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J. C. García Fajardo

"La globalización tendrá que cambiar porque el mundo está cambiando",

En el Primer Foro de Economía Política Internacional intervino el Premio Nobel de Economía J.Stiglitz en: La globalización económica a debate. El ex vicepresidente del Banco Mundial puso un rayo de esperanza que tocó la fibra de los asistentes al reafirmar: "La globalización tendrá que cambiar porque el mundo está cambiando: el poder de China, el calentamiento global... Quizá lo haga por problemas mayores o por reformas más sistemáticas y pensadas, pero lo hará. Hay que exigirle a la globalización que cumpla sus promesas de esperanza y justicia para todos con las que nació hace 20 años".
Stiglitz soltó lo que para él es la gran falacia de la globalización: "Todo iba a ser más barato y mejor, sin fronteras de ningún tipo. El resultado es que esa ola ha acabado hundiendo a los barcos más pequeños". Y en esa línea contrapuso la situación de países como China o India, que se subieron a esa ola y ahora tiene crecimientos económicos de entre el 6 y el 10%, con la de los países del África subsahariana o los de Latinoamérica. No se olvidó de México, del que resumió su situación con una sola frase a partir de los acuerdos económicos -NAFTA- que le vinculaban con EE UU: "A los 25 años de esos acuerdos, la brecha entre EE UU y su país, como bien saben ustedes, es mucho mayor. El NAFTA no fue un acuerdo ni justo ni libre para ustedes. Y esas diferencias económicas han hecho crecer los problemas migratorios entre ambos países".
El que fuera presidente de los consejeros económicos de Clinton se permitió el lujo de utilizar una metáfora -"un río subiendo una montaña, así de absurdo fluye el dinero de los pobres a los ricos con la globalización"- para introducir los que, en su opinión, son los dos grandes acicates de la cara oscura de la globalización: "Ha habido globalización económica, pero no ha estado acompañada de una globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades". Subrayó lo que llamó "déficit democrático" de los escasos convenios internacionales e instituciones globales hoy existentes, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) -"¿quién manda ahí? Pues EE UU, claro"- o el G-7 -"las siglas lo dicen todo"-.
Con porcentajes y datos, Stiglitz fue dibujando un panorama amenazante de la globalización que, paradójicamente, también ha acabado tocando la economía norteamericana: "Los ingresos medios de los norteamericanos están por debajo de los niveles de hace seis años". Denunció la "ideología del fundamentalismo de mercado", o la teoría de que todo se arregla con el libre comercio, concepto que acabó enlazando de nuevo con el del déficit democrático de la globalización, que tradujo en un ejemplo, el de los convenios bilaterales: "Están rompiendo los convenios multilaterales de iguales; piensen que nunca puede haber reciprocidad entre países ricos y subdesarrollados". La conducta de los que llamó los "bandidos corporativos que, como en el Oeste, pasan la frontera y quedan fuera de la ley", o las multinacionales que eluden sus responsabilidades civiles allí donde se instalan, la deuda externa, el cinturón de acero de la propiedad intelectual y la explotación técnica neocolonizadora que permite que países con materias primas vitales no crezcan.
Stiglitz elogió la actitud de la Venezuela de Chávez y de la Bolivia de Evo Morales para intentar cambiar situaciones globales de desigualdad: "Se les critica, pero supieron renegociar y buscar un convenio más justo para sus gentes", remarcó el premio Nobel. Esas actitudes y alguna señal de debilidad del FMI o del Banco Mundial al admitir esos déficits democráticos fueron su cuota de optimismo. "La globalización cambiará porque los problemas que acaba generando serán insolubles o fruto de una reforma más sistemática y pensada", dijo, como la que propone en uno de sus libros, Cómo hacer que funcione la globalización. Esto ha sido un ejemplo de globalización positiva.

50 comentarios

Patricia -

Luchar contra la globalización es un hecho complicado y un problema más aún. La desigualdad que existe entre países ricos y pobres siempre existira, aunque algunas personas luchen por ello porque si los propios países ricos no ayudan a acabar con ello, ¿quién lo hará?
Es verdad lo que dijo de que el mundo está cambiando, porque como bien dice, China está creciendo poco a poco y dentro de unos años se convertirá en una gran potencia.

Miguel -

¡Somos ricos, llegamos a 30.000 millones!
La desigualdad en ARGENTINA


"Tenemos que dar muchas batallas. Batalla contra el hambre, contra la incomprensión. En definitiva, la batalla para que nuestra bandera nos cobije de verdad a todos". Néstor Kirchner.


¡Somos ricos, llegamos a 30.000 millones!

Por: Miguel Longarini


Parece que las arcas de la Nación pueden explotar de billetes verdes. Así nos anunciaron los medios nacionales de parte del gobierno, a todos los argentinos y extranjeros que habitan esta tierra.



Según los que saben y miden el éxito de un país por el crecimiento económico del gobierno y los grupos de poder, certifican que este record de reservas nos hace más creíbles, amigos y hasta aplaudidos por los distintos países que integran los organismos financieros internacionales.



