con su gobierno. ¿No sirvió de nada la muerte de Isaac Rabin?

Rocío Romero Molina -

Por sus referencias debe ser un libro bastante bueno y sobre todo interesante por el enfrentamiento consigo mismo del protagonista.

Nosotros mismos nos hemos podido ver sumergidos en un enfrentamiento contradictorio más de una vez .

Por otro lado me gustaría señalar que todos debemos poder tener libertad. Me da la impresión de que el autor incita e intenta convencer para que el lector judío regrese a los lugares del mundo que tuvo que abandonar por las circunstancias históricas. Aquí el autor no respeta la libertad de poder elegir de los demás.

Creo que debemos poder decir las cosas y presentar la realidad tal y como es y luego los demás que decidan lo más conveniente para ellos.

Rocío Romero Molina.