Muy a pesar que se le pagó al Fondo Monetario Internacional (FMI) la totalidad de su deuda en forma anticipada para no andar con “compromisos”, cuyo monto final ascendió a 9.530 millones de dólares, nuestras reservas en ese momento eran de 28.045 millones de dólares y luego del pago se redujeron a 18.575 millones. Cuando este acto “patriótico” se realizó, bien podríamos haber susurrado que se trataba de una apresurada fanfarronería propia de argentinos, en esa infundada característica de agrandados…que nos adjudican. Pero no fue así, en un lapso más que rápido no solo alcanzamos el monto de las reservas, sino que las superamos y si Díos y la Patria quieren lo seguiremos subiendo. Tendríamos que ponernos eufóricos ante estos anuncios y más, llegando al final del año? Bueno, parece que si, aunque sea para darles envidia a los vecinos pobres…



Lo que ocurre es que cuando despojados de todo exitismo y con algo de humanidad observamos que en un país con más de 38.000.000 de habitantes (el 0,60% de la población mundial), con cosechas cada año más históricas en toneladas, una capacidad de generar riqueza fundamentalmente en granos y carnes y alimentar a millones de personas, superávit fiscal, reservas para aplaudir, y que según datos del gobierno existen todavía después de casi cuatro años de gestión estas cifras de la vergüenza: “la pobreza y la indigencia, todavía es del 31,4% de los argentinos —12,1 millones de personas— son pobres. De ese total, 4,3 millones son indigentes, según los datos divulgados ayer por el INDEC y proyectados a todo el país. Así, a pesar de la mayor actividad económica y la baja del desempleo, uno de cada tres argentinos sigue viviendo en un hogar pobre” datos publicados por el diario Clarín http://www.clarin.com/diario/2006/09/21/elpais.



No podemos menos que concluir que algo no cierra desde lo estrictamente discursivo con la realidad. Aquí vemos que una porción importante de argentinos –con trabajo- es pobre. Es decir, el estado con estudios hipócritas considera pobre a una familia que la componen como mínimo cuatro personas que gana menos de 870 pesos mensuales (canasta básica según los cálculos del gobierno para no ser menesteroso…) equivalente a 280 dólares, aquí se traduce a que la posibilidad de gastar cada uno por día es de $7,25 o 2,25 dólares. Pero existe otra franja de seres humanos denominados “socialmente” indigentes, para ser más sincero son hermanos que en su mayoría no tienen nada, son los olvidados que siempre se quiere esconder de la escena del crecimiento “orgulloso” que muestra economía. Esta categoría de pobrísimos según la cifra del gobierno es el 4,3 % de la población. Aquí el ingreso para una familia es de $390 o 130 dólares, si lo dividimos por cuatro personas; éstos pueden gastar por día $3, 25 o 1 dólar. Cabe señalar que tanto en los pobres como los indigentes son familias numerosas con muchos niños, por lo tanto lo correspondiente a cada uno en pesos es nada. Podríamos agregar que dentro de estos números se encuentran como ocupados más de un millón y medio de familias que reciben planes sociales de $150 o 48 dólares, que si aplicamos el cálculo de dividir por cuatro nos daría $1,25 o 0,40 ctvos. de dólar diario. Para tener un parámetro de la deshumanidad manifiesta citaré algunos ejemplos de los precios de distintas cosas necesarias para alimentarse, vestir, viajar y curarse: un litro de leche cuesta: $1,50 o 0,48 ctvos de dólar; un kilogramo de pan: $2 o 0,64 ctvos de dólar; un kilogramo de carne común: $6 o 2 dólares; un kilogramo de tomates: $3 o 1 dólar; un jean de bajo precio: $45 o 14,5 dólares; un par de zapatillas deportivas de baja calidad: $100 o 32 dólares; una camisa: $50 o 16 dólares; un viaje en colectivo o bus: $1 o 0,32 ctvos; un antibiótico para infecciones: $30 0 10 dólares y la visita de un médico en caso que en un centro de salud no lo resuelvan es de $30 o 10 dólares. No evaluamos asearse, diversión, educación, teléfono, servicios varios, agua envasada (en su mayoría está contaminada) porque creo que no resiste seguir descubriendo tanta desigualdad y postergación, mucho más si ofreciera las cifras de algunas provincias como Chaco, Formosa, Salta, Tucumán que la pobreza supera el 50 % ampliamente.



Hasta aquí he tratado de mostrar primero lo bien que nos va, según la mirada política y económica de los que tienen mucho y por otra parte los datos reales de la desigualdad entre argentinos de primera y los de segunda o incalificables. Esta realidad no puede maquillarse o esconder por más que gasten importantes sumas en publicidades, consultoras, medios, etc. Cada argentino sabe, o sino se hace el que no se enteró, de lo mal que les va a la porción mas importante de familias argentinas. Esto se puede denominar: herencia, necesidades básicas no atendidas en otras décadas, asistencialismo, clientelismo, vagancia, etc. Pero como decía el padre de los todavía peronistas o algo así: “La única verdad es la realidad” y es incontrastable por más vueltas que se le quiera dar buscando justificaciones elegantes. Los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos en gobiernos que se la han pasado hablando de distribuir con equidad, cosa que fue y es una mera expresión oportuna en medio de lo injusto e inhumano de su accionar.



En el comienzo hablo de la capacidad de generar riqueza que ha demostrado esta gestión, según sus anuncios. Pero sin animo de creer que podría cambiar el rumbo o pensamiento de los funcionarios y gran parte de la sociedad cómplice por acción u omisión, me he tratado de poner a pensar dentro del simple conocimiento adquirido por vivir entre mentiras y discursos vacíos de contenidos, de lo que significa sostener la incalificable desigualdad enmascarada por cifras mentirosas cuando de hambre se trata. No cabe en la mente y menos en el corazón de quién crea pertenecer a lo que se parecería a un buen ser humano, seguir tolerando o aguantando esta maldición que nos ha caído hace décadas profundizándola aún con proclamas sensibleras. No se puede admitir que para cualquier perro de un hogar se gaste entre $ 5 o 10 o 1,60 o 3,22 dólares por día, sin contar la peluquería, ropa, juguetes, etc. y no me quiero referir a la postura de perros hambrientos que también los hay, sino al ejemplo práctico que refleja esta loca sociedad desigual. No se puede admitir que los obesos abracen el Congreso exigiendo una ley que incluya su enfermedad en las obras sociales, por obedecer la enfermedad a una causa de “mala nutrición” y que por otra parte la verdadera desnutrición hace estragos en niños que nunca más serán libres de graves secuelas repercutiendo en su vida social. No se puede admitir que los mayores beneficiados de este gobierno -los productores agropecuarios- que después de habérseles licuado o pesificado sus deudas en dólares y además obtener quitas importantes mientras los obreros pasivamente quedaron retrasados en sus salarios; haber tenido precios record en sus productos y ahora paran por una semana mostrando como argumento que necesitan políticas claras (algo que todos necesitamos, inclusive para poder comer) para producir y optimizar su rentabilidad, que demagógicamente afirman sería para sostener gran parte del trabajo que producen, cuando sabemos que el boom sojero, no ha significado una mejora en la calidad de vida de la gente trabajadora, económicamente hablando, sin dejar de mencionar el deterioro ambiental y poblacional presente y futuro que ello representa. No se puede tolerar que para pagarle al FMI (Fondo Monetario Internacional) pudieron gastarse el equivalente al valor de 500.000 viviendas de buena calidad y la mayoría de los indigentes viven en asentamientos en condiciones deplorables, con posibilidades de nunca más superarse.



En esta contradicción se debate el futuro de nuestra Argentina. Juegos políticos con candidatos comodines del partido de los trabajadores de oficialistas, dirigentes sin dirigir, ricos inmensamente ricos y fundamentalmente pobres que difícilmente logren alguna vez, parecerse a lo que los datos y los discursos dicen en cuanto a recuperar su condición de digno e incluido en la equidad proclamada.





Para contactarse con el autor de esta nota puede hacerlo a : miguellongarini@speedy.com.ar



Mi blog: www.apurocorazon.blog.com.es

Elvira Martínez Jiménez -

Para David Gamella P.

No estoy de acuerdo contigo en que sea una utopía, es sólo que cuesta mucho trabajo mentalizarse de que no va a ser todo igual, que posiblemente vamos a perder lo que en el primer mundo llamamos "comodidades" pero vamos a ganar un mundo más justo. Ni el camino es de rosas ni todo va a ser ganar, pero merece la pena luchar por otro modelo de globalización que en contra de lo que nos quieren vender, también es posible.

alejandro estrada -

Considero que que la globalización es la solución de los problemas de cara al futuro. El mundo debe ser un espacio sin fronteras, en el que todos los países puedan interrelacionar entre si sin ningún tipo de obstáculo. La globalización supone intercambios políticos, económicos, culturales...pero para ello todos los países deben de poner de su parte, sino esto será imposible.

Rubén -

Suscribo todas las palabras que ha dicho Stiglitz , la verdad es que suelo seguir su intervenciones desde que leí una entrevista suya no hace mucho en El País Semanal. Ya era hora de que existiesen economistas con los pies en la tierra y no neocons que venden el liberalismo como la octava maravilla del mundo poniendo de ejemplo el desarrollo de China , y ahí es dónde le doy la razón al 100% al economista. "La globalización sólo ha beneficiado a los países grandes", muchos ponen el grito en el cielo cuando ven la llegada de Evo Morales , Chaves , Correa , Daniel Ortega , etc........... Pero no se preguntan que sucedió antes para que estos políticos sean la consecuencia desesperada de un pueblo que está harto de Menem , Fujimori , Pinochet , los sucesivo gobiernos del PRI y otros muchos gobernantes corruptos y que castigaron a su pueblo con la pobreza en post de las medidas chachi guays y liberales del FMI. No todos los países tienen un mercado potencial de mil millones de personas.Lo único que le reprocho a Stiglitz es que no hubiese hecho algo rupturista y durante su estancia en el Banco Mundial.

PATRICIA JIMÉNEZ BARCELÓ -

La globalización supuestamente es el cambio en la escala de las organizaciones humanas, que pone en contacto a comunidades alejadas y que aumenta el alcance de las relaciones de poder por todas las zonas del mundo.
Este fenómeno crea nuevas oportunidades, aunque no siempre para todos; crea nuevas formas de entendimiento, pero también genera odios y conflictos.
Las interconexiones entre la actividad política y económica de todos los rincones del mundo son cada vez más acusadas. Pero esto no ha implicado, en absoluto, que se produzca una mayor integración social, justicia y/ o solidaridad entre los pobladores del planeta.
Este hecho, destaca las carencias existentes en el camino hacia la globalización. Carencias que deben ser cubiertas antes de que esta senda se convierta en trampa para todos aquellos que andamos por ella.
Por eso, cada vez somos más los caminantes que se unen en la busqueda de un modelo perdurable de cooperación y colaboración internacional. Un modelo del mundo, para todo el mundo; comprometido con la justicia social, la igualdad política, la participación y la gobernanza económica eficiente: tal vez, ¿la socialdemocracia global?

Carpintero -

El mundo cambiará, tarde o temprano. Tenemos que luchar para que ese cambio sea a mejor y estar preparados por si el asunto empeora más. Esperemos que la ley de Murphy no se cumpla...crucemos los dedos...

Alicia Martín -

La globalización es un fenómeno difícil de detener, y más hoy, dónde el dinero es el gran poderoso.
Mientras siga existiendo países ricos que exploten a los llamados "países del tercer mundo" no podremos hacer nada para solucionarlo.



"Si puedes contar tu dinero no eres un hombre verdaderamente rico". (John Paul Getty)

Carlos Gamir López -

Interesantes reflexiones las de Stiglitz aunque siendo como fue el vicepresidente del banco mundial me sorprende que no se haya encargado el personalmente de tomar medidas al respecto,porque algo de capacidad de gestión tiene, mi abuela por ejemplo nada puede hacer,ella no es vicepresidenta del banco mundial,aunque todo esto tiene un motivo evidente. Da igual lo que hagan las administraciones publicas al respecto de la globalización,por muchas leyes o propuestas que se hagan,nunca o casi nuca se consiguen objetivos que beneficien a un colectivo importante. Las empresas multinacionales son las grandes potencias mundiales,ni EEUU, ni Europa,al menos tal y como está hoy en día el panorama político.Se necesita,evidentemente,unidad mundial a nivel político,mundial es mundial,no solo EEUU,Europa y los amigos japoneses,sino todos:reforma de la ONU,redistribución de las riquezas,guerra contra el fraude de capitales en África...

Sylvia -

Estoy de acuerdo con mi compañera Marta, ya que es innegable que el magnate más poderoso es el "dinero"; poder que ha hecho que día día, unos tengan "tanto" y otros "tan poco"...Lamentablemente acabar con la globalización es "más que utópico" debido en primer lugar, a que ya existe una "costumbre"de ello y ahora es muy difícil que los ricos por "caridad" se "apiaden" de los pobres (y más aún en un mundo donde ya sólo se aplica "la ley del propio beneficio").
Al menos gente como Stiglitz, logra que abramos un "poquito" los ojos ante realidades en las que vivimos pero que parecen no importarnos...y lo más valioso: que puedan verse aunque lejanas, unas gotas de "esperanza" en un desierto de realidades más que precarias.

JoB RuIZ AuyaneT -

La globalización no sirve nada más que para hacer a los pobres más pobres y a los ricos más ricos, como se ha demostrado a lo largo de los años.
Stigliz en su intervención dijo la clave : "Ha habido globalización económica, pero no ha estado acompañada de una globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades".
mientras no nos demos cuenta de ésto, no podremos dar un paso hacia adelante.

Marta Gálvez Z. -

En un mundo de injusticias, la globalización es una de las reinas. Los ricos lo son más a cuenta de que los pobres cada vez sean más míseros. Pero es que ya lo dijo Quevedo siglos ha: "Poderoso caballero es D. Dinero".

saludos

David Gamella Pérez -

La globalización como tal ("todo más barato y mejor"), es una utopía. Puede que los productos sean más baratos, pero siempre gracias a la explotación de los países pobres. La globalización fue un rayo de esperanza que anunciaba un futuro equilibrio económico a nivel mundial basado en la justicia. Finalmente ha logrado todo lo contrario, los ricos son más ricos.... los pobres son más pobres.
Es curioso pensar que los países con mayores recursos naturales, son los que actualmente se situan entre los más desfavorecidos. El día en que estos países consigan hacerse con el control y explotación de sus propios recursos, eliminando la influencia extranjera de sus fronteras, entonces y sólo entonces, podremos hablar de globalización. China e India son los primeros.... de una larga lista.

Anónimo -

La globalización como tal ("todo más barato y mejor"), es una utopía. Puede que los productos sean más baratos, pero siempre gracias a la explotación de los países pobres. La globalización fue un rayo de esperanza que anunciaba un futuro equilibrio económico a nivel mundial basado en la justicia. Finalmente ha logrado todo lo contrario, los ricos son más ricos.... los pobres son más pobres.
Es curioso pensar que los países con mayores recursos naturales, son los que actualmente se situan entre los más desfavorecidos. El día en que estos países consigan hacerse con el control y explotación de sus propios recursos, eliminando la influencia extranjera de sus fronteras, entonces y sólo entonces, podremos hablar de globalización. China e India son los primeros.... de una larga lista.

Teresa Villar -

La globalización tuvo un buen planteamiento inicial, pero está claro que se les ha ido de las manos. No han cuidado su mantenimiento y no la han encauzado para crear una sociedad justa. Cada país ha tomado lo que le ha querido según sus intereses. Está claro que necesitamos crear otro tipo de globalización, el mundo lo está pidiendo a gritos. Gracias a J.Stiglitz por hacernos ver estas injusticias.

Alberto Luque -

Viva Chávez, viva Castro, viva Mao... la libertad es innegociable, cuando haya verdadera democracia allí discutimos la economía de Venezuela; pero primero libertad... aunque sea lo único que tengamos para comer.

isabel muñoz -

No estoy en contra de la globalización porque sí, sino que estoy en contra de sus modos. Estoy con larry, otra globalización es posible. No podemos negar que la globalización a estas alturas es un proceso irreversible.tenemos que luchar por cambiar la forma en que se produce ya que termina dando resultados injustos

Paula s.T. -

Son de admirar las palabras de Stiglitz, pero más aún su actitud ante la nefasta situación, porque otro mundo es posible.

Creo que, como dice el mismo, el problema radica en que la globalización de la que hablamos y de la que sufrimos consecuencias, es únicamente económica, financiera y monetaria (el euro en Europa) hecho que implica un crecimiento cada vez mayor de las diferencias que agravan el desequilibrio.

¿Dónde está la educación global, la justicia única, la sanidad unificada...?.En definitiva, y como dice Stiglitz: no ha habido una “globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades"...

¿Por qué no intentamos que el término globalización pueda ser utilizado con propiedad?

Patricia Bendala -

Es necesario cuidarse bien de en qué aspectos cambia la globalización el mundo y hacia qué se está tendiendo, porque parece ser un arma de doble filo que puede salirle muy caro a todos los países, sobre todo a los más desarrollados, que tienen mucho más que perder. Además hay que mantener un cierto equilibrio para evitar que este proceso aumente aún más (si cabe) las desigualdades entre naciones.

Elia Pesquera -

Respecto al dichoso tema del dinero, ¿no se os ponen los pelos de punta al ver el anuncio de Caja Madrid cuyo lema es: El dinero no da la felicidad pero ayuda?
Es que es asqueroso.
Saludos

Cristina Montañés -

El mundo es uno. Los alumnos erasmus o los viajes al extranjero nos demuestran que en lo básico somos iguales. Así que la globalización debería reforzar estas similitudes y no agrandar las diferencias... Hay que robar la “globalización” a los ricos, a los poderosos, a la economía... y devolvérselo a las personas. Reconstruyamos el mundo desde la base.

Pablo J -

Desde el punto de vista humano, ¿de qué nos sirve estas globalización de la que se nos habla aquí? Globalización económica, medio ambiental... pero nada de globalización política y mientras tanto, las desigualdades entre los individuos de distintos países siguen acrecentándose, puesto que no se consigue el mismo nivel político ni las mismas oportunidades para que todas las personas gocen del mismo derecho o las mismas oportunidades. Debemos pelear por una "globalización política" que envuelva las posibilidades de todos los individuos del planeta, para luego poder hablar de esa total y hasta ahora inexistente (pues no engloba a todo el mundo sino sólo al "mundo desarrollado") globalización económica.

David Rodríguez -

Encontrarnos con la parte positiva que nos muestra Stiglitz de un problema tan gordo como la globalización en el que todos son contrariedades y datos injustos, nos debe enseñar que en todo simepre hay una parte buena por la que luchar. Stiglitz, saca un hilo de una madeja muy enveleñada. En nuestras manos está empezar a tirar de él...

Susana Morales. -

En el mundo que hemos configurado con tantas desigualdaddes entre países ricos y pobres, personas como Stiglitz son un soplo de esperanza. Aunque yo opino que hoy en día acabar con la globalización no es más que una utopía pues nosotros mismos somos los primeros en fomentarla.

ulises lazaro -

para pau: es la primera noticia que tengo sobre lo que tu has llamado "el éxito venezolano" y que "Chávez ha hecho que Venezuela tenga un crecimiento grande, sostenido y sano". Lo que yo habia oido hasta ahora es que desde 1999, que llegó al poder, es que la economia no ha mejorado sustancialmente y, sobre todo, el ansia de el señor chavez por perpetuarse en el poder. ¿por qué al final siempre hay que posicionarse entre lo malo y lo peor? ¿por qué no hay ninguna otra alternativa?Bush o Chavez y Castro: lo siento, me parecen las dos caras de la misma moneda.

Elena Merino -

Yo creo que el problema fundamental se resalta en el artículo.Estamos globalizados económicamente pero no políticamente. El liberalismo más agresivo, por lo tanto, hoy en día no tiene controles eficaces porque se salta las fronteras, y por encima de las fronteras aún no hay una autoridad política eficaz. Me acabo de acordar...qué pena me da lo de la Unión Europea...Claramente, estamos en la "Europa de los mercaderes".

Silvie -

La globalización es un tema excesivamente delicado que mientras siga latiendo por el capital sólo traerá hambre e injusticias... Hay que cambiar la actitud y está claro que la globalización deberá de cambiar su curso si no quiere terminar con la poca humanidad que a algunos les queda.

pancho -

Para que todo esto cambie, la acción debe ser muy radical y desde la base de la globalización. Algo serio y gordo tiene que pasar para que el mundo entero y las economías de todos y cada uno de los países se desvíen al buen camino.

Noelia (Roja) -

Por donde avanzar?. La clarificación de la realidad y la denuncia de las mentiras, el cambio de cultura y de valores y la creación de espacios sociales alternativos son necesarios. Pero si además de acallar las conciencias queremos participar en la construcción de la realidad, es necesaria la organización de los perjudicados para expresar el conflicto social, la generación de dinámicas de resistencia y la confluencia de las mismas para impedir el despliegue del capital como relación social y reestablezca sobre la centralidad de lo local, lo autogestionado, lo social, la abundancia como desear poco y no como consumir mucho y la felicidad basada en la cooperación y la vida en común.

VILLEGAS -

Sí, el mundo está cambiando. Esta realidad recuerda a una escena del cuento de 'Alicia en el...' cuando Alicia permanecía inmóvil en su posición a pesar de la velocidad a la que corría, dado que el entorno cambiaba a un ritmo similar.
El fenómeno de la globalización ha creado nuevos desequilibrios económicos, sociales y ecológicos, y ha convertido al mundo en un gran mercado.

pau -

La globalización es un fenómeno imposible de parar, un fenómeno que algunos creyeron inventar cuando estaba claro que ya existía.
El planeta es muy pequeño y el gran crecimiento de la logística en el transporte de los alimentos fue su comienzo, luego siguió con el montaje de electrodomésticos, después con la producción de sus componentes, etc.
La globalización debe servir para todos, siempre y cuando se respeten unos códigos de conducta, que parece haberse olvidado.
El ejemplo argentino, donde el producto extranjero entró de sopetón y sin avisar, es claro. Creó, de la noche a la mañana, la ruina del tejido productivo primero y, después, del comercial. Ahora parece ser que, gracias a las grandes exportaciones agrícolas, este tejido empresarial vuelve a resurgir poco a poco.
En Europa, el sistema ha sido distinto y la entrada de productos del tercer mundo ha sido más paulatina, por tanto ha dado tiempo al empresariado de adaptarse y corregir los desniveles.
En los EEUU el extremo liberalismo ha llavado al país a un aumento de pobreza y desigualdad social, que tarde o temprano pasarán factura.

Ahora está de moda recriminar muchos males a la industria china y tal vez es cierto, pero mucho antes que ello sucediera en mi ramo ya fabricábamos en Marruecos.
En el textil, que es de lo que más puedo hablar, ya arrastramos la globalización desde hace mil años. Muchos son los que se quejan, pero nadie se para a pensar que, gracias a eso, mucha gente que apenas podía vestirse, ahora lo hace decentemente, por lo que ha aumentado mucho el consumo del producto barato y ha disminuído poco del caro.
Y como esto...
Así y todo creo recordar que un día ya te expliqué mis desventuras empresariales en el África subsahariana. La creación de una granja de pollos y su posterior ruina.
Y es que en Alemania se come pollo español y en Senegal pollo alemán criado con ayudas de los Landers.
El éxito venezolano se ha basado en grandes expropiaciones de territorio, mal explotado por terratenientes, y entregado a pequeños agricultores. Eso ha conllevado, como siempre, a muchas injusticias, pero ha creado riqueza en pequeños consumidores, que al fin y al cabo, son los que animan el pequeño consumo de producto local. Mientras, en las ciudades, se ha creado un tejido empresarial e industrial que antes no existía; eso gracias a que el rico hacendado se quedó sin medios al ser expropiado y grandes impuestos gravan el gran capital inmovilizado. Un sistema curiosamente muy europeo por proceder de un militar exgolpista, un sistema tremendamente eficaz, como lo hecho con la medicina, que ha importado médicos cubanos para abaratar el coste médico venezolano. No debemos olvidar que los médicos venezolanos eran señoritos ricos, y no todos podían pagar sus facturas.
Con eso, Chávez ha hecho que Venezuela tenga un crecimiento grande, sostenido y sano, en tanto que ya no se cuenta con el Estado-petrolero-benefactor para ello.
Y esto también es globalización.
La globalización debe cambiar, sí, pero no olvidemos sus logros, que han sido muchos pese a las desigualdades aparentes que ha producido.
Hace muchos años nos quejábamos de la explotación en Corea y lo barato que era su producto por ello. Hoy un coreano ya gana lo mismo que un español, exige sanidad y educación pública y hace paros obreros. Eso era impensable hace treinta años. Dentro de otros treinta, India y China serán irreconocibles socialmente.

Un abrazo.

Merche -

Una ves leí un artículo de Maruja Torres (¿o era Rosa Montero?) Perdón por mi memoria pez... en él decía que no entendía las objecciones a la globalización porque la solución estaba al alcance de nuestras manos: hacerla nuestra; hacer una globalización humana, sentirnos parte de ella. Y eso es lo que yo intento. Globalizar humanamente.

Candela Martín -

La Globalización ha pasado de ser un término que conllevaba ilusión, perspectivas de puertas abiertas al comercio justo y esperanza para toda la población a ser una palabra que sostiene una negatividad absoluta al sueño de la erradicación de la pobreza; ha supuesto el miramiento por encima del hombro de los "grandes" hacia los "pequeños", de "los que tienen cultura" hacia "los que no la tienen"; a ser, en fin, herramienta universal para los intereses económicos de los países del Primer Mundo. Sin embargo, estamos viviendo una época de cambios, a mi parecer. Una época en la que realmente existen seres humanos que se plantean en serio hacia dónde estamos dirigiendo el timón de nuestro barco. Y creo que debemos no sólo depositar nuestras esperanzas y sueños en sus manos, sino contribuir para que estas ideas no queden desamparadas; hemos de dar un respaldo a las buenas personas que quieren cambiar el mundo, que pretenden llegar a uno mejor. Recomiendo, a todos los que aún no hayan tenido oportunidad, ir a ver "Una verdad incómoda", dirigida por Davis Guggenheim, donde Al Gore nos habla de los efectos devastadores del cambio climático. La Globalización debería servir, entre otras cosas, para luchar por la salud de nuestro planeta, a no ser que queramos que quede hecho pedazos y que las siguientes generaciones nos reprochen por qué no hemos protestado, por qué hemos callado y por qué hemos hecho oídos sordos a un problema de semejante magnitud.
En fin, pensemos cada uno de nosotros en una pequeña acción que podríamos hacer para mejorar el mundo, e intentemos realizarla. Uno a uno, lo conseguiremos.

Irene Zugasti -

Estoy con Diego, la globalización se nos caerá encima.("Al sistema lo destruirá el propio sistema"). J. Stiglit habla de " democratizar" la globalización, humanizarla, pensar en personas, no en cifras. No sé si aún no es demasiado tarde para cambiar las bases de éste fenómeno y volver a sus inicios, ya que, como explica Stiglitz,es tan simple como que hace de los ricos más ricos y de los pobre más pobres. El mundo está cambiando, no es la misma situación de cuando hace 20 años comenzó el proceso de globalización, y es tan necesario denunciar y señalar los errores y las injusticias como hace él, como buscar alternativas y soluciones.
Un saludo

Belén Lobos Montañés -

Estoy de acuerdo con A. Olea, seamos ALTER-mundistas!!

A. Olea -

Impecable el discurso del señor Stiglitz. Una vez más observamos que existen opciones alternativas a mirar hacia otro lado, rasgarse las vestiduras o bien participar desde el bando de los fuertes.

¡Un premio nobel de economía! ¡Ex vice-presidente del BM! Y dice que no es así como deberían funcionar las cosas (será que, forzosamente, algo de razón debe tener).

Pero además no se limita a abominar de la actual situación; propone algo, pide unas instituciones globales fuertes que frenen las profundas desigualdades existentes.

Esto es lo que necesitamos, propuestas concretas.

No seamos anti-globalización, convirtámonos en ALTERmundistas.

Larry -

Me gusta la idea de que la globalización pueda ser altamente positiva ya que, entre otras cosas, es inevitable. Pero si pensamos que podemos utlizar este proceso para solucionar los problemas mundiales (agua, sobrepolación, falta de libertad...)no podremos criticar el proceso en sí. OTRA globalización es posible, y necesaria

Diego López -

La globalización económica caerá por su propio peso, cuando esta sociedad, el mundo en general, no pueda aguantar la situación que se nos viene encima. El problema puede ser que ese cambio llegue tarde, el planeta sufra graves consecuencias y la sociedad retroceda en el tiempo. Pero hablar de futuro es hablar de hipótesis. Es posible evitar ese extremo.

Pilar Lara Parra -

pienso que se ha querido actuar antes de ver y comprender los problemas de cada pais y eso a conllevado a que las diferencias sean mayores y que se enriquezcan aún más los países que ya antes eran poderosos.

Sonia Sanz -

Debemos revisar los términos, y no solo para cambiarlos, sino para ver si de esa forma entendemos su significado al releerlos. Parece no haberse usado para hacer (entre otras cosas) un comercio más libre, sino para que las multinacionales expandan su poder por numerosos países con mayor libertad. ¿Dónde quedaron los motivos iniciales?

María Vindel -

La globalización es un tema bastante amplio pero creo que tiene que cambiar todavía mucho el mundo, ya que los gobiernos, no están diridos por aquellos partidos o por aquellos presidentes que votamos, sino por unos directores de banco multimillonarios que dirigen los paises a favor de sus intereses.

Primero tendríamos que ocuparnos de los derechos humanos, conseguir una igualdad, una tolerancia y luego ocuparnos del mercado.

Alvaro Marchante Carrero -

Como siempre hemos sabido EEUU ha controlado todo lo que ha podido. Si no le conviene tratar con Mexico, le hace un muro. Y algo parecido sucede con el G-7, que se preocupan tanto por acabar con la pobreza que les ponen los aranceles más altos. O si no, países que rebosan de recursos, no obtienen nada, ya que si un país europeo da 1, y ellos pedían 2, lo mínimo para obtener beneficios, no lo hacían allí. Parece que nuestros gobiernos están muy dispuestos a acabar con todo esto.

Er_Jésus -

Desgraciadamente la mayoría de los seres humanos se corrompen fácilmente con el dinero. En el mundo existen aproximadamente 600 "milmillonarios" ( es decir, personas que tienen un patrimonio de mas de 1000 millones de dólares) y muchos de ellos se sitúan al frente de grandes multinacionales y a la sombra de los gobiernos. Por que es obvio que todos los gobiernos defienden a sus multinacionales (como por ejemplo cuando Bolivia decidió nacionalizar los hidrocarburos se vio claramente como los gobiernos de España y Brasil se lanzaron a la defensa de sus multinacionales sin cuestionarse la legitimidad de la medida). Mientras el control del mundo siga en manos de grandes empresas las diferencias entre pobres y ricos sera cada vez mayores. Es fundamental como decía Gregory Mock (investigador ambiental) "adoptar un enfoque global que integre la ayuda a los mas pobres, convirtiendo los activos de los ecosistemas en ingresos sostenibles para ellos, pero esto requiere del buen gobierno y la buena consevación que posibilita tener los derechos sobre los recursos".

Uve -

Es cierto, como dice Stiglitz, que la globalización tiene que cambiar su rumbo. Lo realmente lamentable es que ya se sepa con certeza que si cambia será por la insostenibilidad de la situación actual y no porque alguien con poder para ello haya decidido actuar. Ni siquiera se puede decir que los que han luchado contra ella tengan algún tipo de mérito en su futura modificación. De todas maneras, ya veremos que monstruo nos depara el futuro.

Teresa Montesinos -

Me parece un tema muy complicado de tratar, ya que cualquiera puede decir que está en contra de la globalización y que hay que terminar con ella porque fomenta las desigualdades pero luego bien que a todos nos gusta aprovecharnos y disfrutar de las ventajas que nos ofrece. Aunque luego, por desgracia, hasta las cosas buenas se convierten en malas cuando caen en manos de los que tienen el dinero y el poder.

María Ibáñez Fdez -

Aun por desgracia considero que estoy un poco verde sobre el tema de la Globalización. Es verdad que hay mucha gente luchando contra ella pero creo que es un trabajo difícil, y no estoy tan segura de que exista algún camino para la igualdad entre todos los países.

Gracias Belén por decir lo del artículo, la verdad es que lo había pasado por alto y me ha parecido bastante interesante.

Irene Moreno -

Lo que está claro es que los países de gran poder económico han configurado la globalización para beneficiarse a si mismos y empobrecer aún más a los más desfavorecidos.Es importante que hombres como Stiglitz denucien estas injusticias cometidas, de algún modo servirán para abrir los ojos cada vez a más gente.

Miguel Ángel -

Mientras las fronteras estén abiertas para el dinero y las materias primas, y no para las personas, la Globalización será un fracaso.

Lucía -

Todas las instituciones internacionales están gobernadas por tecnócratas y presidentes de bancos centrales. La participación a escala global en la toma de decisiones ha de corregirse, ha de abrirse a nuevas propuestas, a los nuevos retos. Y mientras se sustente en la voluntad imperialista de los EEUU poco va a cambiar. Un ejemplo es la India, por un lado la mundialización ha contribuído a lanzar su economía hacia un crecimiento desconocido, xo por otra parte, las desigualdades sociales en el país asiático son cada vez mayores. Lo importante aquí son las palabras de Joseph Stiglitz, que dan sentido a un cambio que muchos esperamos

Belén Lobos Montañés -

Joseph E.Stiglitz declaró: "ver el dolor en el Tercer Mundo ha marcado mi visión de la economía".Es un defensor de problemas teriibles como el que hemos leído (o visto) en "El jardinero fiel" de Le Carré acerca del poder de la industria farmaceútica. Ha viajado en los últimos años por los países en vías de desarollo, lo que le ha permitido comprender muchas cosas:
- Que tener medicamentos genéricos no es un litigio de patentes sino una cuestión de vida o muerte
-Que los economistas actuales sólo ven a la gente a través de estadísticas y no introducen valoraciones sobre el coste humano.
-Que si las entidades crediticias estuvieran menos dispuestas a dar dinero a líderes corrputos, se controlaría mejor la gestión del dinero en países subdesarrollados.
- y, SOBRE TODO, que deben prevalecer las personas ante grandes instituciones (FMI, BM...), las empresas locales ante las multinacionales, y los recursos naturales de los pequeños estados ante los grandes estados que de ellos se apoderan.

(Si aún tenéis el semanal de La Razón que Sorela nos hizo comprar el domingo, echadle un vistazo a la entrevista a Joseph E. Stiglitz `páginas 26 a 32)
Saludos